Ten dignidad, tú escribiste esa pocilga contra una niña, arrechote. Ahora ayuda al infeliz Teochoro Pez Coz a mendigar entre la élite para pagar la deuda, porque Teochoro tiene hijos y aun cuando en los años sesenta se la daba que luchaba contra los ricos, a sus hijas las tenía trabajando en el gobierno de Caldera, de CAP y de todos los gobiernos a los que decía combatir, porque con todas sus taras mentales, físicas, Teochoro quiere a sus hijos, mas en su acción sádica, no quiere a los hijos ajenos. Recuerda que él fue culpable de una MASACRE A UN TREN EN EL ENCANTO, donde murieron seis jóvenes guardias nacionales. Él envió a muchos adolescentes a las guerrillas y allí murieron ellos, bajos las balas de los que se los compraron a Teochoro, porque Teochoro Pez Coz es un cobarde que es capaz de vender hasta su propia e inservible alma al demonio. Pero Rosinés era chipilina cuando tú escribiste esa porquería, ¿porque no le lanzaste mierdas a Chávez inmisericorde escritorzuelo del quinto plan nacional de la sangre? Él es el papa de ella y puede defenderse. Pero tú eres un pusilánime, un miedoso, un tembleque creíste que atacándola a ella podía lograr tus nefastos planes de pantallero, a la vez que encendía la pasión política. Ahora, Herodes Márquez, divaga en la penumbra de tu pobre vida triste, Herodes Márquez. A tus pasos quedará aquel célebre olor a azufre, del cual muchos dicen que es inodoro, pero que al decir la verdad, eso poco o nada le importa al pueblo, que hoy te censura, que te llama a capítulo, porque tú, Herodes Márquez confundiste la gimnasia con la magnesia. No era esa la forma de atacar a un hombre que acaba de lograr la victoria electoral con más de 3 millones de votos de ventaja sobre su más cercano rival. Ahora son 7 millones de personas, más la que no acudió a votar pero que es chavista, la que te mira con interrogante, con asco, porque en la existencia se puede uno meter con cualquier cosa, menos con la vida privada e inocente de una niña. Ese porción de gente, no volverá a reír tus pobres e infelices imitaciones de otrora. Aquel himno que escribiste una vez, para la UCV se ha borrado del recuerdo de muchos. ¿O es que tienes algún problema contra los niños? ¿Te hiciste una vasectomía? ¿No puedes preñar? ¿O es que tienes tus hijitos guillados? ¿Te gustaría que yo pusiera mis dedos en el teclado para meterme con ellos, injuriándolos, burlándome de su limpia inocencia? Eres un pelele. Ahora, si los tienes obsérvalos cuando estén durmiendo. Mírales sus caritas. Si eres padre de uno mayor de veinte años, míralo bien: es tu bebé, tu recién nacido, tu pequeñín, porque es así como los padres vemos siempre a los hijos, aunque la realidad sea otra. Los hijos, Herodes Márquez, ni se compran ni se venden. Estoy seguro que no te meterás con los hijos de tus vecinos, porque tu maldad es contra la hija del PRESIDENTE, EL PRESIDENTE, ¿lo oyes infeliz? Ella no es ni mejor ni peor que otra niña. Los niños son puros. Si los colocamos desde bien pequeñitos en un albergue, donde estén de distintas razas y colores, ellos no se identificaran por otra cosa que no sea el juego, la convivencia, la unión, hasta que llega alguien y les habla de “diferencias étnica, sociales u otras cosas”¿Entiende eso Herodes Márquez? Por eso sal con tu cochinito a recoger dinero. Pero hazlo hacia el ESTE, para que Teochoro pague la deuda moral, por ser cómplice de algo tan monstruoso, como creer que podías salir ileso de esa canallada, que lamentablemente te sellará por todo lo que te quede de existencia. No se te ocurra ir hacia el norte, sur y oeste, porque hay un sello en tu frente, por usurpar el mágico mundo de una niña, que es una hija de todos los nobles padres del mundo.
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