¿Creen ustedes que yo le perdonaré al actual jefe de estado venezolano?

Hacía más de 3 horas continuas que intentaba escribir un artículo sobre la influencia del comportamiento machista del actual jefe de Estado venezolano sobre la ahora-en-decadencia cultura venezolana, donde entre tantas otras cosas horribles que ocurren diariamente ahora en nuestro país, cada día se evidencia más y más el maltrato general de la mujer, no solo por parte de los hombres venezolanos en general (la mayoría son muy machistas), sino igualmente, y de manera aun más evidente, por los efectivos de seguridad del actual Estado venezolano … pero … no he podido escribir este artículo ya que el internet está tan lento que solo para abrir una página de Wikipedia (página muy liviana), me estoy demorando hasta más de 60 minutos, lo cual me impide casi por completo de escribir cómo lo hago normalmente donde les proveo evidencias (links e informaciones) sobre las cosas que digo, siempre con el fin de acercarme (acercarnos) lo más posible a le verdad.

Bueno …

Quería escribir sobre el machismo, y sobre cómo el ser humano tiene la tendencia de copiar o de imitar al jefe, a cualquier jefe, incluso con respecto al machismo, o con respecto a cualquier otra cosa, como por ejemplo en el caso actual de Venezuela, de, entre otras cosas, escupirle encima verbalmente y odiar al presidente colombiano, llamándolo Porky, o de despreciar públicamente y odiar al "imperio" estadounidense, echándole la culpa por todo el mal que sufre Venezuela, de manera consciente o inconsciente, copiando al actual jefe de Estado como clones sin cerebros o como pandilleros dispuestos a besarle el trasero (y cualquier otra cosa) al actual jefe de Estado venezolano aunque no tenga razón y aunque haga cosas muy malas, y sobre el hecho de que finalmente los científicos están descubriendo que este fenómeno grupal de copiar o de imitar al jefe, es algo genético, y que siempre ha sido así, y que probablemente, por lo menos hasta que nosotros mismos como raza humana (clones de la raza de Dios) no nos despertemos de nuestra profunda ignorancia colectiva, siempre será así.

O sea:

"Si algo es bueno para el jefe, entonces es bueno para nosotros."

Pero, finalmente no escribiré sobre esto ya que para concretar el artículo necesitaría encontrar un video que existe en el internet donde el actual jefe de Estado venezolano, dice, públicamente, y con esa típica sonrisa de machista cavernícola de primer grado, algo al estilo de:

"Ja, ja, ja … Ciliar Flores … de Maduro."

Aunque eso tal vez él lo habría dicho en broma, eso no justifica ni tampoco excusa este tipo de bajo comportamiento machista cavernícola por parte de un jefe de Estado [cualquiera], especialmente ya que él sería evidentemente copiado o imitado, conscientemente o inconscientemente, por cualquier machista cavernícola que lo hubiera escuchado hablar o que habría escuchado hablar de que él habría dicho tal cosa, en este caso, estaríamos hablando de todos los venezolanos machistas del país --- y de esos hay muchos ---, los cuales existen en todos los niveles de nuestra sociedad, pero más particularmente en las altas esferas de las clases dominantes y de las clases media y media altas de nuestro aís, o sea, entre las clases dirigentes del país.

Sí señor.

Miss Venezuela es el mejor ejemplo del cavernicolismo sistémico machista venezolano tradicional (colonialista), el cual hoy, me parece, se ha vuelto aun más exacerbado y extenso bajo el mando del actual jefe de Estado venezolano, un tremendo y despreciable machista en mi apreciación, en comparación con cuando Chávez mandaba, por ejemplo.

Vean también la programación televisiva en Venevisión, VTV, Televen, y TVES por ejemplo, vean cómo visten a las mujeres, como las tratan, y vean cualquier tontería sobre Venezuela que aparece en las redes sociales, y verán que aquí en Venezuela hoy, básicamente, grupalmente, se trata a la mujer como nada más que un vibrador eléctrico rosado para el pene.

Nada más.

Es una tremenda vergüenza.

Realmente.

¿Y después nos preguntamos por qué los efectivos de seguridad del Estado venezolano maltratan tanto a las mujeres mientras el fiscal general se jacta públicamente de criminalizar el maltrato de animales?

¿Ah?

¿Qué es eso?

Bueno …

Finalmente decidí de escribir sobre otra cosa ya que el internet no sirve para casi nada (especialmente los fines de semana).

Bueno …

He viajado y trabajado por el mundo casi toda mi vida desde una muy joven edad, viajando a partir de los 11 años de edad solo, durante casi 60 años … y una de las cosas que siempre hice mientras viajaba (o no viajaba), fue de siempre llamar a mi madre, por lo menos una vez la semana, desde cualquier parte del mundo, sin importar el costo (desde Riyadh en Arabia Saudita, me costaba $50 el minuto en los años 1990).

Por ejemplo, cuando era niño, en Canadá, siempre cargaba unos $2 a $3 en monedas de 10 centavos para el teléfono público, la llamaba por ejemplo desde 300 kilómetros de distancia después de haberme montado en un tren de carga para vivir una aventura de tres días, la llamaba desde EEUU cuando trabajaba en el espionaje industrial, y desde el Bronx, la llamaba desde Kuwait durante le guerra, desde la India en todo ese caos de Mumbai, desde Egipto con su sociedad terriblemente estropeada y ahorcada por la corrupción Estatal, y desde Europa y sus idiosincrasias, y aun … desde mi pueblito fronterizo con Colombia en una zona roja del narcotráfico y el paramilitarismo colombiano (de ambos lados de la frontera), donde vivía antes aquí en Venezuela, y saben qué …

… jamás, hasta el 2013, excepto una sola vez en la ciudad Riyadh durante una tormenta de arena (1991 creo que fue), tuve problemas para comunicarme con mi madre.

Jamás.

Ella, era mi madre, y merecía ser atendida oportunamente por el mayor de sus hijos.

¿Verdad?

Y con el mayor respeto y cariño.

Saben, es por culpa de ella que soy quien soy hoy, y de eso, soy muy orgulloso.

Siempre pensé:

"Nadie ni nada en este mundo me impedirá de hablar con mi madre, no señor, jamás."

Pero eso no fue así, gracias al actual jefe de Estado venezolano.

Hasta finales del 2013, aquí en Venezuela, así como en cualquier parte del mundo donde yo había estado hasta entonces, yo podía hacer llamadas telefónicas de larga distancia a mi madre quien se encontraba normalmente en Canadá, desde cualquier lugar en Venezuela donde existía señal móvil, pero, si bien recuerdo, a partir de finales del 2013, el actual Estado venezolano dejó de participar en los planes de llamadas de larga distancia telefónica entre países a nivel global, excepto, si bien recuerdo, entre Colombia, Panamá, Republica Dominicana, EEUU, y España, o sea, entre los 5 países que me imagino serían los más importantes para las clases dominantes de Venezuela, para sus narcotraficantes, para sus lavadores de dólares, sus empresarios, funcionarios públicos y políticos corruptos, y sus familiares, y socios, y cosas así … así lo calculo … ¿verdad? … ¿a quienes más le convendría mantener esos contactos abiertos con esos 5 países en particular? … ¿y por qué no con Chile, Ecuador, Perú, Brasil, Argentina, Guatemala, Honduras, Francia, Inglaterra, o Canadá?

¿Ah?

Todo tiene su razón.

¿Verdad?

Bueno …

Mi madre se encontraba en Canadá, no en Colombia, ni en la República Dominicana, ni en Panamá, ni en España, ni en EEUU.

¿Entonces?

Bueno …

A raíz de esta inexplicable y total desgracia humana y abuso de poder por parte del actual jefe de Estado venezolano (así lo entiendo, como un tremendo abuso de poder), a partir de finales del 2013, cada vez que quería hablar con mi madre, tenía que ir a una oficina de telecomunicaciones de la CANTV o de MOVILNET (oficinas telefónicas del Estado), porque esa era la única manera de hacer llamadas telefónicas hacia los países que no fueran esos 5 mencionados arriba, sin embargo, ese servicio no duro casi nada, y si bien recuerdo, a partir de finales del 2014, jamás pude otra vez llamar a mi madre por teléfono desde Venezuela.

Sí señor.

Así fue.

Este fue el comienzo del cáncer social y burocrático que el actual jefe de Estado venezolano trajo consigo cuando él llegó al poder en el 2013.

Este fue entre los primeros signos, para mí, de la evidente decadencia social y burocrática del actual Estado venezolano y del aumento de la podredumbre interna que hoy se encuentra dentro del actual Estado venezolano bajo el mando del actual jefe de Estado venezolano, especialmente ya que, no existía entonces, ni existe hoy, absolutamente ninguna razón para que este tipo de retroceso tecnológico social ocurra en un país que en premier lugar funcionaba muy bien en términos de las telecomunicaciones nacionales e internacionales, un país que se encontraba entre los mejores de toda Latinoamérica entonces.

Finalmente, en el 2020 cuando mis hermanos finalmente convencieron a mi madre de usar WhatsApp, eso fue cuando finalmente pude hablar con ella otra vez, pero solo dos veces, eso, después de no haber hablado con ella durante 6 años, por culpa única (sí, ÚNICA) del actual jefe de Estado venezolano.

Sí señor.

Ella jamás se acostumbró a usar WhatsApp, es que ella tenía casi 90 años, y murió en el 2021, hace un año, sin que yo jamás escuchara su voz otra vez, y sin que ella escuchara la mía otra vez antes de morir, excepto mi voz grabada en un mensaje de WhatsApp que mis hermanos tocaron para ella mientras ella moría (ella murió sobre un periodo de 11 días paralizada del sistema digestivo).

Esa es probablemente la peor de todas las cosas que el actual jefe de Estado venezolano hizo personalmente contra mí para arruinarme lo poco de vida que me queda aquí en Venezuela.

Sí señor.

"¡Mátame!"

Pero, ¿saben qué?, yo me recuperaré, porque siendo el hombre que soy, un hombre de verdad, o sea, un hombre totalmente anti-machista, yo tengo las bolas para recuperarme y para sobrepasarlo a él como ser humano.

Así me enseñó mi madre.

¿Creen ustedes que yo le perdonaré al actual jefe de Estado venezolano?

P.S. 1 - Para extender este argumento hacia el tema del machismo, uno podría expresar lo siguiente: "¿Creen ustedes que las mujeres venezolanas le perdonarán al actual jefe de Estado venezolano?"

P.S. 2 – Para que sepan, me demoré más de 5 horas en adjuntar este artículo al correo que mandé a Aporrea hoy (domingo) para que este artículo sea considerado para ser publicado. ¿Cómo carrizo puede un país trabajar y vivir así? Nada tiene sentido aquí.
 

 

 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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