Con mucha delicadeza, además de emocionante entre muchos enseres que acumuló como político inteligente sin descuido, ufano y atrevido no aguerrido, viviendo mal en Madrid con todo a su alcance, con canas camufladas de poca vergüenza, teñidas quizás de buenos años como hombre de acción y de poder bien balanceado, viene o llega a nosotros antes que finalice este año con coronavirus en el mundo que, hasta embajador en Colombia fue de "la República Guaidó-ana de Venezuela" nada parecida a la República de Platón, donde dormía con un ojo abierto, por lo que se vio en la alarmante necesidad, nada intrínseca, de renunciar a su meritoso cargo cuando, abrió el otro ojo y observó que, alguien más vivo que él, pero no más ducho, se valía de sus virtudes ariscas para atornillarse a la corrupción que otros no veían, y él enredado de muchos pareceres con principios lejanos los delató cuando, dijo, y lo mantuvo: señores, hasta aquí me trajo el río de la no injerencia de que se agarren lo ajeno como ayuda humanitaria y pellizcos a Monómeros más de la cuenta, por lo que renuncio y ahora sueña que todavía Guaidó no puede ni debe dejar de ser presidente, aunque sea interino, que es lo de menos y, tiró al aire a través de Politiks sus comentarios y condiciones de hombre probo, luchador hasta su muerte que, le duela a quien no lo cree fue: expresidente de Pdvsa y de la Opep, ministro de Energía y Minas, canciller de Venezuela durante el segundo gobierno de CAP, quizás, uno de los gobiernos más democrático y genial en capacidad y observación de incorruptibilidad y próspero en la región que, antes de llegar a su mandato, CAP brincó muchos charcos y caminó como un loco apurado, para mayor mérito. Lo que no se sabe y todavía está en veremos es si fue mejor que Rafael Ramírez en la administración de la ética de la repartición de lo que creyeron que era de ellos.
Y que fue lo que dijo, el Dr. Calderón Berti en Madrid, para mostrarlo con bombos y bombones de paciencia a la publicidad:, una parte de la larga entrevista de que, no todo fue malo con Guaidó y por qué debe seguir con su cargo de interinato presidencial:
-Julio Borges renunció a su cargo como Canciller del interinato. ¿Se acabó el gobierno interino? -respondió:
Yo no creo que el gobierno interino haya terminado. El Estatuto de la Transición es suficientemente claro: el presidente Guaidó continúa al frente del gobierno interino. Desde el punto de vista jurídico es quien tiene la continuidad.
Creo que es fundamental que haya una separación de poderes clara y determinante. El gran problema del gobierno interino fue la confusión tan grande que hubo entre un gobierno parlamentario y un gobierno del parlamento. No tuvimos un gobierno parlamentario, tuvimos un gobierno del parlamento. Un gobierno donde los parlamentarios de todos los partidos, sin excepción, pretendieron intervenir en los aspectos ejecutivos de la administración.
Vean ustedes lo que ocurrió en el caso de Monómeros. Al comienzo, se trató de tener unos ejecutivos y directores de la empresa que fueran profesionales de la petroquímica. Pero eso duró muy poco tiempo y se sustituyeron por activistas políticos.
Hubo un reparto entre los dirigentes de los partidos del G4 para copar no solamente los cargos directivos, sino también los cargos gerenciales. Los resultados están a la vista: un rotundo fracaso.
El asunto central de todo esto es que hubo una generación que accedió a una parte del manejo del Estado, porque la otra parte la tiene el régimen, que no tenían ninguna experiencia en el manejo de los asuntos públicos. La Asamblea era para legislar, controlar; no para ejecutar.
Se desdoblaron tratando de ejecutar, poniendo activistas políticos que no tenían la formación, las calificaciones y los conocimientos del negocio. Fue un error de diseño desde el comienzo
Y siguió: -Ahora lo que nos queda a los venezolanos es Guaidó. Lo razonable es que exista a partir de enero un gobierno interino distinto. No puede ser que el G4 tenga el monopolio del poder en Venezuela.
-Hay muchos sectores de la sociedad venezolana, de otros partidos políticos, independientes con calificaciones de las academias, gremios profesionales, gente muy importante en Venezuela que podría ayudar.
-Lo que debería hacerse es un Grupo Ejecutivo en torno al presidente que se encargue de algunas tareas. Luego, un Comité Político de 15 a 20 personas, figuras de respetabilidad, honorabilidad y de conocimiento, que asesoren al presidente y se reúnan periódicamente. Finalmente, una Comisión Delegada para que controle y legisle.
-¿Qué es lo que debe haber en torno al presidente Guaidó?
-Gente que se encargue de distintos sectores. Alguien que se encargue de la política internacional, dado que el apoyo internacional no solo hay que mantenerlo sino, si es posible, aumentarlo. Un grupo que se encargue de las cuestiones internas de Venezuela, para que traten de canalizar, por ejemplo, la ayuda humanitaria.
Hay muchos países que quieren ayudar a los venezolanos que están en el territorio nacional. Debería haber un grupo encabezado por una persona que se encargue de eso. Igual con el tema de los migrantes.
Hoy, tenemos 6,5 millones de migrantes que están en todas partes del mundo. Algunos están pasando mucho trabajo porque esa gente requiere una atención por razones humanitarias y de solidaridad social. Esa gente no se puede abandonar.
Que los migrantes venezolanos sepan que hay un gobierno interino que se preocupa por sus necesidades.
Recientemente, dijo que "Juan Guaidó debe contar con una verdadera independencia como presidente interino". ¿Podría profundizar al respecto?
El presidente Guaidó tiene que escoger un grupo de siete u ocho personas para atender estas áreas que te mencioné, cada uno de ellos con su propio equipo. ¡Pero debe designarlos él!
Yo fui Ministro muchos años, ¿y quién me nombró a mi? El presidente de la República. ¿A quién le rinde cuentas el presidente Guaidó? A la Asamblea Nacional.
¿A cuál AN?
Mejor que una guacharaca no pudo cantar -HCB- desde Madrid. ¿Se dan cuenta que poco fue lo que dije de él de lo tanto que decir sobre ese personaje, algo se le pegó de CAP