Rusia debe prepararse ante la crisis del socialismo y de la cultura alternativa al Capitalismo. Esto, por la pandemia no se va a resolver en este 2022, faltan tres años más y se viene arreciando desde 2014. Época en que laboratorios fueron denunciados por alzar los precios de los fármacos y, la gente empezó a tener catarros, alergias y diarreas. Más allá en los partidos políticos no había formación ideológica, los tomaron grupos anárquicos que escondieron la memoria de lo que fuimos y, se interesaron a formar cuadros para crear su propia realidad, con conciencia y, actuar políticamente en los ámbitos que podamos. Así que, no quedamos solos en el estudio de la realidad. Esta Nueva Izquierda tiene una gran debilidad que los gritos de "Socialdemocracia, Socialdemocracia de Pedro Sánchez.
Hay una izquierda escondida y que todavía no existe, manifiesta una gran debilidad y se encuentra obligada a litigar, más allá de prepararse adecuadamente y definir los proyectos de gobierno. Todo queda sobre la mesa por definirse ante una ignorancia colectiva. No basta de hablar de socialismo y de república, todas se perdieron, incluso la V.
Hay una defensa intransigente de la soberanía popular y del Estado nacional que asume un error histórico que ya estamos pagando. Combinado siempre con el internacionalismo, como no podía ser de otra forma.
Un tema decisivo, ¿qué tiempos son estos en que uno tiene que defender lo evidente? Si perdemos, perdemos la conexión con nuestro país y no tenemos otro. Los jóvenes de las décadas 70,80 y 90, lo aprendimos de las mejores experiencias de la Internacional Comunista y del partido Acción Democrática ligado a la Internacional Socialista. Teníamos una clase obrera dirigente de un país en crecimiento social e industrial y una FANB ejemplarizante. Hoy no son capaces de encabezar un proyecto nacional. Tal y como hizo el PCV, AD y el Psuv a sus comienzos. en la República.
Estamos en un proceso de cambio de régimen político, sin que se modifique la Constitución. La idea de la República como autogobierno, como soberanía popular tiene una enorme importancia. Hay un solo bloque político generalizado entendiendo esto.
Hay que ir más allá del Estado Social que hemos conocido. Porque hemos visto una cosa importante, que es reversible. Hacen falta nuevas reformas que permitan ir hacia una democracia económica como vía a una nueva lógica para el socialismo. Un nuevo concepto de democracia que haga irreversibles los derechos y libertades públicas, pero específicamente el gobierno democrático de las mayorías. Estamos influenciados por una hipótesis liberal y un europeísmo fuerte, similar a la mayoría de los gobiernos de la UE. Todo lo fían a la idea de que, una vez pasada la pandemia, la UE no volverá a las políticas de austeridad y que ya se ha consolidado un nuevo paradigma. Venezuela busca implementar este recuadro electoral y de lucha popular.
Esa es la diferencia, esa es la realidad. ¿Dónde van a ir los fondos de recuperación? ¿Van a ir a las pequeñas y medianas empresas? ¿A los ayuntamientos? ¿A la España vaciada? No, van a ir a las grandes empresas. ¿Y no es tonto fortalecer a los que impiden la democratización de Venezuela, hacen campañas permanentes contra Pablo Iglesias y contra Unidas Podemos? Pero, son nuestros asesores junto a los rusos. Alimentar a la bestia que pretende devorar a las izquierdas y a las clases populares no parece que vaya a ser el mejor camino. Nos comemos unos a otros y, no diga que usted no es de izquierda. Nos han engañado desde la primaria hasta la universidad, aquí todos los libros son de izquierda, estudiamos con esos textos.
Por eso, cuando he hablado de federación, de un conjunto de asociaciones autogestionadas con objetivos de reflexión, memoria, estudio y acción, estoy hablando de encontrar una salida política que nos permita, por un lado, hacer política y ayudar en cuestiones concretas (por ejemplo, al movimiento de los pensionistas) y de la necesidad de autoorganizarnos en un proyecto alternativo de vida y de sociedad. Y hacerlo con modestia, pero con coraje y dignidad moral para no rendirse en este mundo que tenemos y ante el que viene. Memoria, análisis, cuadros y acción política, es lo que necesitamos. No es poco. Pero es imprescindible.
Se debe luchar en serio por la República. No como consigna electoral, no como identidad. No quiero tener solo identidad republicana como venezolano, quiero un proceso constituyente para la República, emprender una batalla por la República. La idea de poder constituyente es una idea central de la modernidad, pero también de las clases trabajadoras y del pueblo, que es lo que se quiere evitar. Salga libre todos los trabajadores detenidos que, incluya a Guayana.
Al respecto, expone Zuleika Matamoros que, aunque haya ganado la oposición considerada "tradicional", existe una "relación simbiótica" entre el Gobierno-PSUV y "una oposición de derecha que ha sido sostenedora del régimen político imperante", pero que "ha sido alimentada por el propio gobierno, pues hace que todo el descontento y rabia contenida sean cabalgados y capitalizados por los partidos patronales, de la burguesía o derecha tradicional". Plantea la integrante de la Coordinación Nacional de MS que "las fuerzas de izquierda deben asumir el desafío de organizarse alrededor de una política de confrontación a este gobierno, que al mismo tiempo esté dirigida a evitar que la derecha opositora sea quien cabalgue el rechazo profundo que se ha expresado desde el pueblo". Pero si algo nos demuestra Italia y Europa, es que la izquierda puede desaparecer. Y yo no estoy de acuerdo con que desaparezca la izquierda en España o Venezuela. La que hay es la que nos toca, con sus debilidades y problemas. Pero hay que saber que no está a la altura de las circunstancias. ¿Qué relación deberíamos tener con esta izquierda? Debemos romper con la esquizofrenia con la que vivimos nuestra relación con ella.
Ahora los socialdemócratas de EE. UU quieren que los comunistas ganen los procesos políticos internos y aliarse a los países comunistas del Este al cual tanto combatió, desde Bill Clinton, Hillary hasta Biden.
Unidas Podemos, guste más o guste menos, es la izquierda alternativa más fuerte en Europa. Es una paradoja que sea tan débil pero también tan fuerte. La gran peculiaridad de España (y de Portugal y en parte de Grecia), que ya no tienen Italia ni Francia, y que se ha visto que es poco consistente en Alemania, es que el clivaje, la contraposición entre izquierda y derecha sigue siendo un elemento importante.