El caso Monómeros, representa un caso fatal para la Patria, una alianza se conjuró en contra del pueblo venezolano, una alianza que tiene nombre y apellido, todo fue planificado y ejecutado a la perfección desde la Casa Blanca, primero fue el demente Donald Trump, y el criminal de guerra Joe Biden, le dio continuidad, pero tal creación y genialidad conto con el apoyo del gobierno de Colombia, a través de dos sátrapas arrodillado a los gobiernos de los Estados Unidos: Iván Duque y Uribe Vélez, por Venezuela, el gobierno interino creado por el demente Donald Trump, representado por traidores de la Patria que gozan de buena libertada: Juan Guiado, Julio Borges, Leopoldo López, Ramos Allup y Manuel Rosales gobernador y filósofo del Zulia. Los venezolanos comprometidos en el robo de Monómeros, la mayoría viven en el territorio venezolano, la justicia venezolana ha sido tardía, el pueblo venezolano en su totalidad rechaza el robo de Monómeros.
La oposición venezolana en su insistencia por asaltar el poder en Venezuela, ha realizado un conjunto de acciones que han deslegitimado su política frente al pueblo venezolano. El Gobierno de Venezuela, ha denunciado en reiteradas oportunidades que Juan Guaidó se ha robado activos pertenecientes al país, y no solo eso, sino que ha utilizado el dinero de las empresas venezolanas, para fines personales. Tal es el caso de la filial de Petróleos de Venezuela Monómeros, destruida y desmantelada, fundamentalmente, por Iván Duque y el exdiputado rastrojo Juan Guaidó.
La empresa Monómeros fue saqueada y llevada a la quiebra por el grupo delictivo, ladrón y criminal de Juan Guaidó, Julio Borges, Leopoldo López, Ramos Allup y Manuel Rosales, según lo señalado por Fiscal General de la República, el secuestro sistemático de empresas venezolanas, en el exterior como Monómeros, Citgo y la reserva de oro en el Reino Unido, por un sector extremista del país, aliado, de los gobiernos de los EE.UU, y de la derecho continental, que tiene como objetivo eliminar el gobierno Chavista de Miraflores, por la vía violenta. Ante el silencio de la justicia venezolana, aplaudió la acción del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro al instruir a la Superintendencia de Sociedades de ese país, para que devolviera el control de la petroquímica Monómeros de Venezuela al Gobierno Bolivariano.
En el proceso de reencuentro de Colombia y Venezuela, ha sido significativa la franqueza con la que han hablado los dos gobiernos. Y al tratar específicamente el tema de Monómeros, el presidente Gustavo Petro ha sido muy directo al afirmar que su antecesor, Iván Duque, en complicidad con el falso gobierno de Juan Guaidó, se robaron Monómeros.
Se robaron la empresa Monómeros, en una conchupancia entre ladronzuelos y politiquera. Escondidos tras una supuesta lucha contra una supuesta dictadura, robaron al pueblo venezolano y afectaron al pueblo colombiano, que está sin fertilizantes porque aparte de robarla, quebraron a la empresa Monómeros. La contundente postura de Gustavo Petro, sobre el caso Monómeros hace pensar en que será posible la cooperación judicial entre los dos países, que permita investigar las múltiples denuncias de corrupción y conduzca a la sanción penal de los responsables directos.
Para Colombia también reviste de interés que Venezuela, retome el control de Monómeros, su segundo principal activo en el extranjero, vistos los efectos de la escasez de fertilizantes derivada de la guerra en Ucrania. Traidores de la Patria gozan de buena libertad, la justicia tanto en Colombia como en Venezuela, debe actuar. La cooperación judicial entre los dos países debe permita investigar las múltiples denuncias de corrupción y conduzca a la sanción penal de los responsables directos, de Colombia y Venezuela