Para uno orientarse y tomar decisiones acertadas nada mejor como conocer la verdad, la realidad, o al menos aproximarnos a sus líneas maestras, a su conocimiento aunque parcial porque nunca sabremos todo acerca de la escurridiza verdad; mas, sobre manera es la mar importante conocer hacia donde se mueve esa realidad de la que siempre quedan aristas invisibles inclusive para el más agudo observador.
Venezuela anda en paz pese al sistemático acoso de la guerra bestial desatada por el enemigo imperial y la llamada Unión Europea contra nosotros pero esa paz parece afianzarse dada la determinación de los venezolanos, salvo algunos lunares, de sortear escollos y vivir en paz porque sin paz no hay desarrollo democrático que valga.
La paz no cae del cielo, la paz hay que ganarla con lucha revolucionaria y eso es lo que hacemos los bolivarianos pero, hay apátridas entre nosotros mismos y quienes se ponen al servicio lacayo del enemigo; Locoldo López y su cohorte de serviles, entre no pocos andan con el yesquero del Diablo tratando de encender las calles, atacando el servicio eléctrico y tratando de llevarnos a una fratricida confrontación innecesaria.
El citado sujeto al parecer se ha paseado por Colombia, Perú, Chile, Nicaragua y pare de contar intentando prender la mecha contra Venezuela -su obsesivo dislate -pero al parecer tiene el pabilo mojado. Ese sujeto tan machón desde lejos no tiene bríos para dar la cara aquí sino que huye de la justicia venezolana, amparado por el reino de España y por los gringos.
Ahora los venezolanos tenemos la oportunidad de pasar un par de años dedicados al trabajo creador, constructivo, beneficioso para todos, pero se presenta la oportunidad, por cierto, forjada por la revolución bolivariana no por la IV, de intentar revocar al Presidente y que si bien es constitucional no es necesariamente oportuna, en principio porque quien lo intente se va desgastar innecesariamente, en vez de tratar de ganar fuerzas para que cuando llegue el 2024 muestre su "gallo muerto" o que, en su defecto, espere a que San Juan agache el dedo para ver si tiene chance.
Os advierto que un intento de revocar a Maduro, después de tanto julepe, sería un ejercicio masoquista para los atrevidos y ganas de prender el yesquero que el Diablo les puso en sus manos.
Si la oposición, que está enterrada hasta el cuello, usara la parte que tiene libre y se pusiera de acuerdo para el año 2024, tiraría una moneda al aire para escoger candidatura por descarte entre Guaidó, Locoldo, Ledesma, Rosales, Julio Borges, María Machado, Capriles, Falcón, Penélope, Chuo T, o etc; pero, en su defecto, podría escoger por consenso a Repúblico Franchesqui o al lexicógrafo H Ramos Allup.