Recordando mi época de estudiante, me viene a mi memoria la expresión de: las tres maría y las defino así: elecciones, agresiones y terrorismo. Las nefastas consecuencias del vil bloqueo, en forma de sanciones injustas, ilegales y unilaterales, impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra PDVSA, sus empresas filiales y sobre sus proveedores, tanto nacionales como extranjeros. Este deplorable bloqueo ha sido denunciado reiteradamente por nuestro Gobierno Bolivariano, en diferentes instancias del sistema jurídico mundial, como una flagrante y perniciosa violación de los derechos humanos, de un pueblo entero, lo cual contraviene todo el ordenamiento legal de la comunidad internacional, especialmente la Carta de Naciones Unidas. Al respecto, este ataque imperial a nuestra soberanía ha traído graves perjuicios a toda nuestra industria energética, recayendo en mayor medida sobre nuestro sistema de refinación y producción de combustible.

La principal causa de disenso entre los opositores es la participación o no en las elecciones, para la renovación de la Asamblea Nacional, previstas para el 6 de diciembre. Mientras que parte de la oposición ha accedido a concurrir a las urnas, el diputado rastrojo Juan Guaidó y sus afines rechazan esta iniciativa, por considerar que se trata de un proceso fraudulento que legitimaría al presidente Nicolás Maduro. El diputado rastrojo juan Guaidó ha reiterado su rechazo a estas elecciones, pero sin dar argumentos, solo dice: No concurrimos a las elecciones de Maduro porque no hay garantías democráticas, La alternativa es lograr un grupo de presión que acabe con todos los Chavistas, no puede haber elecciones con más de 300 presos políticos, el País está sin energía eléctrica, el 30% de los fallecidos por el coronavirus son del sector salud y termina el diputado rastrojo Juan Guaidó con esta perla: en este momento ni si quiera yo puedo ser candidato, porque no hay garantías, las inscripciones de candidatos a diputado se realizaron desde el 13 de agosto hasta el 4 de septiembre, es el 11 de septiembre cuando el diputado rastrojo Juan Guaidó manifiesta su interés de inscribirse para participar como candidato a diputado que descaro de este coco seco.

La agresión dirigida desde la Casa Blanca, y apoyada por los enemigos de la patria ha ido subiendo de tono, ha sido tal el descaro del gobierno de Estados Unidos, que sus propios voceros de su política, como el ex embajador en Venezuela William Brownfield, han reconocido su intención de destruir toda la industria petrolera nacional, con la intención de desencadenar hechos violentos que atenten contra la paz de la República, admitiendo que sus acciones "produzcan un periodo de sufrimiento mayor al pueblo", según sus propias palabras. Igual de perversas son las continuas declaraciones de Elliott Abrams, quien dirige todos los planes de desestabilización y sabotaje a la nación, en complicidad de un sector de la derecha opositora antidemocrática, que no cesan en sus intenciones golpistas.

El terrorismo es el tercer vértice de actuación de la derecha oposicionista, en fecha reciente, fue capturado en Falcón, un espía de nacionalidad estadounidense, que formó parte del ejército de "marines" que ha estado prestando servicio en instalaciones de espionaje de la CIA en las bases militares de ocupación en Irak, merodeando instalaciones estratégicas petroleras venezolanas, en operaciones secretas ilegales que apuntan a sabotaje y planes terroristas. También debemos considerar como una acción terrorista lo dicho por el diputado rastrojo Juan Guaidó: me encargare que no llegue gasolina hasta tumbar al Presidente Nicolás Maduro, habrá gasolina cuando derroquen al Presidente Nicolás Maduro, una burda extorsión más. Debe haber conciencia los oposicionista busca el poder por la vía violenta: la agresión, saboteo de las elecciones programada para el 6 de diciembre y las acciones terroristas. Que en esta coyuntura electoral no aparezcan los mata voto.