Cáscara Amarga 496

Bacinilla medio llena y bacinilla medio vacía

La bacinilla medio llena de miao y la bacinilla medio vacía de miao, es continente que contiene tanto contenido de miao como no contiene. La mitad llena de lumbre y la mitad llena de frío, tanto como si fuera la poesía cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente del 69 cojedeño de Maleo en Federico García Lorca: "Sus muslos se me escapaban como peses sorprendidos, la mitad llenos de lumbre, la mitad llenos de frio". La poesía cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente del 69 cojedeño de Maleo en Walt Whitman: "De la sombría penumbra caliginosos surgían iguales elementos contrarios". La poesía cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente del 69 cojedeño de Maleo en Antonio Machado: "Busca tu complementario que marcha siempre contigo y suele ser tu contrario" Y en el mismo Antonio Machado: "Y el doctor no sabía que hoy es siempre todavía". La poesía cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente del 69 cojedeño de Maleo en Jorge Luis Borges: "Somos Edipo, y de un eterno modo la larga y triple bestia somos todo lo que hemos sido y todo lo que seremos". La poesía cóncava convexa contradictoria caliginosa concupiscente del 69 cojedeño de Maleo de San Mateo: "Padre nuestro que estás en el suelo y que estás en el cielo, el pan nuestro dánoslo hoy…". en Asina asín ansí, la bacinilla medio llena y la bacinilla medio vacía, la mitad llena de lumbre y la mitad llena de frío, iguales elementos contrarios complementarios, todo lo que hemos sido y todo lo que seremos y el doctor Einstein no sabía y San Mateo sí, que hoy es siempre todavía. Esa es la borrosidad caliginosa difusa, que pregono y digo he dicho y diré, en mis escritos, endenantes y endespués, durante varios años, esa es mi tesis de pregrado y mi tesis de posgrado en Derecho. El Derecho Borroso, el imperativo borroso maleoiano profundo entre el imperativo hipotético kantiano y el imperativo categórico kantiano, inspirado inseparado incrustado, entre mi consciencia y mi inconsciencia, en una bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao.

Con digresión y sin digresión, la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, deviéneme de cuando niño, párvula inquietud sentida, en San Carlos de Cojedes en el rancho de Rosa María en la calle Alegría. La ruralidad de los ranchos con excusados de joyo, de utilidad diurna pa’ los chamitos y de inutilidad nocturna pa’ los chamitos. En esas comenzadas noches, como de Santiago, la voz de la vieja Rosa María: "¡Vayan a orinar, muchachitos, pa’ que se acuesten!". La micción de la hora era difícil, la vieja hacía un precioso ruido con su boca dientes y lengua, tanto como que si estuviera sosteniendo una hermosa conversación con los gatos, pich, pich, pich, pich…, y, todos, endenantes, con la ayuda de Rosa María, con el pipí ya afuera, endespués, con el pichpichpich, irrumpía el chorro, y, asina a la cama y al chinchorro. A mas y más, por las noches no íbamos al patio, íbamos a la bacinilla, grande desconchada de peltre blanco con flores de campanillas azules moradas fucsias contornadas bien pintadas que la rodeaban, y que en el mercado de hoy no las he visto más, y, la bacinilla, ahí, detrás de la puerta toda escoñetada del cuarto del hacinamiento de hermanos primos Lucrecia Lima mi guerrera progenitora hoy con 94 años y Rosa María en con un camón de hierro, y, la bacinilla esperando detrás de la puerta, pa’ recibir el mío nocturno de los que estábamos hacinados en el cuarto. Aquella graceja bacinilla llena de miao que no de mierda, me llenaba de emoción porque y llenábase hasta la mitad de miao. Y, de aquella curiosidad discernitiva párvula infantil de la bacinilla medio llena y medio vacía, y, de aquel parque párvulo infantil del sube y baja del suelo y del cielo de la Iglesia San Juan, surgiera la teoría de la borrosidad de este cura ignaro raro cleuasmo asno, de esa bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, detrás de la puerta escoñetada del cuarto del rancho de Rosa María.

Con divagancia y sin divagancia, la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, deviéneme de cuando niño, párvula inquietud sentida, en San Carlos de Cojedes en el rancho de Rosa María en la calle Alegría. Y, esto remuévese cuando leía el texto de Bart Kosko, sobre el pensamiento borroso en que habla del principio de borrosidad, en que todo es cuestión de grado, y, la nueva ciencia de la lógica borrosa, y, porque yo he estado movido por la idea de la borrosidad en el Derecho, y, sobre todo en la lógica jurídica caliginosa, entre el sí y el no, entre la exclusiva "O" y la inclusiva "Y", entre las pirámides pareadas paradójicas del Teorema de Kelsen del Derecho Usual Ordinario Romano y del Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano, del imperativo borroso maleoiano profundo entre el imperativo hipotético kantiano y el imperativo categórico kantiano. Derecho e imperativo borroso maleoiano profundo que surge con la voladura de las Torres Gemelas Neoyorquinas, el 11/09/2001, con el parlamento nefando exclusivo aristotélico de George W Bush, del: ¡O estás conmigo o estás con mi enemigo!" en que insurge la buenaventura inclusiva maleoiana, de aquel nefasto parlamento, insurge el parlamentarismo inclusivo conjuntivo de la conjunción "Y". Insurge la lógica difusa en que las cosas no siempre son lo que parecen y las cosas no siempre son lo que son, en que afírmanse las leyes de la dialéctica, entre la certidumbre y la incertidumbre, entre la determinación y la indeterminación, entre lo verdadero y lo falso, y, al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio maleoiano profundo, el imperativo borroso maleoiano profundo, lo sentido raciocinar humano, la percepción maleoiana profunda, tanto como entre el exceso y el defecto, tanto como entre el tercio excluso y el tercio incluso, tanto como entre la tesis y la antítesis, tanto como entre el consciente y el inconsciente, tanto como entre todos los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo. La bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, deviéneme de cuando niño, párvula inquietud sentida, en San Carlos de Cojedes en el rancho de Rosa María en la calle Alegría. Y, esto remuévese cuando leía el texto de Bart Kosko, para la tesis de pregrado y la tesis de postgrado en Derecho en la Universidad Bicentenaria de Aragua, y, en la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora de San Carlos de Cojedes, con y en el imperativo borroso maleoiano profundo, sobre el pensamiento borroso koskoiano, en donde Bart Kosko dijera: "Las cosas borrosas se parecen a no cosas borrosas. A se parece a no A. Las cosas borrosas tiene con sus contrarios fronteras vagas, con no cosas. Cuanto más se parece una cosa a su contrario, más borrosa es. La mayor borrosidad se da cuando la cosa es igual a su opuesta: El vaso medio vacío y medio lleno. Y, es de hacerlo saber y ver, con la grafía grata gratificante en el lienzo pictórico blanquinegro del yin y el yang de Laozi. En el cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño de Maleo. En la composición con hoja de Fernand Léger. En la línea curva lemniscata de Bernoulli. En la línea curca de la parábola cúbica de Picasso. Y, como tiénese dicho, la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, deviéneme de cuando niño, párvula inquietud sentida, en San Carlos de Cojedes en el rancho de Rosa María en la calle Alegría. Y, esto remuévese cuando leía el texto de Bart Kosko, sobre el vaso medio vacío y medio lleno, en que evocara la bacinilla desconchada de peltre blanco, medio llena de miao y medio vacía de miao.

Con concordancia y sin concordancia, la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, deviéneme de cuando niño, párvula inquietud sentida, en San Carlos de Cojedes en el rancho de Rosa María en la calle Alegría. Y, esto remuévese cuando leía el texto de Bart Kosko, sobre el vaso medio vacío y medio lleno, en que evocara la bacinilla blanca desconchada de peltre, en que aparece al través y en de por medio el medio maleoiano profundo entre la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao. En que el medio maleoiano profundo, de equilibrio dinámico dialéctico difuso, ha de estar entre la bacinilla medio llena y medio vacía. En que el medio maleoiano profundo indica que tanto es lo medio lleno como no lo es. En que el medio maleoiano profundo indica que tanto es la certidumbre como la incertidumbre. En que el medio maleoiano profundo indica que tanto es la determinación como la indeterminación, tanto es el sí como el no, tanto es lo verdadero como lo falso, tanto es la posición como la velocidad. Y, quizás y sin quizás, que si Albert Einstein y Werner Heisenberg, hubieran conocido la bacinilla blanca de peltre desconchada de Rosa María, hubieran margullido y chapuceado en ella, y hubieran negado el principio de incertidumbre, y, hubieran dado con la teoría holística unificada, puesto que el universo expansivo einsteiniano de luz curvada es tanto como el universo contractivo maleoiano de luz tragada, en el punto inflexivo topológico matemático de la línea curva de Bernoulli, y, en el punto inflexivo topológico matemático de la línea curva de la parábola cúbica de Picasso. A sabiendas que Werner Heisenberg, dijera que: "No todas las proposiciones científicas eran verdaderas o falsas. La mayor parte de los enunciados, si no todos, son indeterminados, inciertos, grises, son borrosos." Y, Albert Einstein, estuvo cerca del oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano de las plurales palabras pareadas paradójicas, como lo verdadero y lo falso, como la posición y la velocidad de Werner Heisenberg, y, en que Albert Einstein dijera: "En la medida en que las leyes de la matemática se refieran a la realidad, no son ciertas. Y, en la medida en que son ciertas, no se refieren a la realidad". Albert Einstein y Werner Heisenberg en similaricadencia tautológica repetitiva platónica, tocantes tangenciales casi casi esquivos a la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao de aquella curiosidad discernitiva párvula infantil de la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, y, de aquel parque párvulo infantil del sube y baja del suelo y del cielo de la Iglesia San Juan, en San Carlos de Cojedes en el rancho de Rosa María en la calle Alegría.

Si la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, deviéneme de cuando niño, párvula inquietud sentida, en San Carlos de Cojedes en el rancho de Rosa María en la calle Alegría. Entonces sea dicho que la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, ha de encontrarse en el texto de Bart Kosko, con el vaso medio vacío y medio lleno. Ergo vergo sea dicho que la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, cosa borrosa y cosa no borrosa, de Doña Rosa, es tanto la bacinilla medio llena de miao como la bacinilla medio vacía de miao. Ergo vergo sea dicho que la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, es solo uno y sólo uno de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de los mas y más de ocho millones que hay en el oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano en armónica simultaneidad contradictoria de las plurales palabras pareadas paradójicas. Ergo vergo sea dicho que la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, parécense, mas y más la una a la otra. Ergo vergo sea dicho que la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao se parece la una a la otra. Ergo vergo sea dicho que la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao son mas y más caliginosas la una a la otra, y, mas y más contradictorias la una a la otra. Ergo vergo sea dicho que la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, ha de estar en equilibrio dinámico dialéctico difuso en el medio maleoiano profundo en que la bacinilla medio llena de miao es igual a la bacinilla medio vacía de miao. Ergo vergo sea dicho que la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de miao, son iguales apuestas, lo lleno de miao y lo vacío de miao, el algo de miao y la nada de miao, en que se da la mayor borrosidad. Ergo vergo sea dicho que son iguales las armónicas simultáneas opuestas del oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano la bacinilla medio llena de miao y la bacinilla medio vacía de miao. Ergo vergo sea dicho que la bacinilla blanca desconchada con flores de campanillas azules moradas fucsias contornadas bien pintadas de Rosa María, es continente que contiene los contenidos de tanto miao como no lo contiene. Ergo vergo sea dicho que la bacinilla blanca desconchada con flores de campanillas azules moradas fucsias contornadas bien pintadas de Rosa María, es continente que contiene los contenidos de la bacinilla medio llena de miao y de la bacinilla medio vacía de miao.



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Miguel Homero Balza Lima


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