Cuando un latinoamericano llega a España. Le jorungan hasta la parte inferior posterior de la anatomía, entre peña y peña periquito suena, sin contemplación alguna. Hace poco el KKK estadounidense amenazó con tomar represión contra los latino americanos que viven y llegan a esa NACION QUE NO ERA de ellos, SINO DE LOS APACHES PATAS NEGRAS COMANCHES Y OTROS y llegaron los “oh, yes, “demonios” de invasores históricos y ¡zuas! Le birlaron la tierra, porque éstos además de “patio trasero, negros, indios, mulatos raza multicolor, les quitan los trabajos. Oye, Gringo esa tierra no es de ustedes: ustedes son hijos de la gran…Bretaña. ¿No recuerdan el Mayflowers? Ustedes llegaron en esa nave marina enguacalados, con esas caras de invasores que no se las quita ni una cirugía plática, a matar a los aborígenes que son los dueños naturales de ellas. Ahora dicen que son suyas, los muy “son the bicht”. En España a los de esta parte del mundo le dicen “sudacas”despectivamente. En Estados Unidos le llaman “fukin” Pero, ¿sabe usted? he descubierto que a una gran porción de gente de estas latitudes le meten de perfil y de frente al sadomasoquismo.No pienso por los hermanos de otros países donde en verdad la vaina ha estado más mala que pegarle a la madre en su día. Pero Venezuela es una nación rica, bella, con todo lo que usted desee. ¿Para qué carajo irse a esos mundos de llagas e icores, pecosos, y “cabezas de…, perdón, cabezas rapadas” a que les estén llamando come mierdas? ¿Qué no les gusta Chávez? Pues bien: él no es tacita de oro. Les aconsejo colocarse unos tampones en los oídos y unos lentes oscuros y no ver a Globopillón, RCtvas y a otros canales, además de no leer El Nazianal, El Universalga amén de otros condumios de las letras mediáticas. Estén tranquilos que Chávez, uh, ah, no se va, hasta que el pueblo que no sufre de alucinaciones yupis, decida lo contrario. También pueden adosarse a la oposición, a cuya cabeza está el “literato de anime” Manuel Rosales y viajar, viajar, por toda Venezuela buscando adeptos y adecos. Una colega que escribe en esta sección, dice que hace tiempo iba ella en un tren enclavado en España cuando de pronto un grupo de “violines locos” es decir delincuentes juveniles españoles comenzó (ellos fueron los que trajeron el mal sudor a América) a gritar que, “vamos a matar sudacas” y ella, que es de piel blanca pero que habla como un super chévere venezolana se quedó calladita para que los hediondos a repollo con coliflor no la identificaran y así se salvó de la ira macabra de la discriminación física y el mal aliento Y el colmo, los colombianos que tenemos ahí mismito al lado, algunos de ellos que se las dan de euroPEOS, utilizan la palabrita “veneco” para tratar de enanizar a los venezolanos: ¿ Ha visto usted semejante prueba de subdesarrollo? Usted, lector de la oposición que me lee y me nombra a la viejita, a cada rato, gracias por recordármela, no incurra en esa estupidez de irse a ninguna parte de allá afuera. Aquí, claro los aristócratas del Este, algunos tienen también esos complejitos de los gringos, pero por lo menos usted puede verlos en el Metro, en el mercado de El Cementerio comprando ropa, en Quinta Crespo sábado y domingo buscando ganga en la tienda de los Corotos que allí se forma y gritarle un “ñeco de la drema” sin ningún problema. Pero, mi pana, eso cuando uno está en esas tierras de “cara pálidas”, la cosa es distinta, porque hasta los policías les dan a uno sus rolazos. Quédese en Venezuela y sepa que está es su casa, su sol, su aire, su brisa, su país y que no hay nada más bellos que amanecer bajo el techo de la patria. Dígale no a los racistas, hediondos a coliflor y repollo de España, a los “comeperros” gringos, a todos esos bichos llenos de complejos y cagadas, que al no poseer talento humanista, acuden a la raza para ofender y pretender obviar que Hitler no fue el más grande cagajón de la historia humana.
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