Bolívar como Nietzsche llegaron a ser hombres chocantes para los seres mediocres. Bolívar decía que él no había nacido para ser el alcalde de San Mateo, pero hoy Venezuela cuenta con centenares de alcaldes anodinos, frívolos, pedantes junto a dos docenas de gobernadores anti-socialistas, que nada practican de moral y luces, que tienen los motores apagados y que en fin, ni lavan la batea ni prestan la batea.Tajantemente quiero sacar de este grupo a los alcaldes Juan Barreto y Julio Chávez, de Carora.
Para esos alcaldes y gobernadores, a los que me refiero, la mediocridad y la medianía constituye felicidad. El alcalde de Mérida, Carlos León, por ejemplo, está feliz porque en sus predios se están echando las bases de la PRIMERA ESCUELA DE TOREROS BOLIVARIANOS. Está asegurando que será toda una escuela torera socialista: goce de sangre para todos con brindis eufóricos a cada arremetida del picador. Después que se acuchillen los toros, está prometiendo, habrá “chorizos bolivarianos” para todo el mundo. Con esa de Moral y Luces no está lanzando el tercer motor. ¿Qué tal? El mismo Carlos León piensa enterrar el primer banderillazo el día que inauguren esta Escuela, guarnecido por lo más exquisito de la pelambre oligárquica merideña. El acto del descabello le tocará a la eminencia juvenil del jefe de la escuadra de las misses carnavaleras, Amarú Briceño. Para esa vaina querían llegar a ser alcaldes y gobernadores para codearse con la godarria, para compartir buen whisky y mejor condumio en sus fincas y señoriales mansiones, y cagarse en los pobres. Porque Carlos León sabe que el toreo atrapa sobre todo a la gente pudiente. Por eso aparece en casi todas las vallas de la ciudad, Carlos León muy sonriente, finamente peinado y mejor empolvado al lado de Florencio Porras. Todo el mundo se pregunta, ¿de qué toro se estarán riendo? ¿Será del toro de los Consejos Comunales a los que nunca han visitado y a donde no llegan las misiones, ni Mercal, ni Barrio Adentro, y a las que les viven dando pases de verónicas, y siempre recogiendo el capote de costado? ¿Se reirán de lo bello que quedó el carnaval con el destape de ese montón de chamitas que andaban casi en cueros, promoviendo la parranda, el licor, la disipación? ¿Por qué aparecen como dos ligaditos, después que se daban de las greñas, será porque ya no existe el MVR? Eso se llama gozar, y lo están haciendo de lindo.
Qué pronto sucumbe ante el poder esta gente que ayer nomás se decía “revolucionaria”, y que andan a todo dar deseando imitar en lo más hondo de sí, los gustos de Carlos Andrés Pérez El Malo y de Baltazar Porras, ambos furibundos aficionados a los toros.
Mediocres que no ya entienden el revés de las cosas, blindados, y que creen que el pueblo es pendejo y que olvida: ¿Por qué será que Florencio decidió archivar las averiguaciones que había adelantado Danilo Anderson sobre los golpistas de Mérida, después que a él casi lo matan? ¿Es que acaso piensa volverse diestro con la capa y torear sus responsabilidades? Nosotros los socialistas no estamos en plan de conquistar el poder estatal, sino de luchar por las ideas creadoras que transforman a los hombres, porque hay muchos que le tienen miedo a esto. Nuestra meta será desde la Universidad Socialista, UNIVER-SO, formar y aprender del pueblo, enseñarles sus derechos, para que los que se encaramen en los gobiernos no anden gozando con sus prebendas y le den la cara al pueblo: cumplan con sus deberes. Para expandir la cultura, para aprender a pensar. Porque esta Revolución Bolivariana definitivamente debe ser para los no dispuestos a evitar el martirio y los más ingentes sacrificios. El pueblo debe ser el experimento de laboratorio de sus propios designios. Porque como decía Federico Nietzsche, para llegar a saber, se tienen que querer vivir ciertas experiencias, es decir, dejarse tragar por ellas. Muchos sabios han sido devorados por ese intento. Aquellos que carecen de personalidad no tienen ojos para los fenómenos reales. Ay de los toreros que ya tienen la coleta cortada.
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