La otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O"

La otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O". Ha de existir una nueva conjunción que la hemos simbolizado y denotado con la letra "J" entre la conjunción "Y" y la conjunción "O", entre la vocal "I" y la vocal "O". Estas dos llamativas conjunciones, la conjunción "Y" es la conjunción de la inclusión, y, la conjunción "O" es la conjunción de la exclusión. La otra conjunción la "J", ha de estar entre la exclusión y la inclusión, entre la contradicción, entre la oposición, entre la repugnancia, ha de estar y de ser la conjunción "J", la "J", de la armonía, de lo abismal, de lo abisal, del acuerdo, de lo andresbelloiano, de lo antoniomachadoiano, de lo aristotélico, de lo bernoulliiano, de lo bertrandrusselliano, de lo andresbelloiano, de lo biunívoco, de lo bohriano, de lo borgesiano, de lo budaiano, de lo caliginoso, de lo cesarvallejoiano, lo cervantino, de la complementariedad, de la conciliación, de la concordia, del conocimiento, de la continuidad, de la correlación, de la conjugación, del consentimiento, del compromiso, de la concertación, de lo concordado, de lo contornado, de la concupiscencia, de lo cadencioso, de lo consuetudinario, de la costumbre, de la correspondencia, del cuartel convite cívico mílite, de lo dinámico, de la dialéctico, de lo difuso, de lo dialógico, de lo diplomático, de lo diabético, de lo difuminado, de lo de Dios, de lo ecléctico, de lo eclesiástico, de lo einsteiniano, del entendimiento, del equilibrio, de lo ezrapoundiano, de la filosofía maleoiana profunda, de lo fronterizo, de lo garcialorcaiano, de lo georgebushiano, de lo hamletiano, de lo heisenbergiano, de lo heraclitoiano, de lo homérico, de lo kelseniano, de lo kiplingiano, de lo koskoiano, de lo leibniziano, de lo laoziiano, del límite, de la lingüística, de lo límbico, de la lucha, de lo ludovicosilvaiano, de lo luisalbertomachadoiano, del medio, de lo maleoiano, de lo nerudaiano, de lo newtoniano, de la optimalidad, del padre nuestro de cada día, de todas las palabras, de lo pascaliano, de la penumbra, de la percepción, de la perogrullada primera vez de Perogrullo, de lo picassoiano, de lo pitagórico, de lo platoniano, del presente, de la profundidad, del punto crucial decisivo inflexivo topológico borroso, de lo quevedoiano, de lo quijotesco, de lo ramossucreiano, del razonamiento, de la reciprocidad, de la resolutiva optimalidad pretendida, de los romanos, de lo sanpabloiano, de la simultaneidad, de lo saussureiano, de lo shakespeareiano, de lo sincrético, de la síntesis, de lo socrático, de lo sombrío, de la sombría penumbra whitmaniana, de lo suntzuiano, de lo taoiano, de la unidad de contrarios, de la unión, de todos los valores jerarquizados, de todos los valores polarizados, de lo vedaiano, del verbo, del Verbo, de lo whitmaniano, del yin yang, y, tantas otras expresiones similaricadentes tautológicas repetitivas paradigmáticas platónicas en la ciudad desnuda contradictoria borrosa en donde hay mas y más de ocho millones de casos correlativos límite contradictorios caliginosos de la forma ser y no ser de Maleo 2001, y, lo que trae a colación indicando e induciendo a pensar que ha de haber igual cantidad cifrada de conjunciones "J", tanto como si fuera la otra conjunción "J" entre la "I" y la "O".

Con divagancia y sin divagancia, la otra conjunción "J" entre la "I" y la "O", es continente que contiene un alarmante número contentivo de contenidos, como todos lo que se ha dicho endenantes, y, todo esto estuvo escondido arrumbado y arrinconado hasta el 11 de septiembre de 2001, que fuera la fecha en que ocurriera el derrumbe de las Torres Neoyorquinas Gemelas, en que tocara su fin el Principio del tercio excluso de la Lógica de Aristóteles con el discurso nefando nefasto grotesco excluyente exclusivo aristotélico de George W Bush, asegún Aristóteles: "O estás conmigo o estás con mi enemigo". Hasta la fecha dicha del día de la Virgen de Coroto de Venezuela de la "Y" inclusiva Coromotana, y, entre la "O" exclusiva aristotélica y la "Y" inclusiva Coromotana, surge la conjunción "J" cojedeña. La "J" cojedeña de lo caliginoso, de lo cesarvallejoiano, de lo cervantino, de la complementariedad, de la conciliación, de la concordia, de la concordancia, del conocimiento, de la continuidad, de la correlación, de la conjugación, del consentimiento, del compromiso, de la concertación, de lo concordado, de lo contornado, de la concupiscencia, de lo cadencioso, de lo consuetudinario, de la costumbre, de la correspondencia, del cuartel convite cívico mílite del golpe feroz cesarvallejoiano, ahí ha de estar la conjunción "J", la otra conjunción "J" entre la "I" y la "O". La conjunción "J", que es continente que contiene los contenidos de "I" y de "O". La conjunción "J", que es continente que contiene un alarmante número contentivo de contenidos como todo lo que se enunciaron y hanse dicho endenantes por lo que cabe decir que ha de ser un gran continente de continentes la otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O".

Con divagancia y sin divagancia, la otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O", ha de tener su gráfica grafía gratificante en el lienzo pictórico blanquinegro del yin yang de Laozi y de la filosofía del tao, y, todas las veces que usted va y vea a la bandera de Corea del Sur, ahí está el símbolo yin yang, ahí está, la conjunción inédita novedosa armónica cojedeña (CINACO), o sea, la otra conjunción "J" entre la "I" y la "O".

Con concordancia y sin concordancia, la otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O", la conjunción inédita novedosa armónica cojedeña (CINACO), ha de tener su gráfica grafía gratificante en la composición con hoja de Fernand Léger, en el cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño Maleo 2001, en las pirámides pareadas paradójicas kelsenianas de Kelsen del Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano.

Con discordancia y sin discordancia, la otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O", la conjunción inédita novedosa armónica cojedeña (CINACO), ha de estar en el punto crucial decisivo inflexivo topológico borroso caliginoso de la línea curva lemniscata de Bernoulli y en la línea curva parabólica cúbica de Picasso. En el punto crucial decisivo inflexivo topológico borroso caliginoso, ahí ha de estar la indeterminación védica profunda entre el ser y no ser, entre el algo y la nada de los Vedas, ahí ha de estar el camino medio ecléctico sincrético budaiano entre ser y no ser de Buda, ahí ha de estar lo tensivo armónico simultáneo contradictorio heraclitoiano entre ser y no ser de Heráclito, ahí ha de estar la contradictoria verdad profunda entre el teorema directo y el teorema indirecto de Pitágoras y de Sócrates, ahí ha de estar el contradictorio medio aristotélico profundo entre el exceso y el defecto de Aristóteles, ahí ha de estar el contradictorio medio maleoiano profundo entre el tercio excluso y el tercio incluso de Maleo 2001, ahí ha de estar el húmedo radical quijotesco cervantino abismal entre la razón y la sinrazón, entre la locura y la cordura del Quijote y de Miguel de Cervantes Saavedra. En el punto crucial decisivo inflexivo topológico borroso caliginoso, ahí ha de estar la síntesis entre la tesis y la antítesis de Hegel y Marx, ahí ha de estar la optimalidad ortogonal pitagórica entre el teorema directo y el teorema indirectos de Pitágoras, ahí ha de estar la resolutiva optimalidad pretendida entre el consciente y el inconsciente de Cirigliano y Villaverde, ahí ha de estar la contradictoria conjunción luisalbertomachadoiana profunda entre lo concreto y lo abstracto de Luis Alberto Machado, entre el ser y no ser hamletiano de William Shakespeare. En el punto crucial decisivo inflexivo topológico borroso caliginoso, ahí ha de estar, el contradictorio medio maleoiano profundo entre el ser y noser de Maleo 2001, ahí ha de estar la conjunción inédita novedosa armónica cojedeña (CINACO), la otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O".

Si la otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O" es la conjunción inédita novedosa armónica cojedeña (CINACO). Entonces sea dicho que la otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O", endespués, ha de revolucionar al mundo por la cuantía de representación que tiene, endenantes, al través y en de por medio por la calle de en medio entre las contradicciones del ser y no ser. Ergo vergo sea dicho que con la otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O" ya no se ha de hablar de cinco vocales, se ha de hablar de seis vocales: A, e, i, o, j, u. Ego vergo sea dicho que, si a la vocal "O", usted le hace un corte oblicuo en la parte superior izquierda, la transforma en una "J", y, es casi la similaricadencia tautológica repetitiva paradigmática platónica de La "I" latina del cuento de José Rafael Pocaterra. Ergo vergo sea dicho que, ha nacido una nueva conjunción y una nueva vocal de la conjunción inédita novedosa armónica cojedeña (CINACO), la otra conjunción la "J" entre la "I" y la "O".

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Miguel Homero Balza Lima


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