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Democracia, una perspectiva revolucionaria en Venezuela

El mundo contemporáneo se enfrenta a un caótico proceso, incomprensible y vertiginoso por la Teoría del Caos y la tercera ola de la pandemia COVID- 19. Donde un grupo de científicos y dirigentes en alianza en una causa común, asumieron la responsabilidad de arremolinar a los países subdesarrollados para controlar sus riquezas, lo que nos rodea es un principio hacia el final que nos sorprendió a todos.

Ante el espíritu variable del género humano, la aberración o complejidad por controlar la materia prima y los minerales, los grandes imperios bajo el medio natural del engaño se dispusieron a crear baso presión, un torrente de realidades sospechosas para que enfermarnos de melancolía y tristeza, esto, trae como consecuencia un náusea metafísico que nos lleva a nuestro mundo interior y, si no tenemos anticuerpos, caemos en una cuadro viral fuerte que puede llevarnos a paros respiratorios o neumonía, cuyo desenlace es la muerte.

Es que la realidad que se nos muestra en los últimos cuatro años en Venezuela es de violencia. El gran problema es encontrar una vía intermedia que no es el totalitario en el universo político. Simplemente hay un cinismo de un grupo de hombres que nos lleva al caos y que en su momento de aparecer fue disminuida por Rómulo Betancourt para aportar ideas fundamentales que ese pasado es una reminiscencia que debe ser olvidado en el túnel oscuro del historial político venezolano.

Es que nuestra historia militar fu resquebrajada en toda su simbología y la sociedad civil esta atrapada en una economía falsificada motivada por un dólar que no es nuestra moneda nacional., los medios publicitarios nos retratan una fe y esperanza falsa, porque el presidente Nicolás Maduro nunca representara nuestra espiritualidad al igual que Chávez, Y esta anomalía psicológica debe verse como una elección que hace el sujeto de cierto modo para apropiarse de los mitos y simbología que le pertenece al pueblo.

Hemos llegado a una degeneración de principios que dan lastre con el humanismo socialista y nos hacen ver que hemos renunciado como socialistas a ser libres. Por lo tanto, la expresión te quiero, es una expresión clara de no te quiero. Nos encontramos en ausencia de una comunicación real donde el mundo reflejado en nuestra conciencia determina un despropósito divino para llevarnos a un mundo egocéntrico y malvado, donde debemos permanecer cerrados por dos razones, el virus y lo lineal que es un alejamiento de la realidad para descarnar en una conciencia irreflexiva.

Es que parte del tren ejecutivo y los diputados del gobierno desean mostrar que el marxismo es la lucha personal de un solo hombre, un individuo real que guarda silencio ante el Legado del comandante Chávez y que desea forjar su propia historia. Así que Sartre manifestaba que hay un auto encantamiento de la imaginación y, nos hacen cumplir una tarea comunitaria para hacer purgar esa imaginación, es un universo imaginario que es concebida como producto de una inercia colectiva.

Por lo tanto, somos una sociedad irreal, porque nuestra libertad encierra un punto de misterio por las carencias afectivas y de alimentación que carecemos. Así que el ojo de Dios desapareció de Venezuela, porque en nuestra mente, desde adentro, hemos perdido la objetividad y, no alcanzamos a visualizar la vida cotidiana.

Necesitamos ver a América Latina en un pragmatismo global. Tenemos que unir la carne con el espíritu e ir a votar en las próximas elecciones. Esta, es la verdadera política del amor, cumplir con la patria y, esto nos permitirá ser utilitarista.

Por lo tanto, de manera natural, debemos ser progresista.

Rómulo, fue lo suficientemente maduro para extrapolar esa realidad de vacío, su único propósito era acercarse a la gente y fuese a las elecciones para garantizarle a la democracia, su relación primaria con las masas. Nada de hablar de crisis y su fin era restaurar la República y enviar a los militares a los cuarteles, por la delicada situación hemisférica que venía padeciendo el mundo.

Hay que dejar las trazas políticas atrás. El pueblo desea elegir con sus manos a los representantes de la Asamblea Nacional., todas las ideologías profesantes en el país no tienen por qué ser intervenidas por la Cortes a nivel judicial. Se necesita generar un bienestar colectivo. Para sustentar los bienes de producción. Los verdaderos hombres de la revolución deben encaminar al pueblo hacia el trabajo creativo, el pensamiento del gobierno, debe ser igual para con el pueblo.

Cada uno debe tener su rincón político y luchar para proteger su familia. Necesitamos una economía activada, donde las perspectivas históricas sean parte de la estructura del país y, los obreros deben ser respetado. Necesitamos un partido que nos represente y desmenuce nuestro campo político, nos han destrozado económica y emocionalmente. Y debemos animarnos.

Ante estos problemas a nivel nacional de carácter económico y social, necesitamos organizarnos para exigir una respuesta

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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