Ustedes saben que yo hago predicciones, ¿verdad?, y también saben que la mayoría de mis predicciones se cumplen, bueno, a veces también me llegan sensaciones que no son predicciones, ni tampoco vienen de mi propia cabeza, sino que vienen desde las cuevas del Destino, desde los espacios secretos, oscuros del Universo, y aunque quisiera no saber, ni ver, ni sentir estas cosas, las siento, es como una picada de zancudo que sigue picando, molesta, y no quiere cesar.
Bueno, el 4 de junio (2022), Aporrea me publicó un artículo titulado, Tengan mucho cuidado, por favor, donde advierto que algo grave podría pasar en Miraflores, no sé qué, pero algo que podría afectar negativamente a las buenas personas que trabajan allí (las malas personas, a mí no me importan un carrizo), como los sirvientes, las cocineras, y los jardineros por ejemplo, es por eso que lo advertí, por ellos.
Ahora, desde anoche, no sé por qué, me está picoteando otro zancudo, no tanto una advertencia, sino más bien una especie de revelación que sigue repitiéndose en mi cabeza, y dice:
"Algo pasó en Miraflores, algo pasó en Miraflores, algo pasó en Miraflores."
No creo que me estaría volviendo loco, ya que este tipo de cosa me ha pasado toda mi vida, pero en este caso, la sensación es más fuerte que otras veces, lo cual me indica que probablemente pasó algo grave en Miraflores, y que, tal vez, tenga algo que ver con mi advertencia del mes pasado, algo que también me vino de la misma manera, desde las mismas cuevas del Destino, algo grave.
Algo pasó en Miraflores.
(Veremos qué sería.)
oscar@oscarheck.com