Cáscara Amarga 427

El frontero límite límbico intercósmico

El frontero límite límbico intercósmico, que no cómico micomicón quijotesco irónico, existe y está entre el universo en expansión y el universo en contracción, existe y está en este siglo XXI, el frontero límite límbico intercósmico, en donde ha de darse el equilibrio dinámico dialéctico difuso, y, al través y en de por medio por la calle de en medio, existe y está, el medio maleoiano profundo en el trecho estrecho arrecho, como del dicho y del hecho, ahí, existe y está el frontero límite límbico intercósmico en el punto inflexivo topológico borroso, como si fuera la silla de montar del Libertador Simón Bolívar, de los casos límite contradictorios complementarios congruos, borrén delantero y borrén trasero, contra el decir de la ciencia del siglo XX, en que en el universo no existen fronteras ni direcciones, a mas y más, el físico del siglo XX, creía confiado con santa fe, en la armonía de las leyes físicas naturales, en que la luz es una constante y cúrvase en expansión. A mas y más, si el físico del siglo XX, creía en la armonía de las leyes físicas naturales, síguese que el físico del siglo XX, hubiérase margullido en el quiasmo río heraclitoiano, en el fluido fluvial contradictorio de las armonías simultáneas opositivas, mas y más, no fue asina en el siglo XX. Y, de haber sido cierto, el chapuzón en el quiasmo río efesoíta, a la sazón y entonces el físico del siglo XX hubiera reclamado, decididamente, el tercio incluso que le faltaba al tercio excluso como armónica simultaneidad contradictoria del principio del tercio excluso aristotélico. Y, este reclamo contumaz no sucedió, por culpa de, no de Don Quijote, que tenía claridad diáfana de los semejantes y de los antípodos como él los llamaba a los opuestos, sino por culpa de Aristóteles que arrumbara al tercio incluso por mas y más de 3.000 años, hasta la voladura de las Torres Gemelas Neoyorquinas en este siglo XXI, el día de la Virgen de la Coromoto Venezolana, el 11/09/2001. Y, helo ahí, el rezagamiento de la física y de las matemáticas, y, que ahora en el siglo XXI, ha de hablarse de tercio excluso y de tercio incluso, como casos límite contradictorios caliginoso complementarios congruos coordinados, con medio maleoiano profundo en trecho estrecho arrecho, como del dicho y del hecho, en repetitivos insistentes circulares inacabables, tanto como si fuera dicho y hecho, tanto como si fuera lo cuantitativo y lo cualitativo, tanto como si fuera los valores jerarquizados y los valores polarizados, tanto como si fuera la posición y la velocidad, tanto como si fuera el concepto y la metáfora, tanto como si fuera el exceso y el defecto, tanto como si fuera el tercio excluso y el tercio incluso, tanto como si fuera tesis y antítesis, tanto como si fuera lo consciente y lo inconsciente, tanto como si fuera la partícula y la onda, tanto como si fuera la materia y la energía, tanto como si fuera el campo gravitacional y el campo electromagnético, tanto como si fuera la certidumbre y la incertidumbre, tanto como si fuera la determinación y la indeterminación, tanto como si fuera la esperanza y la desesperanza, tanto como si fuera la convicción y la no convicción, tanto como si fuera lo visible y lo invisible. Asina ansí asín así el universo en expansión y el universo en contracción en equilibrio dinámico dialectico difuso al través y en de por medio por la calle de en medio el movimiento maleoiano profundo en trecho estrecho arrecho, como del dicho y del hecho, al través y en de por medio, a mas y más, en equilibrio dinámico dialéctico difuso, siempre, en el medio maleoiano profundo, en correspondencia biunívoca con del movimiento uniforme y el movimiento no uniforme en el frontero límite límbico intercósmico.

Con digresión y sin digresión, en el universo en expansión en que la luz es curvada arqueada doblada, que es una de las condiciones de lo expansivo, no ha de existir un patrón referencial absoluto estacionario y en el universo en contracción en que la luz es tragada ingurgitada engullida, que es una de las condiciones de lo contractivo, no ha de haber un patrón referencial absoluto estacionario, asina ansí asín así sí ha de haber un equilibrio dinámico dialectico difuso, del universo en expansión eisteiniano y del universo en contracción maleoiano, ha de haber siempre un movimiento maleoiano profundo en trecho estrecho arrecho, como del dicho y del hecho, en lo frontero límite límbico intercósmico.

Con divagancia y sin divagancia, lo frontero límite límbico intercósmico, del ser y del no ser, o sea, del universo expansivo einsteiniano y el universo contractivo maleoiano, lo frontero límite límbico intercósmico, ha de verse en una repetitiva insistente circular inacabable grata grafía gráfica en lienzo pictórico blanquinegro del yin y del yang, ha de verse tanto como del contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño cóncavo convexo, ha de verse tanto como la compositiva hoja blanquinegra legeriana, ha de verse tanto como la parábola cúbica picassoiana, ha de verse tanto como la lemniscata bernoulliana, ha de verse tanto como las pareadas pirámides paradójicas cogidas por los vértices del Teorema de Kelsen, ha de verse tanto como el cuadrángulo rectángulo del Teorema de Sócrates y del Teorema de Pitágoras, ha de verse tanto como el borrén delantero y el borrén trasero de la topológica silla de montar del Libertador Simón Bolívar. Y el callo libertario bolivariano ha de estar entre dos luces una que es doblada y la otra que es tragada, la luz en el universo en expansión y la luz en el universo en contracción, y, en de por medio la luz maleoiana profunda, en que cada una de las gráficas representan una grafía grafica gratificante, en que el punto inflexivo topológico borroso de las gráficas está representada por la cósmica luz maleoiana profunda, que no cómica, en el frontero límite límbico intercósmico irónico, que no cómico micomicón quijotesco irónico.

Con concordancia y sin concordancia, entre el ser y el no ser, o sea, entre el universo expansivo einsteiniano y el universo contractivo maleoiano, entre natura y persona, entre la geometría y el álgebra, ha de estar el frontero límite límbico intercósmico, que no cómico micomicón quijotesco irónico, ahí se resuelven todos los aspectos límbico antagónicos ambiguos, en la slash diagonal contrarrecíproca ad absurdum mayéutica del teorema directo y del teorema indirecto en el cuadrángulo rectángulo del Teorema de Sócrates Pitágoras Kelsen. En el frontero límite límbico intercósmico, que no cómico micomicón quijotesco irónico, ahí ha de existir la tendencia y ha de existir la trascendencia en síntesis intelectual matemática esencial en que resuélvense todos los aspectos límbico antagónicos ambiguos, en la optimalidad ortogonal pitagórica maleoiana, ha de estar la solución viable aguardada maleoiana, la mejor resultante esperada maleoiana, el mejor resultado deseado maleoiano, la resolutiva optimalidad pretendida maleoiana, y, que es con la tangente con la que se tiende y con la que se trasciende, en la sombría penumbra whitmaniana del yin y del yang, con la tangente que pasa por la jeta del seis y por la jeta del nueve del contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño cóncavo convexo como si fuera la slash diagonal contrarrecíproca ad absurdum mayéutica del teorema directo y del teorema indirecto en el cuadrángulo rectángulo del Teorema de Sócrates Pitágoras Kelsen, y, que mas y más, en donde ha de estar la verdad socrática profunda que es de tendencia y que es de trascendencia entre la geometría y el álgebra, casos límite frontero límbico contradictorios caliginosos complementarios congruos coordinados.

Si el frontero límite límbico intercósmico, que no cómico micomicón quijotesco irónico, existe entre el universo en expansión y el universo en contracción, existe en el trecho estrecho arrecho, como del dicho y del hecho, existe ahí, en el punto inflexivo topológico borroso, existe en la silla de montar del Libertador Simón Bolívar. Entonces sea dicho que los casos límite contradictorios complementarios congruos, borrén delantero y borrén trasero de la silla de montar del Libertador Simón Bolívar, y, el punto inflexivo topológico borroso, el frontero límite límbico intercósmico, ha de ser el responsable del callo libertario en el culo del Libertador Simón Bolívar. Ergo vergo sea dicho que el frontero límite límbico intercósmico y el callo libertario del Libertador Simón Bolívar, van de modo categórico contra el decir de la ciencia del siglo XX en que en el universo no existen fronteras. Ergo vergo sea dicho que a mas y más, el físico del siglo XX, creía confiado con santa fe en la armonía de las leyes físicas naturales. Ergo vergo sea dicho que la luz es una constante y cúrvase en expansión. Ergo vergo sea dicho que a mas y más, el físico del siglo XX, hubiérase margullido en el quiasmo río heraclitoiano de las armonías simultáneas opositivas. Ergo vergo sea dicho que a mas y más, el físico del siglo XX, hubiérase tomado un chapuzón en el quiasmo río efesoíta. Ergo vergo sea dicho que a mas y más, el físico del siglo XX hubiera reclamado, decididamente, el tercio incluso que le faltaba al tercio excluso del principio del tercio excluso aristotélico como armónica simultaneidad contradictoria. Ergo vergo sea dicho que a mas y más, el físico del siglo XX no reclamó contumaz el tercio incluso. Ergo vergo sea dicho que a mas y más, el físico del siglo XX fue víctima del principio del tercio excluso por culpa de Aristóteles. Ergo vergo sea dicho que a mas y más, el físico del siglo XXI, ha de hablar de tercio excluso y de tercio incluso, como principio lógico maleoiano, como casos límite contradictorios caliginoso complementarios congruos coordinados, con medio maleoiano profundo en trecho estrecho arrecho, frontero límite límbico intercósmico, que no cómico micomicón quijotesco irónico.



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Miguel Homero Balza Lima


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