El próximo jueves 26 de Noviembre se cumplen los 200 años de la Firma del Armisticio y del Tratado de Regularización de la Guerra también del abrazo entre Simón Bolívar y Pablo Morillo. Expertos indican que el Tratado de Regularización de la Guerra de 1820, se ha convertido en el primer antecedente del Derecho Internacional Humanitario. Consistió en marcar regulaciones para la Guerra de Independencia, que a partir de su firma, contenía una serie de preceptos para la protección del honor de los Ejércitos de ambos bandos y prescindir del anterior Decreto de Guerra a Muerte.
Arturo Uslar Prieti afirmó en una obra llamada Bolívar hoy (la cual fue publicada por los doscientos años del natalicio de Bolívar eso por allá en 1983,cuando yo ni había nacido un trabajo impecable y digno no se como fue valorado para la época, yo lo leí hace pocos años en la universidad) "Bolívar no fue un campeón de una lucha del pasado, sino el iniciador de un combate que sigue abierto y que es hoy el de la mayoría de los pueblos de la tierra". Sin duda Bolívar y sus valores estarán presentes. Chávez el líder que revivió el ideario bolivariano está presente y Sucre debería contar con nosotros la juventud gloriosa de este país, jóvenes que lo emulan y han llegado por ejemplo a ocupar varios cargos de elección popular. La Juventud de hoy hemos nacido, crecido o vivido en el proceso de la revolución bolivariana que significa algo así como: 20 años de formación patriótica ininterrumpida.
No se quiere lo que no se conoce y no se conoce lo que no se busca. En la historia se escribieron capítulos teñidos de sangre y triunfos que siempre se deben revisar y analizar.
Cuando recolectaba escritos para hacer un ensayo del tratado de armisticio encontré varias perspectivas sobre el histórico encuentro entre Bolívar y Morillo, ese hecho casi comparable con el enfrentamiento entre David y Goliat, por un lado Morillo digno y elegante condecorado por varias contiendas y nuestro libertador todo disminuido: su tamaño, su vestimenta, la gente mal alimentada que lo acompañaba y montando una mula (me recuerda a Jesucristo en el burrito como lo conmemoramos el domingo de ramos que pese a lo sencillo fue el triunfador) El ímpetu o magnetismo de nuestro libertador hizo que el Militar español hasta propusiera que se hiciera un monumento por el abrazo que se habían dado y efectivamente el monumento existe en Santa Ana, Trujillo lugar en donde se llevaron a cabo los acuerdos y las negociaciones que incluyeron animada recepción con brindis y demás.
Días después el 17 de Diciembre (10 años antes de la muerte del Libertador) Morillo se regresaba a España dejando al General de la Torre el cual no le sirvió mucho a su imperio no tenía el liderazgo suficiente ante sus tropas, así se aventajaba más nuestro ejército patriota.
La reconciliación, la luna de miel, fue breve no pasaría ni dos meses cuando el armisticio se rompiera en enero de 1821.
Hoy los abrazos salen del alma ya que por la pandemia no nos permitimos el contacto físico. A pesar de esto se puede decir que como nación tenemos los brazos abiertos ya que por la iniciativa del presidente Nicolás Maduro se han recibido de vuelta a los connacionales que abandonaron la patria de Bolívar. Nuestro adversario es el imperio de los E.E.U.U. y sus lacayos que no cesan en su ataque y nosotros en la defensa. Con la nueva administración de Biden esperemos al menos una tregua, nuestro país esta sucumbido económicamente doblegado ante el dólar que aumenta indiscriminadamente todos los días.