El capitalismo ultra liberal ha querido plantear reiteradamente un dilema, la contradicción Estado versus Mercado, colocando un debate superfluo, pero queriendo aprovecharse de la situación para desplazar las fuerza del estado, y en su defecto colocarlo a su disposición, los resortes de regulación para ensanchar la ganancias de las empresas, lo cual afirma que en la crisis estructural del capital, se sirve del Estado, por lo que es un juego, una excusa dicho dilema solo para servirse de las palancas del Estado, apoderarse del mismo, abandonando la línea liberal para pedir apoyo y auxilios de los resortes del Estado y sus palancas de políticas económicas.
En las circunstancias actuales del corona virus, del Sarc Cov2, es interesante el argumento de “el tradicional periódico financiero Londinense “The Financial Times”, que expresa los intereses globalistas (Soros/Rothschild/), describe que el Globalismo unipolar se aleja de su “línea liberal”-global (neoliberal) para pedir ahora "cambios radicales": una mayor presencia de los Estados en medio de la pandemia por el coronavirus. Cuidado, son “estatistas” a la hora de exigir su asistencia para que resuelva su crisis. Luego pedirán “libertades” para crecer con los medios del Estado y los beneficios para sí. Lo que importa entonces, es observar sus pasos en la controversia de estos días” (Dierckxsens y Formento; 2020, en Castro, Roque).
Ni que se diga del papel garante del Estado al servicio de las instituciones capitalistas internacionales tales como el FMI, OMC, BM entre otros que con sus medidas de desregulación, desnacionalización, desestatización y privatización tratan de aseguran las condiciones de reproducción del capital. En Venezuela hemos frenado dichos procesos, sin embargo bajo condiciones de bloqueo económico y financiero, se ha “flexibilizado” o liberalizado la economía, por ejemplo ante la escasez de papel dinero, el uso del dólar, (como válvula de escape dice el Presidente N. Maduro), lo cierto es que el las oscilaciones del tipo de cambio del dólar en relación al salario viene destruyendo el poder adquisitivo del trabajador.
Actualmente, a inicios de abril del 2021, el Presidente Maduro ha adoptado algunas medidas recientes, bonos para el sector formal de la economía y el sector informal, aparte de decretar la inamovilidad laboral y cubrir las nominas laborales de determinadas empresas para sostener la inamovilidad, subsidiando con ello, los costos de salario a la empresa privada y a los trabajadores por cuenta propia. Cadmin señala que “la pandemia de Covid 19 provocó que en el primer semestre de 2020 los salarios mensuales de dos terceras partes de los países se redujeran o crecieran más lentamente. Además, es probable que en el futuro cercano la crisis ejerza una inmensa presión a la baja sobre los salarios. Los efectos más adversos de la crisis se han hecho sentir en el salario de las mujeres y de los trabajadores con remuneraciones más bajas”. (Cadmin, E, 2020).
El covid 19 y las políticas de radicalización del confinamiento social han incidido en el aumento de la pobreza, en Venezuela existe un grueso sector informal, aproximadamente, 4 millones de trabajadores, cuando paralizan actividades por ejemplo mercados populares, ven disminuir sus ingresos y sustento familiar, todo por cuanto no se han creado espacios de trabajo capaz de absorber dicho sector laboral. Sin embargo el covid 19 no es excusa de la situación deplorable de los salarios de los trabajadores. Por ejemplo veamos que “…antes de comenzar la pandemia de Covid-19 a nivel mundial, 266 millones de personas –el 15 por ciento de todos los asalariados del mundo– percibían una remuneración inferior a la del salario mínimo por hora, ya fuera a causa del incumplimiento de la normativa pertinente o porque su ocupación estaba excluida de la misma”.
Actualmente en Venezuela no ha estado ajena a dicho proceso, a una remuneración inferior, por debajo de la canasta mínima, trabajadores en distintas áreas del sector público, así como personal docentes, perciben o poco más o menos de tres dólares mensuales, sin perspectivas de actualización o indexación al nivel de los precios, teniendo que el Gobierno subsidiarlo mediante bonos del Plan de la Patria, bajo estas circunstancia del bloqueo criminal y la pandemia del covid 19, está creciendo las desigualdades sociales, esto desde enfermar por el Sarcs Cov 2 y las dramáticas consecuencias hiperinflacionarias a causa de la guerra económica, sumiendo en pobreza extrema y moderada la situación de los trabajadores y su familia.
¿Que nos indica la economía política de la clase trabajadora?, adoptar decisiones a tono con los intereses de los trabajadores, el Estado debe definir actualización de las pensiones y jubilados, indexar los trabajadores, todo ello dentro de la economía digital, apelando al uso del bolívar digital. No podemos seguir perjudicando a los trabajadores con la inacción del nivel del salario estancado en cuanto a su poder adquisitivo. Pero no, se opta por subsidiar a los trabajadores y a ayudar a las empresas para pagar nóminas laborales, estimulando al capital.
Nos preguntamos porque en revolución bolivariana, el Gobierno de Maduro subsidia el capital, flexibiliza los precios, dolariza la circulación, permite apertura en dólares en la banca pública, se hace ineficaz frente a la destrucción del poder adquisitivo del bolívar, ¿que puede hacer en situación de caída de las divisas, bloqueo financiero y económico?.Tiene que sin titubear tomar decisiones de política económica, como aumentar los impuestos a la riqueza, congelar precios y salarios, establecer una salario de contingencia a tono con la adquisición de cesta que cubra no solo los alimentos sino también otros gastos sociales. Por ejemplo; existen empresas privadas que pagan 80 y más de 100 dólares al mes, lo mismo debería homologar el sector público respaldado en el Petro el salario.
De acuerdo con Marx, la inflación no es más que un mecanismo redistributivo entre el salario y el capital, el aumento de precios sube las ganancias, un mecanismo para financiarse, de apropiación del excedente económico que induce a concentrar la riqueza a costa del empobrecimiento de los trabajadores, dicho mecanismo se ve acicalado con el tipo de cambio de dólares por bolívares lo cual refuerza la distribución de la plusvalía relativa. Al respecto la revolución bolivariana debe tomar carta en el asunto, no vacilar, ello significa perdernos, ver con indolencia la súper explotación de la fuerza de trabajo, la concentración de riqueza la cual la revolución bolivariana está siendo testiga antes su propia narices.
De no actuar el Presidente estaría siendo cómplice de la explotación del capital, desacreditando la revolución bolivariana, condescendiente con el capital, con la conciliación de clases, “tranquilizando la economía del capital”, hacer funcionar el capitalismo domestico con su lógica de producción y ganancia, es decir pretende “normalizar el capitalismo”, como dice Gambina creyendo que: “No hay solución anti-inflacionaria bajo el orden capitalista sin subordinación de las clases subalternas a una lógica de producción y acumulación que definen los grandes capitales, aun en procesos en crisis mundiales como los actuales. Por eso es una cuestión sistémica, que se manifiesta en la disputa por el excedente económico, afectado en tiempos recesivos” (Gambina, 2021).
Al trabajador venezolano no le queda otra que el disciplinamiento social, el ajuste del cinturón, mientras que el capital acumula grandes ganancias libremente gracias a la revolución bolivariana. Entonces definir una política anti-inflacionaria pasa necesariamente por enfrentar el dilema salarios-precios y ganancia, bien sea: “supone una confrontación con los dueños del poder, con base en la distribución progresiva del ingreso y de la riqueza, algo que el poder no está dispuesto a resignar, tal como se observa cuando se discuten impuestos a las grandes fortunas para atender las emergencias de nuestro tiempo”. (Ibídem).
Viviendo las emergencias de covid 19 no es posible que el sacrifico únicamente lo hace el pueblo, el sacrificio social, mientras que el capital devora los salarios, los subsidios, y el gobierno como si no pasara nada, acostumbrados a sortear los problemas fácilmente, con la renta petrolera, ahora en su ausencia, está como desarmado, no es capaz de asumir una política redistributiva de la riqueza, del salario-capital, aún cuando no ha disminuido el gasto social, es cada vez escuálido el presupuesto público, afectado también por la desvalorización del tipo de cambio. El capital no titubea, gobiernos de derecha en el continente toman medidas sin vacilar, aplican reformas estructurales como reducción del gasto social, congelamiento del salario, liberación de precios, devaluación de la moneda frente al dólar, en una palabra subordinación al poder imperialista.
En cambio los gobiernos progresistas les falta valor, capacidad de adoptar políticas económicas proletarias, que beneficien a los trabajadores, que atiendan las necesidades de la población, que desmercantilice los alimentos, los servicios básicos, los medicamentos, los conocimientos entre otros asociados a las condiciones de vida y el desarrollo social, intervenga el mercado sin pruritos, la compra y las venta de bienes y servicios para reproducir el metabolismo de la vida de la sociedad frente a la depredación del capital.
Creemos que no hay fatalidad política en las condiciones actuales de Venezuela, se puede hacer mucho en aras de la economía política de los trabajadores, por ejemplo a la par que se grava la riqueza o las fortunas, disminuir el iva a los consumidores de alimentos y fármacos, en las condiciones actuales no es posible sostener impuestos regresivos, regular la prestación de los servicios, capacidad regulatoria y de coordinación con la sociedad civil y las organizaciones sociales más allá de las redes clientelares, ampliar las fronteras económicas de los trabajadores, en particular el trabajo asociado, el trabajo emancipado.
Fuentes consultadas:
1.-Castro, Roque (2020). “Todos los caminos llevan al capital”. Alainet, 29-04-2020. https://www.alainet.org/es/articulo/206252.
2.-______________(2021). “La crisis de civilización, formas de dominación y alternativas”. https://www.alainet.org/es/articulo/211668
3.-Gambina, Julio. (2021). “La inflación en el debate teórico”. Alainet, 15-03-2021, https://www.alainet.org/es/articulo/211365
4.-______________(2021). “La intervención del Estado en el debate”. Alainet, 08-03-2021. https://www.alainet.org/es/articulo/211273
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