El pueblo chileno a pesar de tener un salario mínimo optimo, su economía refleja determinantes clasificados en la producción, donde su matriz benéfica a la clase burguesa quien controlo a Michelle Bachelet cuando ejerció la presidencia en esa región sureña. La izquierda debe comprender el sistema de producción capitalista en El Sur y su esencia en la vida privada, que es el fundamento de la sociedad capitalista y encontramos limitaciones teóricas de la economía política clásica. Se debe entender que la propiedad privada aparece en la sociedad capitalista bajo la forma histórica objetiva del capital.
"El capital industrial- dice Karl Marx- es la forma objetiva, conclusa de la propiedad privada". El concepto del capital incluye las notas esenciales.: Es un stock o acumulación de productos que pertenecen a un individuo particular y le reportan una ganancia.
Tanto en México, Chile, Nicaragua y Venezuela hay un conjunto de hombres ajenos a los sistemas productivos que han formado capital con los fondos públicos del Estado y conformando pequeñas empresas fantasmas para manejarlo, más en el pueblo quien es manipulado para trabajar en ellas con un salario mínimo en bolívares, más nunca en dólares. Marx media un análisis clínico y niega el punto de vista aparentemente científico de la economía política y, más allá del capital propone la relación del trabajador con la propiedad privada y redefine la conexión del sistema administrativo con el gran Estado Social.
La economía política del Estado parte del hecho de la propiedad privada recorriendo marquetalias abstractas y genérales a las que luego presta peso de ley. Claro, la nueva izquierda no comprende estas leyes, es decir, no prueba como proceden de la esencia misma.
Los bolichicos, solo les interesa enriquecerse utilizando al pueblo como verdaderas mascotas de esclavitud y colonialismo.
Los proyectos hay que ejecutarlos y abrirse al campo del desarrollo industrial. Todo exige disciplina y sacrificio para el crecimiento social.
En Chile, la derecha ha cometido una diversidad de errores, pero el gran error del perdedor Katz, ganador de la primera vuelta, fie ignorar que en la Convención Constituyente participan 15 voceros de los pueblos originarios y, la cual es presidida por la académica Elisa Loncón, de origen mapuche. Otra locura de este candidato perdedor es que ignorando la caracterología étnica de América Latina proponía el abandono al convenio 169 de la OIT que consagra los derechos de los pueblos originarios y, ello significaría la prolongación del actual conflicto.
Jaime Guzmán, un abogado contratado por el siniestro Augusto Pinochet fue uno de los que redacto la Constitución que rige Chile y allí, se manifiesta que no se reconocen los derechos de esos pueblos y abandonar esos convenios internacionales ha traído hechos muy graves y de haber ganado, las consecuencias son peores.
Boric, de una manera inteligente maniobró bien, a pesar de ser joven en el campo político y logro conformar un directorio pluralista integrado por partes iguales y permitió una fluidez en las comunicaciones en la Pampa Argentina y los directorios de toda La Patagonia participaron junto a dirigentes sindicales y accionistas de empresas cárnicas logrando un acuerdo para el desplazamiento fuera de los limites de estos territorios de carabineros y fuerzas militares, estando comprometido en liberar los presos políticos de 2019 y defender las barricadas como un ideal de lucha.
Esto, basto para derrotar a la derecha, mirando más al sur de argentina.
Es claro que Leopoldo López y Juan Guaidó son un facsímil de lo mismo junto a Claudio Fermín.
Puede generarse un choque institucional si Katz gana la presidencia y cumple su promesa de negarse a ratificar la nueva constitución que surja de una asamblea mayormente opuesta a los postulados de la dictadura de Pinochet (para la cual trabajó el padre de Katz), cuyo legado este candidato defiende.
Katz, hijo de inmigrantes alemanes es católico ortodoxo, se opone al aborto y al matrimonio igualitario y ha interpretado las demandas de orden que surgieron tras las protestas. Y la derecha ha obtenido en la elección para Senado y Cámara un resultado muy positivo, superior a sus logros en la elección constituyente.
Desde el retorno de la democracia y por treinta años se turnaron gobiernos de centroizquierda, pero en medio de la reciente crispación las fuerzas se han polarizado de modo que el centro casi se ha debilitado y la candidata Yasna Provoste de centroizquierda quedó rezagada y vino la polarización
Chile, desde años atrás busca una vía democrática y no desea seguir coqueteando con el facilismo y vienen jornadas fuertes
Del pueblo chileno nos podemos fiar: ya ha dado suficientes pruebas de su buena fe. De los políticos y dirigentes, en cambio, solo nos queda cruzar los dedos y esperar que estén a la altura del momento histórico que ahora tienen la fortuna de vivir.
Las consecuencias de esta crisis -advierte- no serán pocas pues Chile perdió una reputación que le costó años construir. "La gran pérdida es reputacional. Chile ya no puede decir que es distinto del barrio donde vive", dice respecto a Latinoamérica.
Los proyectos políticos no son personales y dependen de varios equilibrios, y que uno consiga un grupo lo suficientemente heterogéneo y funcional para sacar adelante los desafíos que tenemos en frente
Una idea a la que se opone radicalmente el periodista chileno John Müller. Para este especialista en temas económicos e internacionales -y columnista de diarios como El Mundo o El Mercurio-, Chile hubiera despertado si su gente estuviera más "feliz".
Para muchos manifestantes, este país sudamericano "despertó"; despertó de un sistema de abusos que ha provocado desigualdad durante largo tiempo.
Una idea a la que se opone radicalmente el periodista chileno John Müller. Para este especialista en temas económicos e internacionales -y columnista de diarios como El Mundo o El Mercurio-, Chile hubiera despertado si su gente estuviera más "feliz".
Los principales académicos del mundo filosófico han venido analizando las conceptualizaciones entre el socialismo y el marxismo. Y qué relación tiene Rusia en la manera de concebir su socialismo. Ya no es el tiempo de dar limosnas, sino interpretar el Sur.
Ahora, los empresarios quieren encauzar a Fernández y a Boric que les dé prioridades a la Hoja de Coca para sus gaseosas y desplazar a Bolivia a un segundo plano, pero, Joe Biden suaviza sus relaciones con estos países y Venezuela para dinamizar su mercado latinoamericano.
Hay investigaciones satelitales que permitirán algunos acuerdos y, quizás Venezuela le entregue a Joe Biden los norteamericanos capturados en las costas de Maracay y, sabemos que los Estados Unidos tiene muchas tropas acantonadas en el Hemisferio Sur, pero, se empecinaron irse a Afganistán , Pakistán e Irak por recomendación de Hillary Clinton para ver sí controlaban el área del Mediterráneo y el Mar Negro, donde la OTAN busca presionar, pero, la realidad se encuentra en América Latina.
Hay conversaciones a diversos niveles y preocupación en torno a los signos vitales de seguridad nacional, por lo tanto, nos encontramos en una línea roja de expectativas.
La insistencia de Lloyd Austin en que Ucrania ingrese a la OTAN debe haber calado muy profundo en Moscú. ¿Cómo pueden esos norteamericanos ser tan burdos? Dirían algunos ¿Y ahora, con Boric? Por ello, la presencia en Venezuela del actor Steve Segal es clave para esa gran alianza latina con Rusia y la concepción de la Nueva Izquierda.
Alemania viene atacando a Rusia cerrando la ampliación de su Canal RT, que es garantía de credibilidad porque quiere el mercado latino que Rusia Ha cooptado y se mueve muy bien en lo contexto neoliberal. Moscú han mantenido su equilibrio político con Occidente y su único interés es favorecer los mercados internacionales y claro, tener a lo interno una opción de desarrollo.