1.- Postrecitos de Huevos Chimbos:
* Llamo a mi gente de Venezuela a cuidarse, las cifras de coronavirus siguen siendo alarmantes en el mundo, y nosotros tenemos de vecinos a Colombia y Brasil, cuyos gobiernos irresponsables colocan sus negocios, el factor económico, por encima de la salud de la población. Además, no debe haber duda de que las manifestaciones y la masacre de Iván Duque contra su pueblo, elevarán el contagio tanto en su país como en el nuestro. La gente está regresando a Venezuela y en esos grupos viene gente infectada. Y muchos utilizan las “trochas” para evadir los controles sanitarios. Usen el tapaboca, lávense las manos, mantengan el distanciamiento social, son medidas sencillas que permiten preservar algo tan preciado como la vida de ustedes y la de sus familiares.
* Esta es la Venezuela revolucionaria, futurista, la que construye, reconstruye, soluciona, y nunca se rinde. El Plan Cayapa Heroica recuperó mil 735 equipos para las áreas de salud, agroalimentación, energía eléctrica, minería y telecomunicaciones. Luis Santos, profesional del Centro Nacional de Desarrollo e Investigación de Telecomunicaciones (Cendit), expuso que esos trabajos de reparación han permitido a la nación ahorrar más de 15.4 millones de euros. Y advirtió que muchos de los equipos fueron desincorporados por fallas y, al ser revisados por los técnicos y las técnicas, determinaron que solo requerían mantenimiento.
* Así son de petulantes y creído estos dictadores de la extrema derecha. Vean lo que dijo el traidor Lenin Moreno, expresidente de Ecuador: “Algún momento una persona me manifestó y me dijo de forma frontal: ‘ojalá tuviéramos un mejor presidente’. Yo le dije: ojalá tuviera yo un mejor pueblo también”. Ese bandido se encargó de tirar por la borda el gobierno progresista de Rafael Correa. En 2019 tuvo que declarar un estado de excepción ante las manifestaciones populares por la eliminación de los subsidios a los combustibles. Arrodillado al FMI intentó aplicar un “paquetazo” recortando el gasto social, reduciendo los salarios, incrementando el desempleo, aumentando los impuestos y, en 2020, las calles de ese país le dieron la vuelta al mundo llenas de muertos por el coronavirus… Fracaso total. ¡Ah!, pero según él, quien no sirve es el pueblo.
* La Unión Europea, la Organización de las Naciones Unidas y no se diga de la Organización de Estados Americanos, hacen unos llamados mediáticos temerosos sobre las manifestaciones de Colombia, para hacer creer que realizan el papel que les corresponde, y piensan que la comunidad internacional ya se considera servida. En el marco de la guerra santandereana, desde hace tiempo, hay en marcha una matanza de líderes sociales en las áreas rurales que invisibilizan la oligarquía y esos organismos multilaterales, y ahora reventó la masacre en las zonas urbanas. Deberían ejercer mayor presión, tomar medidas más contundentes, porque Colombia no puede seguir bajo esa narcodictadura de Iván Duque y Alvaro Uribe Vélez. El pueblo no puede descansar hasta que estos criminales abandonen el poder y salgan del Palacio de Nariño.
* Lo que llaman el Esmad de la Policía Nacional de Colombia no es un cuerpo creado con el objetivo de preservar el orden público, es un grupo élite entrenado para matar, que obedece a las órdenes de la oligarquía de ese país. De hecho, los funcionarios usan los chalecos al revés ocultando su identificación, le disparan a la gente indefensa a los ojos, destrozan con sus escudos vidrieras de bancos, tiendas, almacenes, para culpar de violentos a los manifestantes y esgrimir argumentos que justifiquen sus agresiones. Son policías de dictadores, como los Carabineros de Sebastián Piñera en Chile. Cuerpos conformados por asesinos.
* Contradicciones que producen las mentiras evidentes de los sectores que apoyan la narcodictadura en Colombia. Iván Duque aseguró que los recientes actos de violencia se encuentran financiados por mafias del narcotráfico, y hasta ofreció 10 millones de dólares por la colaboración efectiva para la identificación y captura de los autores de las protestas, mientras que el golpista Luis Almagro, secretario general de la OEA, y el traidor expresidente de Ecuador, Lenin Moreno, responsabilizan al presidente Nicolás Maduro. Aunque detrás de esas declaraciones está Duque; él es el principal cabecilla del narcotráfico en Colombia al servicio de la DEA, y con esas publicaciones busca esconder su participación en el negocio de la cocaína.
2.- La guerra interna de Colombia… Los oligarcas santandereanos nunca son culpables de nada. Si lo sabremos los venezolanos que los tenemos de vecinos. Son los mayores productores de cocaína del mundo y no tienen la culpa del narcotráfico; cuando se robaban los carros en Venezuela, los causantes éramos nosotros porque no los dejábamos robar. Ellos nunca. Sobran las evidencias de sus implicaciones en todas las conspiraciones y las intentonas golpistas contra la revolución bolivariana, y entre más pruebas surgen en contra de ellos, más lo niegan. Ahora la culpa de la masacre de la Policía de Colombia contra su pueblo no son los narcoparacos Iván Duque y Alvaro Uribe Vélez, sino el presidente Nicolás Maduro. La violencia en Colombia forma parte de su guerra interna que lleva 72 años. Lo de la reforma tributaria solo fue un elemento que, obviamente, atizó el descontento -ya exacerbado ante los desafueros de Duque gobernando para el narcotráfico-, porque son medidas antipopulares que se suman a la precaria situación económica y social del pueblo, pero el núcleo del asunto se traslada al asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, el 8 de abril de 1948. Recordemos que, a partir de ese magnicidio, se inició en Colombia una serie de protestas que comenzaron en la capital neogranadina y se extendieron a todo el país con el nombre de “El Bogotazo”. Y esas manifestaciones a su vez marcaron el inicio de un período sangriento que se denominó “La Violencia”. Durante esa etapa muchos campesinos crearon autodefensas armadas para protegerse de los ataques del Gobierno santandereano, y en medio de todo ese asedio que se prolongó por unos 16 años, llegaron al territorio conocido como La Marquetalia en Tolima, y fundaron la FARC. La oligarquía colombiana nunca respetó ningún trato ni acuerdo con esos grupos; mataron a varios integrantes del M-19, guerrilla urbana que se creó tras el triunfo fraudulento en unas elecciones presidenciales, que dieron ganador a Misael Pastrana Borrero sobre el candidato opositor Gustavo Rojas Pinilla, el 19 de abril de 1970. Y actualmente, después del proceso de paz que se suscribió en Cuba, han matado una buena cantidad de exfarc, en el marco de esa guerra. La matanza de líderes y lideresas sociales que levantan su voz contra la tiranía, también tiene que ver con esa misma violencia agudizada con Iván Duque y Alvaro Uribe, por sus estrechas vinculaciones con el narcotráfico y la DEA, el negocio de las armas que siempre está presente en esos conflictos… en fin… esa es historia conocida, aunque igualmente se sabía de antemano que, de las manifestaciones de Colombia, iban a culpar a Maduro en un intento desesperado por liberar de responsabilidades a Duque. Los primeros que declararon fueron el hampón Luis Almagro, secretario general de la OEA y, el traidor Lenin Moreno, expresidente de Ecuador. Pero hagan lo que hagan, ya no pueden quitarle la etiqueta de narcoparaco criminal a Iván Duque en el mundo, condición que lo hace acreedor de todo el repudio de su pueblo. Recordemos que llegó a la presidencia con votos comprados por el narcotráfico. Nunca tuvo la mayoría como candidato y tanta gente protestándolo en la calle así lo demuestran.
3.- Los opositores ladrones contra el nuevo CNE… No se trata de atacar por atacar, se trata de que cada vez la oposición terrorista se pone más en evidencia, y los venezolanos, incluso, la gente que lamentablemente aún los sigue, debe darse cuenta de que esos mismos delincuentes saben que, por lo menos, Guaidó y Leopoldo López, nunca van a llegar a Miraflores. Y que continúan haciendo daño, por cuanto quieren seguir robando los recursos de los activos de Venezuela en el exterior. Ese es su objetivo. No ven, amigos lectores, amigas lectoras, que por más que los descubran, no dejan de robar. Por eso, si todavía la Asamblea Nacional elige a Elliott Abrams como presidente del Consejo Nacional Electoral, lo protestan y lo llaman vendido. A ellos no les convienen elecciones, que nos levanten las medidas coercitivas y unilaterales que el Gobierno norteamericano nos impuso; no les conviene la paz, la reconciliación, a ellos les conviene el roce, el enfrentamiento, la violencia, mantener montado el tarantín de la presidencia interina, porque por esa vía encuentran argumentos que les permiten seguir robando con la mentira de que la plata es para beneficiar al pueblo oprimido, cuando ya está demostrado que ese dinero se lo reparten entre ellos y muchas veces, de forma inequitativa, cuestión que les ha valido fracturas y descontentos entre su propia gente. Por eso vemos que el exconvicto Manuel Rosales, a través de su banda UNT, rechazó la reciente designación de los integrantes del CNE; Antonio Ledezma, que igual coge su “chorro” en España, plantea que no es legítimo el nombramiento de los funcionarios del ente comicial, mientras que Carlos Vecchio, que es uno de los más ladrones, pretende hacer creer que las nuevas autoridades rectorales no modifican la realidad política nacional, en perfecta evidencia de que seguirán conspirando. Y, por supuesto, Guaidó, cabecilla de ese grupo hamponil, como era de esperarse, fue el primero que cuestionó al novedoso organismo votante… Allí queda claro que a esos bandidos no les interesa la paz, sino que siga el conflicto, para continuar pescando dólares en un ambiente que hacen turbulento en complicidad con los gringos.
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