El pueblo venezolano debe rechazar en su totalidad, el intento del gobierno de Estados Unidos (EEUU) de desacreditar las elecciones regionales y municipales celebradas el pasado domingo 21 de noviembre, en Venezuela. El gobierno de Estados Unidos cree que puede decidir en contra del libre albedrío del pueblo. Venezolano. Creen que es el primer y único votante en todos los países del mundo, cuando en verdad, es la primera amenaza a la paz internacional. Tal agresión la expresó el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinden, quien afirmó que en las megaelecciones, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, supuestamente ha privado a los venezolanos, el derecho a votar de forma libre y justa. Dónde están las pruebas, como fueron los hechos para privar a los venezolanos para que no votaran, esta es una versión que no es creíble, es decir una mentira lo dicho por el secretario de Estado de EE.UU.
El gobierno de los Estado Unidos, solo reconoce las elecciones cuando sirve a sus intereses, y cuando no cumple con sus expectativas, impone agresiones y sanciones y usa la salud y el hambre contra los pueblos. Es una agresión racista, ilegal, antinacional y contra todos los principios democráticos, el actual gobierno estadounidense utiliza el mismo supremacismo colonial y racista de Donald Trump, que no ha cambiado en dos siglos. Las elecciones regionales y municipales contaron con la participación de más de 300 delegados internacionales de observación, acompañamiento y veeduría, entre ellos el de la Unión Europea (UE), que en sus conclusiones preliminares indicaron que se trató de un proceso transparente, rápido y brindó confianza, así como garantías a la población. De acuerdo con el segundo informe del Consejo Nacional Electoral (CNE), la participación fue de 42,26%.
El pueblo de Venezuela derrotó este domingo pasado el plan violento que en los últimos años ha promovido la ultraderecha venezolana, con apoyo de los Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá. La derrota es significa que incluso ha generado acusaciones entre un supuesto liderazgo, que confiesa que el Chavismo, los derrotó en las megaelecciones realizadas el 21 de noviembre, en el renglón de gobernadores con un 88%, este 21 de noviembre, la derecha terrorista se quedó sin política y sin argumentos. El pueblo habló con contundencia, fuerza y convicción. Todo lo que se haga en política por la vía del voto será acompañada por los venezolanos, y todo lo que se vaya por derroteros oscuros, para buscar algún beneficio político morderán el polvo de la derrota, expresó Rodríguez que desde el punto del voto castigo, si lo hubo, fue para los gobernadores y la gobernadora que ganó la MUD, en las regionales del año 2017: Nueva Esparta con Alfredo Díaz; Anzoátegui con Antonio Barreto Sira, en Mérida con Ramón Guevara y Táchira con Leidy Gómez.
La oposición venezolana ha dado muestras de descomposición tras las elecciones del pasado domingo. Su fragmentación ha abonado la victoria del chavismo, que ha contado además con un Chavismo organizado, con una maquinaria y la apatía de los votantes. El presidente Nicolás Maduro ha mantenido un liderazgo y popularidad, reconocido por las bases de los Bolivarianos, suficiente hasta ahora, para imponerse. Sus adversarios deben ahora recomponer el tablero si no quieren que se mantenga en el Palacio de Miraflores hasta 2024 o incluso más allá.
La MUD trató de aglutinar en esta cita electoral el antichavismo, sin éxito a la vista de los resultados. La MUD representa a los partidos tradicionales y no quiso establecer alianzas con líderes regionales, más consolidados en algunos Estados, por considerarlos cercanos al chavismo.