Cáscara Amarga 556

El exceso y el defecto díptico aristotélico

El exceso y el defecto díptico de la moral aristotélica, naciera en la ética del filósofo de Estagira. Como también, en Aristóteles naciera el tercio excluso. Tercio excluso aristotélico de la lógica, en que el estagirita, del, de él, Aristóteles, dijera, que entre dos términos contradictorios no cabe término medio. Y, esto en el filósofo greco de la Grecia luminosa, es el principio del tercio excluso. Y, a mas y a más, a lo excluso ha de asignársele, como sería natural de la naturaleza de Heráclito, y esto es y es decir, la armonía simultánea contradictoria, y, asina ha de ser, que al antagónico tercio excluso, ha de salirle su criada respondona, y, como lo es el tercio incluso. Y, a mas y a más, jamás y jamás, empero y pero, esto no ocurre en Aristóteles, al no señalar el antónimo y el antagónico del tercio excluso en su lógica del bachillerato, que reinara su principio por mas y mas de 3 mil años. Y, no obstante y sin embargo, sí ocurre y en como de verdad sí sucede en su moral que habla del díptico el exceso y que engasta con su opuesto antagónico contradictorio, como lo es el defecto, y, al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio justo maleoiano profundo. El exceso y el defecto díptico de Aristóteles, ha de estar formando fila como uno de los mas y más de 8 millones de casos correlativos límite contradictorios caliginosos de la ciudad desnuda borrosa, y, todos han de tener armónico equilibrio dinámico dialéctico difuso de la filosofía heraclitoiana misma de la armonía simultánea efesoíta, en el justo medio maleoiano profundo de Maleo 2001, y, como tiénese dicho, formando las palabras pareadas paradójicas, de la catacresis y del oxímoron cleuasmo quiasmo río efesoíta, el exceso y el defecto díptico aristotélico.

Con digresión y sin digresión, el exceso y el defecto díptico aristotélico, casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en el justo medio maleoiano profundo de Maleo 2001. Maleo 2001, porque fuera a raíz de la voladura de las Torres Gemelas Neoyorquinas, 11/09/2001, en que nacieran los aspectos armónicos límbicos antagónicos ambiguos de la forma ser y no ser, que asentaba y acentuaba Luis Alberto Machado en su díptico lo concreto y lo abstracto, y, esto de Machado, con equilibrio dinámico dialéctico difuso en el justo medio maleoiano profundo, en que lo concreto hácese abstracto y lo abstracto hacese concreto. Y, a más y a más, naciera el 11/09/2001, del derrumbe del World Trade Center, la filosofía de las 4E de Maleo, del entendimiento y la estética ética espiritual. Filosofía, contentiva que contiene el continente de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001. Casos correlativos límite contradictorios caliginosos, imbuidos y margullidos en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, y, ahí, en que también magullen en el quiasmo río efesoíta las históricas palabras pareadas paradójicas de Aristóteles, que jamás de los jamases, margullera en el penco río caudaloso de Heráclito, contentivo del exceso y del defecto díptico aristotélico.

Con divagancia y sin divagancia, el exceso y el defecto díptico aristotélico, casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en el justo medio maleoiano profundo de Maleo 2001. Y, tanto es el exceso y el defecto, como lo es el dicho y el hecho, y, en el trecho estrecho arrecho ha de estar el justo medio maleoiano profundo. Justo medio maleoiano profundo, como si fuera entre natura y persona, el díptico del Libertador Simón Bolívar. Y, en el justo medio maleoiano profundo, encontrábase siempre el Libertador, ahí, en el justo medio maleoiano profundo, en correspondencia biunívoca con su punto inflexivo topológico borroso de su silla de montar, de la, de ella, de la silla libertaria montana a horcajada, entre el borrén delantero y el borrén trasero, hiciérasele al Libertador Simón Bolívar, el callo en el culo libertario bolivariano americano contra la doctrina de James Monroe, del, de él, de Monroe, América para los americanos. El Libertador, margullera en la catacresis catedral y templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, y en el corriente río sudoroso de Heráclito, Simón Bolívar apretara a Quintiliano y a su hexámetro, y, naciera el díptico natura y persona. Díptico de natura y persona, que el Libertador transmitiera al mariscal Sucre en 1828, del, de él, del Libertador que le dijera Sucre: Tome usted como base de sus operaciones, la naturaleza de las cosas y el interés instantáneo impulsivo, y, que tal díptico, sea siempre el ingenio inspirativo intuitivo. Ahí, el Libertador, hacía público su método de lucha ante el poderío imperial español. Natura y persona díptico de Simón Bolívar, tanto como el díptico tesis y antítesis de Hegel y Marx, tanto como el díptico lo consciente y lo inconsciente de Cirigliano y Villaverde, tanto como el díptico el teorema directo y el teorema indirecto de Pitágoras y Sócrates, tanto como el díptico lo concreto y lo abstracto de Luis Albert Machado, tanto como el díptico el exceso y el defecto de Aristóteles de Estagira.

Con concordancia y sin concordancia, el díptico del exceso y el defecto de Aristóteles de Estagira, margulliría por siglos en el río de Heráclito. Y, en la política de Aristóteles, jamás de los jamases, entraría Heráclito, que padecía de un grave defecto físico fisiológico hiperhidrósico, y, el alivio a la grave deficiencia física del filósofo de Éfeso, era cuando lo margullían en un tambor repleto de mierda, y, de ese grande tamboril escatológico saliera lo mas y más sorprendente del entendimiento de natura con los contrarios, de natura y persona, surgiera la armónica simultaneidad contradictoria de la forma figurativa geométrica algebraica del ser y no ser de los Vedas, del somos y no somos, del descendemos y no descendemos, de la vida y la muerte, del comienzo y el fin, de la luz y las tinieblas, de la guerra y la paz, de la justicia y la injusticia, de la mortalidad y la inmortalidad, el amor y odio, la rabia y la ternura, y, dele que son mas y más de 8 millones de casos correlativos límite contradictorios de la ciudad desnuda borrosa de Maleo 2001, en equilibrio dinámico dialéctico difuso en el medio justo maleoiano profundo, en el medio aristotélico abismal, necesario inevitable forzoso, entre el tercio excluso de Aristóteles y el tercio incluso de Maleo, tanto como entre el exceso y el defecto del filósofo de Estagira. Y, en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, margullendo el exceso y el defecto díptico aristotélico.

Si el exceso y el defecto díptico aristotélico es díptico contenido que contiene el continente de los casos correlativos límite contradictorio caliginosos, que son, mas y más, de 8 millones de historias con equilibrio dinámico dialéctico difuso en el justo medio maleoiano profundo. Entonces sea dicho que el díptico el exceso y el defecto de Aristóteles, margulle en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río de Heráclito. Ergo vergo sea dicho que en la catedral catacresis y en el templo oxímoron cleuasmo quiasmo río de Heráclito han de estar margullendo por siglos en armónica simultaneidad contradictoria, como si fuera el díptico natura y persona del Libertador Simón Bolívar, el ser y no ser, el somos y no somos, el descendemos y no descendemos, la vida y muerte, el comienzo y fin, la luz y tinieblas, la guerra y paz, la justicia y la injusticia, la mortalidad y la inmortalidad, el amor y odio, la rabia y ternura, tanto como han de estar margullendo por siglos el exceso y el defecto díptico aristotélico.

 



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Miguel Homero Balza Lima


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