Lo de macario, acunado y acuñado a Calito García, es porque es un poeta, feliz en su música, y, bendito, porque Dios, dióle la voz angelical, de ser un tenor jorgenegreteiano extraordinario. Óiganlo por Youtube, en la canción, Mi San Carlos de Ayer, diría que única inconfundible garganta, en Mi San Carlos de Ayer, con arpa cuatro y maraca, que dedicóle a San Carlos de Cojedes. Maestro músico musical, en las composturas compuestas con el alma tenorina profunda. A mas y más, de poeta tenorino perfecto, un bohemio de la bohemía y la bohemia. Calito García, hermano, de la lira báquica dionisiaca. Calito García, alcanzóle la pandemia segura mortífera que todos llevamos por dentro, y, que muévese con la tierra encima o con la candela donde nos incineran. Pandemia mortífera inevitable, la muerte nos acosa nos asedia, y uno no le para ni se enseria ante ella, en ristra la risa y, a risotadas nos burlamos burla burlando y la expiada muerte nos cerca, la muerte nos bloque a las piernas a la lengua, al cerebro has las uñas silentes de los pinreles alados de Hermes, cuando Calito García, robaba corazones. Ahora mismo el poeta, esta zumbado, el poeta tumbado en una cama en un hospital en Cabudare en el estado Lara.
El poeta, el feliz macario bendito, necesita de la ayuda urgida de la poesía de la música, de la pintura, del teatro, de la estética, su ética musical sufre, en el hospital, tu ayuda Estado Poético, tu ayuda urgida Nación Macario, tu ayuda urgida República Musical, es necesaria ante la necesidad del macario cantor extraordinario. El Macario Cojedeño Extraordinario, el Niño Mimado del Maestro Eduardo Lanz en Caracas y del Maestro Carlos Almenar Otero en Caracas, y, cuando decimos Niño Mimado, es porque en la escuela académica musical de los Maestros caraqueños, , en los años finales de los sesenta y comienzo de los setenta, de estos Maestro, Calito García, con apenas catorce años, hacíase sentir en el oído de estos Maestros que elogiaban su voz, pero que nunca supieron de la boehemía, del muchacho del barrio de El Chuchango de San Carlos de Cojedes, en sus santas musicales andanadas agitadas. En que fuera mermando su mandato lírico jorgenegreteiano. Hasta que encontramos la pandemia mortífera irreversible. El poeta macario bendito necesita de nuestra ayuda urgida, no ha muerto, no ha muerto, mas y más, a la espera de la mano amiga caritativa urgida, que rasga en el cuatro que rasga en su barriga.
Al poeta feliz macario bendito, la pandemia mortífera irreversible, que tanto parécese al coronavirus, mas y más, que no es el Covic-19, mas y más, es muerte y solo y sólo muerte, que muévese en el cuerpo hasta que encuentra punto fijo, y es a la lengua de legua cantarina, que cantantes a leguas de tu pueblo, que ha llegado al pico´e plata macario cardenalito. La muerte se aposenta en las pupilas gustativas líricas del Maestro Calito.
Al poeta feliz macario bendito, llámalo y comunícate con su hermano, Carlos Eduardo García Páez, hermano menor, que anda con él, en el periplo sanatorio en Cabudare y Barquisimeto, al 0424-4223975, al 0414-4108651, Whatsapp 0414-4108651, a mas y más, algún aporte solidario fraterno, al Banco Venezuela N° 0102-0364-39-0000303422, al Banco Caribe en la cuenta N°188500930114. Como también comunicarse con su alumno Miguel Herrero Rodenas, profesor del Instituto de Cultura del Estado Cojedes, ver en Facebook la reseña que hace Miguel Herrero Rodenas, esclarecido alumno tenorino de su Maestro Calito García, poeta feliz macario bendito. Atención Corazón Llanero, atención Casa del Artista, el poeta macario bendito Calito García, pertenece a la organización artística que liderara el poeta boxeador compositor policía Valentín Carucí, la Asociación de Autores y Compositores de Venezuela (Sacven). El Maestro Calito García, poeta feliz macario bendito, tiene una decena de composiciones con arpa cuatro y maraca, y, entre esa decena, Mi San Carlos de Ayer.
Si el poeta Calito García, feliz macario bendito, es tenor de voz rara extraordinaria. Entonces sea dicho que esa voz es una voz jorgenegreteiana: Mexico Lindo, Ojos Tapatíos, Jalisco no te Rajes. Ergo vergo sea dicho que hay que escuchar a Mi San Carlos de Ayer, con arpa cuatro y maraca, himno de los sancarleños, en la voz tenorina jorgenegreteiana de Calito García, el poeta feliz macario bendito cojedeño.
