¡Palabra cierta! entre incertidumbre y certidumbre

¡Palabra cierta! entre incertidumbre y certidumbre. Y, hemos de recordar siempre, aquello que decimos, al instante de estar hablando algo, y, ocurre de lo que estamos hablando. Y, entonces, sorprendidos decimos ¡Palabra cierta! Y, nunca esto de la expresión ¡Palabra cierta! la curiosidad y el discernimiento le ha indagado. Hasta que la curiosidad se atasca y ataca a la mente, y, solemos y salimos a decir solamente que entre la incertidumbre y la certidumbre, ha de estar lo que está aconteciendo en el sustanciado asustado acontecimiento asustadito, ¡Palabra cierta!, que no es más que y no está demás que, sea el sino destino mejor camino comino comido, mejor fruto brillante deseado esperado zanjado, que Sócrates lo connotara con la optimalidad ortogonal pitagórica y la slash diagonal hipotenusa del cuadrángulo rectángulo pitagórico. Y, justamente, ahí, ¡Palabra cierta!, es en donde está el medio maleoiano profundo de Maleo 2001, la perogrullada primera vez de Perogrullo. Medio maleoiano profundo de Maleo 2001, que no ha de estar en la certidumbre ni tampoco en la incertidumbre, esto es y es decir, que el medio maleoiano profundo, ha de estar al través y en de por medio por la calle de en medio, en el medio maleoiano abismal de Maleo 2001 entre la incertidumbre y la certidumbre, nunca extremo, siempre medio. El medio maleoiano abismal de Maleo 2001 es de todos los casos correlativos límite contradictorios caliginosos, que es lo lindo límbico límite contornado cadencioso heraclitoiano en la frontera y fronteros entre la puntica putica hojita de helecho y la gotita lemniscata acuosa de invierno. En la límbica frontera límite contornada cadenciosa entre la puntica putica y la lemniscata gotita, ha de estar la expresiva exclamación ¡Palabra cierta! Y, no hemos de dejarlo ahí y sin nombrar las contrapartes simultáneas opositivas, la incertidumbre y la certidumbre. Y, puesto que hemos de decir que no somos extremistas excluyentes aristotélicos, sino lindos límbicos incluyentes maleoianos y lindas límbicas incluyentes maleoianas entre las plurales palabras pareadas paradójicas de la catedral catacresis y templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, entre la incertidumbre y la certidumbre, y, entre ellas ¡Palabra cierta!

Con digresión y sin digresión, ¡Palabra cierta! entre la incertidumbre y la certidumbre. Asina asín ansí así, manifiéstase ¡Palabra cierta!, como medio aristotélico profundo entre el exceso y el defecto. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como verdad socrática profunda, como optimalidad ortogonal pitagórica, como resolutiva optimalidad pretendida, como mejor resultante deseada, como mejor resultado esperado, como mejor fruto brillante absurdo entre el teorema directo y el teorema indirecto del Teorema de Pitágoras y del Teorema de Sócrates, entre lo consciente y lo inconsciente del torbellino de ideas de la Dinámica de Grupos de Cirigliano y Villaverde, entre insumos y resultados del esquema cibernético retroalimentario, entre las pirámides pareadas paradójicas del Teorema de Kelsen. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como síntesis entre la tesis y la antítesis de Hegel y Marx. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como verdad suntzuiana profunda entre la guerra y la paz. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como la teoría del campo unificado einsteiniano, como teoría holística unificada einsteiniana, como el centro universal unificado reflexivo teilhardiano entre la materia y la energía, entre el campo electromagnético y el campo gravitatorio, entre la teoría especial de la relatividad y la teoría general de la relatividad entre el universo expansivo einsteiniano de luz curvada y el universo contractivo maleoiano de luz tragada. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como la teoría de la complementariedad nielsbohriana y la teoría de la complementariedad sanpabloiana entre lo visible y lo invisible, entre la partícula y la onda. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como la teoría indeterminada védica profunda, como la teoría fidedigna sanpabloiana abismal, como la teoría indeterminada maleoiana abisal entre la esperanza y la desesperanza, entre la convicción y la no convicción, entre lo visible y lo invisible, entre la certidumbre y la incertidumbre, entre la indeterminación y de la determinación, entre el ser y el no ser, entre el algo y la nada. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como medio romano profundo entre lo divino y lo humano, entre lo justo y lo injusto, entre lo afirmativo y lo negativo. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como medio aristotélico profundo entre el exceso y el defecto. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como la belleza saussureiana profunda, entre lo hermoso y lo horrendo, entre la lengua y el habla, entre lo sintagmático y lo paradigmático, entre la poesía y la anti poesía, entre lo sensorial y lo mental. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como medio maleoiano profundo entre todos los casos correlativos límite contradictorios caliginosos. Manifiéstase ¡Palabra cierta!, como medio maleoiano profundo entre el entendimiento y la estética ética espiritual, entre los valores teóricos y los valores prácticos, entre los valores cualitativos y los valores cuantitativos, entre los valores teológicos y los valores cardinales, entre los valores jerarquizados y los valores polarizados de la filosofía de las 4 E de Maleo 2001. Medio maleoiano profundo ¡Palabra cierta! entre la incertidumbre y la certidumbre.

Con divagancia y sin divagancia, ¡Palabra cierta!, medio maleoiano profundo entre la incertidumbre y la certidumbre. ¡Palabra cierta!, medio maleoiano profundo, gris sombría penumbra whitmaniana entre el yin y yang del lienzo pictórico blanquinegro del símbolo del tao de Laozi. ¡Palabra cierta!, armónica simultaneidad contradictoria heraclitoiana, gris sombría penumbra whitmaniana, medio maleoiano profundo, síntesis hegeliana marxista. ¡Palabra cierta!, slash diagonal hipotenusa contrarrecíproca ad absurdum mayéutica aristotélica entre el teorema directo y el teorema indirecto en el cuadrángulo rectángulo de Pitágoras. ¡Palabra cierta!, entre el consciente y el inconsciente de Cirigliano y Villaverde en el cuadrángulo rectángulo de Pitágoras y Sócrates. ¡Palabra cierta!, entre el método lógico y el método didáctico de Luiz a de Mattos en el cuadrángulo rectángulo de Pitágoras y Sócrates. ¡Palabra cierta! entre la tesis y la antítesis de Hegel y Marx en el cuadrángulo rectángulo de Pitágoras y Sócrates. ¡Palabra cierta! entre el exceso y el defecto de Aristóteles en el cuadrángulo rectángulo de Pitágoras y Sócrates. ¡Palabra cierta! entre el insumo y el resultado del esquema cibernético retroalimentario en el cuadrángulo rectángulo de Pitágoras y Sócrates. En el cuadrángulo rectángulo de Pitágoras y Sócrates, la slash diagonal hipotenusa contrarrecíproca ad absurdum mayéutica aristotélica, el medio maleoiano profundo ¡Palabra cierta! entre la incertidumbre y la certidumbre.

Si ¡Palabra cierta!, es medio maleoiano profundo entre la incertidumbre y la certidumbre. Entonces sea dicho que ¡Palabra cierta!, es slash diagonal hipotenusa contrarrecíproca ad absurdum mayéutica aristotélica entre el teorema directo y el teorema indirecto en el cuadrángulo rectángulo de Pitágoras y Sócrates. Ergo vergo sea cierto que ¡Palabra cierta! es medio maleoiano profundo, es gris sombría penumbra whitmaniana entre el yin y yang del lienzo pictórico blanquinegro del símbolo del tao de Laozi. Ergo vergo sea dicho que entre el entendimiento y la estética ética espiritual, entre los valores teóricos y los valores prácticos, entre los valores cualitativos y los valores cuantitativos, entre los valores teológicos y los valores cardinales, entre los valores jerarquizados y los valores polarizados de la filosofía de las 4 E de Maleo 2001, ha de estar el medio maleoiano profundo, que es la ¡Palabra cierta! entre la incertidumbre y la certidumbre.



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Miguel Homero Balza Lima


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