La lectura es inmortalidad hacia atrás

La lectura es inmortalidad hacia atrás, de Umberto Eco, a según Maríalcira Matute, que comunicómelo el día 17/01/2021, en la página facebook, en su calle del Orco, la calle de los grandes encuentros. Blog de literatura. Este cura ignaro raro cleuasmo asno, ha de ser incapaz, de hecho y de derecho, en trecho estrecho arrecho, que no tiene la disposición de alma ni de arma, para una porfía, con Maríalcira, con tan maravillosa dama que sabe de todo, y, este cura, que sabe que no sabe, que sabe, este cura, que de antemano ha de perder con tan mágica cervantina poetisa, ella sí que sabe de todo, porque lee de todo. A mas y más, Umberto Eco, húbolo de saber que Oscar Wilde, al que Jorge Luis Borges, débele su inspirado poema de Edipo y el enigma, en que expresara Wilde: “Un hombre es en cada momento de su vida todo lo que ha sido y todo lo que será”. Similaricadencia tautológica repetitiva platónica eclesiástica de Oscar Wilde, que Umberto Eco, húbolo de saber, y que aparece en el Eclesiastés Antiguo Testamento: “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará”. Lo que indica que la lectura es inmortalidad hacia el atrás de tendencia hacia el estás y de trascendencia hacia el estarás. A menos que lloviznara manara, como decía Joselo, y que Umberto Eco, húbolo de saber que abroquelámosnos en lo que decía Octavio Paz: “No soy el que fui hace un instante, y saberlo me ata a ese desconocido que fui”. No obstante y sin embargo la eterna noria notoria dinámica del movimiento cíclico espiralino sinusoidal real histórico ludovicosilvaiano eclesiástico, pretérito presente porvenir, y ya sea por la calle del orco del ogro y por la calle del horco del demonio, en que hase de estar siempre por las calderas del miedo de la cristiana Cristina, el medio aristotélico profundo, el presente, de los hechos en entera ejecución y de los acontecimientos en pleno desarrollo, síntesis intelectual esencial, difícil de aprehender y difícil de aprender, entre la tesis y la antítesis, que deviene de la noche de los tiempos, orco y horco de los Vedas, de Homero de Heráclito y del mismísimo Buda, de las contradicciones, de las sucesiones alternadas tensas armónicas simultáneas contradictorias, una lucha de contrarios, lucha y paz, tanto como lo iniciático y lo antiiniciático, en que confúndense el comienzo y el fin, que enciéndense y apáganse, y por la calle de en medio, el medio, la indeterminación védica profunda, el medio aristotélico abismal, entre el ser y el noser, entre el exceso y el defecto, en grafía pintoresca blanquinegra del yin y del yang, que surgen de la sombría penumbra whitmaniana, hasta Hegel y Marx, de la unidad y lucha de contrarios, de la tesis y de la antítesis, de la nueva orientación conceptual suprema de la modernidad ilustrada originaria einsteiniana irónica apocalíptica satírica ecoiana pendular, la sintética síntesis trascendental superior.

Ahora, quién escápase de la cadena de implicaciones del Eclesiastés, quién escápase de la cadena de implicaciones de Oscar Wilde, quién escápase del edípico Edipo de Jorge Luis Borges. Ninguno, por cierto. Ni los mas y más, poetas sensibles irresponsables, mas y más, de las formas significativas conmovedoras, en la fuga huidiza evasiva rinconada, que no hípica venezolana del Potro Álvarez entre el orco y el horco, caballo de Troya, de las mesas de los juegos de las fiestas patronales de San Carlos, del día del patrono San Carlos Borromeo, que nunca aparecía el caballo de Troya sino el trompo, la trampa del dueño del coso negocio, y, como tiénese dicho, la poética fuga huidiza evasiva rinconada, en que la palabra labra liberadora abracadabrante unamunoiana salvadora de los poetas felices macarios benditos.

Con digresión y sin digresión, la lectura es inmortalidad hacia el atrás, tendencial hacia el estás, y trascendental hacia el estarás. Atestaciones avisadas ejemplares advertidas, bien puestas en el Quijote (I, 9): “Es la historia depósito de las acciones, madre de la verdad, émula del tiempo padre de la verdad, testimonio de lo pasado, aviso y ejemplo de lo presente y advertencia de lo porvenir”. La historia madre de la verdad, aviso y ejemplo de lo presente, el hecho, el acontecimiento, el suceso, lo posible, lo real, lo experiencial, en medio entre lo pasado y lo futuro, en el lugar de los hechos de los sucesos de los acontecimientos, en que vuélvese al Quijote (I, 21): “La experiencia es madre de las ciencias todas”. La experiencia, lo presente, lo real, lo posible, lo experiencial, lo ejemplar, lo avisar, el hecho, el acontecimiento, el suceso, el pan nuestro de cada día del apóstol evangelista cristiano Mateo (6,11). La experiencia, el presente, por la calle de en medio, entre el pasado y el porvenir. La experiencia el presente es continente que contiene los contenidos del pretérito y del porvenir. La experiencia el presente es continente que contiene los contenidos de la lectura como inmortalidad hacia el atrás y de la lectura como trascendencia hacia el estarás. Que Umberto Eco, húbolo de saber, y que como William Faulkner, hubo de leer al Ingenioso Hidalgo, mas y más de mil veces, y mas y más, el Quijote (I, 9). Que hubo de leer, Umberto Eco, asina asín así, al apóstol evangelista cristiano Mateo (6,11). Y que Johan Hessen, supiera conjugar con aprovechada definición de la filosofía como verdad hesseniana profunda difusa entre el entendimiento y el espíritu ético estético, Hessen, el hombre de las siete “e” filosóficas, en similaricadencia tautológica repetitiva platónica de las siete eles de Luis Loreto Lima la lanza libre libertadora, el guerrillero tinaquero de las huestes del Mocho Hernández, que enfrentárase a las tropas de Juan Vicente Gómez en las alturas de Tocuyito, frontero al Campo Carabobo Bicentenario.

Con divagancia y sin divagancia, la lectura es inmortalidad hacia el atrás, tendencial hacia el estás, y trascendental hacia el estarás. En que lo tendencial hacia el estás es medio aristotélico profundo del exceso y del defecto en la Gran Moral de Aristóteles, medio en que ha de estar Mateo (6,11), asina asín así, Quijote (I, 9) y Quijote (I, 21). En que lo tendencial hacia el estás es medio aristotélico profundo del tercio incluso y del tercio excluso en el Tratado Lógico Órganon Oxímoron del filósofo de Estagira, en que ha de estar Mateo (6,11), que no de otra suerte que como asina, Quijote (I, 9) y Quijote (I, 21). Quién escápase de la cadena de implicaciones del Eclesiastés, quién escápase de la cadena de implicaciones de Oscar Wilde. Ninguno, por cierto.

Si la lectura es inmortalidad hacia el atrás, es tendencial hacia el estás, y es trascendental hacia el estarás.

Entonces sea dicho que lo tendencial hacia el estás es lo experiencial, lo presente, lo posible, lo real, lo ejemplar, lo avisar, el hecho, el suceso, el pan nuestro de cada día del apóstol evangelista cristiano Mateo (6,11), en el lugar de la comilona y de los acontecimientos. Ergo vergo sea dicho que la lectura como inmortalidad hacia el atrás, como tendencial hacia el estás, y como trascendental hacia el estarás, son contenidos que contiene el continente Quijote (I, 9). Ergo vergo sea dicho que la lectura como tendencial hacia el estás es contenido que contiene el continente Quijote (I, 21). Ergo vergo sea dicho que ninguno, por cierto, no hase de escapar, de la trama del es del será y del fue, de la cadena de implicaciones del Eclesiastés y de Oscar Wilde, en que somos Edipo y de un eterno modo, la larga y triple bestia somos todo lo que seremos y lo que hemos sido. Ergo vergo sea dicho que hay que estar agradecido como buen nacido, por la calle de en medio, entre la calle del Orco de Maríalcira y la calle del Horco del poeta griego caballo troyano caballero Homero, por esta repugnante lata perorata paraulata llanera cojedeña, eco vivo de Luis Argenis, el hijo de Lucrecia Eladia Lima Flores de las huestes genéticas de Luis Loreto Lima, en el nombre del páncreas del hígado y del espíritu santo, el aguardiente de las tres cruces del botiquín, tomo y obligo, de Fabián Aguilar. Ergo vergo sea dicho que, Lucrecia Eladia, la progenitora de Miguel Homero Balza, estará arribando los 94 años el próximo 18 de febrero, erguida y lúcida la decidora delgadita “I” latina pequeñita blanquecina campesina guerrera de Luis Loreto Lima y bracera tinaquera. Ergo vergo sea dicho que estaremos celebrando quizás y sin quizás, con espíritu santo de eco vivo, por culpa de la inmortalidad hacia el atrás, de la irónica apocalíptica satírica ecoiana en el nombre del padre de la rosa y del apocalipsis en Umberto Eco de lo iniciático y lo antiiniciático. Ergo vergo sea dicho que así sea, amén y amén ¡Gracias Maríalcira!


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Miguel Homero Balza Lima


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