Cáscara Amarga 472

Margullí en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano

Margullí en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano. Y, Borges a Heráclito, díjole: "El río me arrebata y soy ese río…hecho de misterioso tiempo…el manantial está en mí…de mi sombra…surgen los días" Para Heráclito el efesoíta, la forma figura imaginaria de explicar su filosofía era al través del río, del fluir, del cambio, del movimiento, de la transformación, de la perturbación. Todo fluye como fluye un río, y, todo lo que fluye no permanece siendo igual a sí mismo, sino que es siempre nuevo. El cleuasmo quiasmo río efesoíta, un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. Asina que descendemos y no descendemos, somos y no somos. La armonía visible e invisible simultánea contradictoria. Y, decía Heráclito, que la naturaleza armoniza con los contrarios y no con los semejantes. La vida y la muerte, la luz y las tinieblas, la justicia y la injusticia, la mortalidad y la inmortalidad, la guerra y la paz, el amor y el odio, el principio y el fin, la verdad y el error, la evidencia y la duda, la razón y la sinrazón, y, asina asín ansí, una sucesión armónica alternada contradictoria, la armonía visible e invisible tensiva opositiva, en que surgen y se engendra el uno y el otro, el uno al otro, de la sombría penumbra whitmaniana, del medio heraclitoiano profundo, del que surgen iguales elementos contrarios, la unidad simultánea de contrarios, natura y persona, natura ama los contrarios y produce la armonía visible e invisible. El universo es la lucha incesante de contrarios, esto es, es decir el universo expansivo einsteiniano de curvada luz y el universo contractivo maleoiano de tragada luz, en equilibrio dinámico dialéctico difuso, esto es, es decir la lucha armónica simultánea contradictoria de las profusas palabras pareadas paradójicas en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, a saber, el descendemos y el no descendemos, el somos y el no somos, la generosidad y la avaricia, la razón y la fe, la solidaridad y el egoísmo, la guerra y la paz, la vida y la muerte, la luz y las tinieblas, la justicia y la injusticia, la mortalidad y la inmortalidad, el principio y el fin, el exceso y el defecto, la tesis y la antítesis, el consciente y el inconsciente, el sí y el no, la "O" y la "Y", el suelo y el cielo, el fontanero y el fuego, la vigilia y el sueño, la cordura y la locura. Hegel margullera en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, cuando dijo que no hay tesis de Heráclito que no haya incluido en mi Lógica, y, al igual haría Carlos Marx, que margulleron en el cleuasmo quiasmo río efesoíta. Y, Heráclito junto con Buda, optaban por el camino medio, la armonía visible e invisible simultánea contradictoria, la armonía visible e invisible tensiva opositiva, natura ama a los contrarios y produce la armonía visible e invisible. Buda decía que vivimos en un mundo plagado de contradicciones y Heráclito decía que vivimos en un universo y su contrario en una sucesión armónica alternada contradictoria. Y, este cura ignaro raro cleuasmo asno ha margullido en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, del que han surgido desde el 11/09/2001, los casos correlativos límite contradictorios caliginoso comprensivos, con la voladura de las Torres Gemelas Neoyorquinas, y, endenantes, el discurso nefasto nefando exclusivo aristotélico de George W Bush, sobre las ruinas del World Trade Center en la ciudad de Nueva York, del estás conmigo o estás con mi enemigo. Y, endespués, todo es conocido, todas las invasiones que ha habido, de las que no ha escapado Venezuela. Y, como tiénese dicho que este cura ignaro raro cleuasmo asno ha margullido en el quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, y del que surgieran los casos correlativos límite contradictorios comprensivos opositivos a la Lógica Aristotélica del tercio excluso, en que aparece la imaginativa figura formal del tercio incluso de Maleo, de la sombría penumbra whitmaniana y borgesiana, surge la formal figura imaginativa del tercio excluso y del tercio incluso, asina asín ansí, el ser y el no ser de la literatura védica upanishad sánscrita, el yin y el yang de la literatura del tao laoziiana, del cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño, y, surge el tercio excluso aristotélico y el tercio incluso maleoiano, como si fuera el exceso y el defecto de la Moral de Aristóteles, en el mismo cleuasmo quiasmo río de Heráclito, y, que hemos de imaginar que Aristóteles margullera en el cleuasmo quiasmo río efesoíta, que, mas y más, nunca jamás lo dijera, haberse bañado, y que margullera en tan prístinas cristalinas aguas, el famoso filósofo estagirita. Como sí lo dijera Georg Wilhelm Friedrich Hegel el filósofo alemán del Idealismo y al mismo tiempo el economista, filósofo, sociólogo, periodista, intelectual y político comunista alemán Karl Marx en las Leyes de la Dialéctica

Con digresión y sin digresión, margullí en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. En el mismo río en que margullera Hegel y Marx, mas y más, aun y aún, guardando las distancias, y, a sabiendas que soy y lo que soy es un bendito vago curioso para no decir Otrovagomás, Hegel y Marx, sí que fueron unos grandes estudiosos de Heráclito, que incluyeron en sus lógicas y en sus estudios, a saber, en las Leyes de la Dialéctica. Y, del cleuasmo quiasmo río efesoíta, de él, de Heráclito, surgieron los casos correlativos límite contradictorios caliginosos complementarios congruos coordinados comprensivos, de la forma y figura del ser y del no ser, del somos y del no somos, del descendemos y del no descendemos, como una respuesta a la Lógica de Aristóteles, del Principio del Tercio Excluso. Pues el tercio excluso aristotélico ha de tener su opositivo tercio incluso maleoiano, que margullen en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, tanto como el exceso y el defecto de la Moral de Aristóteles. Esa simple ingenua curiosidad paranoica nos ha traído de aquellos vientos frescos fluviales heraclitoianos a estos nubarrones borrosos caliginosos difusos maleoianos. Margullí en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. De la curiosidad y del discernimiento, supe que los extremos opositivos contradictorios, tócanse en el medio, en el medio maleoiano profundo del ser y del no ser, del somos y del no somos, en donde ha de ocurrir la perogrullada primera vez de Perogrullo. Y, que es ahí, en el medio maleoiano abismal en que se ha de alcanzar la armonía heraclitoiana equilibrada. En donde se tocan los extremos opositivos contradictorios, en el medio maleoiano profundo, del exceso y del defecto, del tercio excluso y del tercio incluso, de lo consciente y de lo inconsciente, de la tesis y de la antítesis, y, de todas las profusas palabras pareadas paradójicas difuminadas continuas espectrales del río de Heráclito Cervantes Hegel Marx Whitman Borges, es de donde surge la síntesis, y es la síntesis como la sombría penumbra whitmaniana y borgesiana, de la que surgen iguales elementos contrarios, en difuminada continuidad espectral, sin saltos de talanquera ni vuelos de gallera, del fluir, del cambio, del movimiento, de la transformación, de la perturbación. Todo fluye como fluye un río, y, todo lo que fluye no permanece siendo igual a sí mismo, sino que es siempre nuevo, en el cambiante movimiento espiralino sinusoidal activo recíproco armónico simultáneo contradictorio transformador de la unidad de los contrarios y de la lucha de opositivos, que es el movimiento real histórico en Heráclito, de la eterna noria notoria de algo nuevo ante el Sol maleoiano y nada nuevo bajo el Sol eclesiástico, de la teoría especulativa matemática impecable hipotética existencial última del algo existente ya y de la nada existente ya, de la enciclopedia védica upanishad sánscrita, del ser y del no ser, al través y en de por medio por la calle de en medio el medio védico profundo, al que nos enviara siempre Albert Einstein, y, que no margullera nunca en el río de Heráclito, a la nueva orientación, al través y en de por medio, la indeterminación védica profunda, del algo y de la nada, del cleuasmo quiasmo río efesoíta, pero empero que Albert Einstein no bañárase nunca por culpa de Aristóteles, o sea, como tiénese dicho, el quiasmo río efesoíta, al que hay que ir al análisis de los conceptos más primitivos y fundamentales de la modernidad ilustrada originaria, que encontré cuando margullí en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces.

Con divagancia y sin divagancia, margullí en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. Y, sin lugar a dudas, es en el medio maleoiano profundo, en el trecho estrecho arrecho del dicho y del hecho, del fondo fluido fluvial quiasmo, en el punto crucial decisivo, en el punto inflexivo topológico borroso, de la curvatura lemniscata bernoulliana, de la curva parabólica cúbica picassoiana, en el límite límbico contornado es en que ha de estar la optimalidad ortogonal pitagórica, la resolutiva optimalidad pretendida, la mejor resultante deseada, el mejor resultado esperado, entre la tesis y la antítesis, entre el exceso y el defecto, entre lo consciente y lo inconsciente, entre el tercio excluso y el tercio incluso, en que ha de ser y estar la slash diagonal hipotenusa contrarrecíproca ad absurdum mayéutica del cuadrángulo rectángulo del Teorema de Pitágoras del Teorema de Sócrates y del Teorema de Kelsen, en que una contradicción lo implica todo, a partir de ella se han de desarrollar demostrar y de resolver todo lo que se quiera, asegún Bertrand Russell. Y, saber todo lo que se quiera decir, trae consigo saber decir lo que se quiera, quiasmo literario poético de nuestro Andrés Bello, que a buen seguro, echóse sus chapuzones en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, a la par de Pitágoras, Sócrates, Platón, Cervantes, Hegel, Marx, Russell, Kelsen, Borges, Whitman, Cirigliano y Villaverde, y, tantos otros que mi enclenque memoria raquítica no logra asir por el memorioso gaznate mental de ellos, y, de Irineo Funes, que han nadado nadan y nadarán en la corriente fluvial procelosa de Heráclito, y, hablo asina, porque y margullí en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, y, que de vaina no me ajogo, como diría el diputado campesino cojedeño José Pineda, Premio Noble de Literatura Campestre, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, para extraer, el día 11/09/2001, de la voladura de las Torres Gemelas Neoyorquinas, del cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, el tercio incluso y enfrentarlo a su contrapeso al tercio excluso de la Lógica de Aristóteles, y, rebelar, del cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, los casos correlativos límite contradictorios caliginosos, su equilibrio dinámico dialéctico difuso, y, su medio maleoiano profundo en las profundas profusas palabras pareadas paradójicas del río de Heráclito, que es en donde nos mandara siempre Albert Einstein, pero empero en que no bañárase nunca, a la nueva orientación, al través y en de por medio, la indeterminación védica profunda, del algo y de la nada, del cleuasmo quiasmo río efesoíta, al que hay que ir al análisis de los conceptos más primitivos y fundamentales de la modernidad ilustrada originaria, que encontré cuando margullí en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. Albert Einstein, estuvo en la orillita del río, mas y más no se bañara, no porque y le diera pena y culillo, sino por culpa de Aristóteles, que le escondiera el tercio incluso de Maleo, y Einstein dijera aquello: "En la medida en que las matemáticas se refieran a la realidad no son ciertas y en la medida en que son ciertas no se refieren a la realidad." De haberse echado un chapuzón, hubiera resuelto lo de la teoría holística unificada, y, hubiera descubierto al tercio maleoiano profundo, y, hubiérase estado hablando de dos universo, uno en expansión y el otro en contracción del cleuasmo quiasmo río heraclitoiano en que margullí de pie cabeza y pipí.

Si margullí de pie cabeza y pipí, en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. Entonces sea dicho que el medio maleoiano profundo, ha de estar en el trecho estrecho arrecho del dicho y del hecho, del descendemos y del no descendemos, del somos y del no somos, de la generosidad y de la avaricia, de la razón y de la fe, de la solidaridad y del egoísmo, de la guerra y de la paz, de la vida y de la muerte, de la luz y de las tinieblas, de la justicia y de la injusticia, de la mortalidad y de la inmortalidad, del principio y del fin, del exceso y del defecto, de la tesis y de la antítesis, del consciente y del inconsciente, del sí y del no, de la "O" y de la "Y", del suelo y del cielo, del fontanero y del fuego, de la vigilia y del sueño, de la cordura y de la locura. Ergo vergo sea dicho que en el fondo fluido fluvial quiasmo, de todas las profusas palabras pareadas paradójicas, ha de estar el medio maleoiano profundo, el límite límbico contornado, el punto crucial decisivo, el punto inflexivo topológico borroso de la curvatura lemniscata bernoulliana, de la curvatura parabólica cúbica picassoiana. Ergo vergo sea dicho que en el medio maleoiano profundo de todas las profusas palabras pareadas paradójicas del caudaloso río heraclitoiano ha de estar la optimalidad ortogonal pitagórica, la resolutiva optimalidad pretendida, la mejor resultante deseada, el mejor resultado esperado, entre la tesis y la antítesis, entre el exceso y el defecto, entre lo consciente y lo inconsciente, entre el tercio excluso y el tercio incluso, entre el sí y el no, entre la "O" y la "Y". Ergo vergo sea dicho que en el fondo fluido fluvial quiasmo, de todas las profusas palabras pareadas paradójicas heraclitoianas, ha de estar la slash diagonal hipotenusa contrarrecíproca ad absurdum mayéutica del cuadrángulo rectángulo del Teorema de Pitágoras del Teorema de Sócrates y del Teorema de Kelsen. Ergo vergo sea dicho que una contradicción lo implica todo, a partir de ella se han de desarrollar demostrar y de resolver todo lo que se quiera, asegún Bertrand Russell. Ergo vergo sea dicho que saber todo lo que se quiera decir, trae consigo saber decir lo que se quiera, quiasmo literario poético de nuestro Andrés Bello, que margullera como margullí de cabeza pie y pipí, CPP), en el cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces.

Otrosí: En este día tan esplendoroso a pocas horas de la despedida del viejo y la confrontación con el nuevo del cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, búscame en tu chancleta de loco y en tu chancleta de loca, y, si no me consigues ahí, porfa, búscame en Aporrea es donde guardo mis penas.

Otrosí: Un fraterno y profundo abrazo a mi querido Hermes Escalona, vecino de Aporrea, encuéntrase muy convaleciente ¡Fuerza Poeta Amigo! ¡Una lágrima anúdaseme en la garganta, y, como la atajo Dios Mío! ¡Porque y lloro como un niño!



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Miguel Homero Balza Lima


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