Llegaron por el Caribe…

El Almirante llevaba el registro diario del recorrido hecho por las naves; sin embargo, informaba a la tripulación disminuyendo el recorrido, a fin de evitar que conocieran, a ciencia cierta, lo lejos que habían ido. Hacían ya 71 días que habían salido de Sevilla, y 33 de navegar en el Océano, hasta llegar a la Isla de Guanahaní en el Mar de las Antillas.

Los marineros encontraban que el mar se hacía interminable. La nave cruzaba el Océano con rumbo desconocido; mientras la tripulación creía ir a puerto seguro. Era como si no existiera orilla alguna donde el agua de mar se detuviera; como si hubiera desaparecido la tierra que la contuviera.

La historia de este primer viaje, escrita por Colón en su diario, se perdió. Se conoce la historia porque el fraile dominico Bartolomé de las Casas hizo un sumario de él con sus respectivos comentarios, cuando escribió su Historia General de la Indias. Es gracias a esa obra que se conoce esa parte de la historia.

Las tensiones vividas por la tripulación durante el viaje, aparecen registradas en el Diario de Colón de manera sutil; cuestión que Las Casas hace evidente en sus comentarios. El día miércoles 10 de Octubre puede leerse:

" Navego al Gûesudueste. Anduvieron a diez millas por hora y a ratos 12 y algún rato a 7, entre día y noche 59 leguas. Contó a la gente 44 leguas no más. Aquí la gente ya no podía sufrir, quejándose del largo viaje, pero el Almirante los esforzó lo mejor que pudo, dándole buena esperanza de los provechos que podrían tener, y añadía que por lo demás era quejarse, pues que él había venido a las indias, y que así lo había de proseguir hasta hallarlas con la ayuda de nuestro señor".

La presión vivida entre los marineros hizo que los maestros de los tres navíos dieron un plazo de tres días a Colón, y si no hallaban tierra regresarían a Castilla. El texto del diario de Colón, comentado por Las Casas, da cuenta del malestar de la tripulación y las reacciones de motín que se diera en varias oportunidades.

La amenaza de la tripulación quedo vibrando en el ambiente marino que cubría las naves. El Almirante se mantuvo firme en su convicción; sin embargo, la situación era preocupante. Sin planteárselo, Colón se encontró pasando revista a todo el proyecto del viaje que tanto esfuerzo había costado. Así los recuerdos fluyeron.

Recordaba que había decidido utilizar tres naves, una nao y dos calaveras. Así mismo el momento cuando personalmente había inspeccionado la Santa María; la cual estaría directamente bajo su mando. Tenía una capacidad de 150-200 toneles. Las otras dos estaban asignadas a los capitanes Martín Alonso Pinzón la mediana, y Vicente Yañez Pinzón la más pequeña.

Pensó en la tripulación. Habían incorporado a 90 hombres, la mayoría eran andaluces, también había vascos y gallegos, así como algunos extranjeros. No embarcaron ni religiosos ni mujeres. Había entre los marinos cuatro presos redimidos. Habían discutido los sueldos que debían ser pagados por la corona a la tripulación: 2000 maravedíes al mes. Los maestros y pilotos 1000 y los marineros 666.

El brusco movimiento de la nave y las actividades de los marineros le hicieron despertar de sus recuerdos. Dos días después de haberse lanzado el ultimátum, se escucho el grito de tierra, lanzado por Rodrigo de Triana.

De acuerdo al registro del Diario de Colón, en síntesis hecha por Las Casas, los indígenas recibieron con alborozo, ofrendas y regalos a los españoles. Llenaron las playas llamándolos, algunos alzaban los brazos y se echaban al suelo. Según registra el Diario los indígenas creían que los españoles habían venido del cielo.

A partir de ese momento Colón pasó alrededor de 100 días recorriendo, explorando y tomando posesión de las islas en nombre del rey y la corona, hasta que regreso a España con muestras de lo que había encontrado en tierras americanas.

De las islas la primera que bautizó como San Salvador, fue la que divisaron desde el mar, llamada por los indígenas Guanahaní. El día 15 explora la Fernandina y el 19 la Isabela A finales del mes, el día 27 llegaron a Cuba; la más grande de las Antillas. Para principios de Diciembre, el día 6, llega Colón al extremo Occidental de La Española; isla que actualmente conforma República Dominicana y Haití.

Entre los días 24 y 25 de diciembre la nave LA Niña naufraga frente a La Española. Los pertrechos y carga de la nave fueron rescatadas, participando en tal faena los indígenas de la isla. Del mismo modo, con la madera de la nave se construyó el primer asiento español en América: el Fuerte Natividad. Muchos de los indígenas participaron de su edificación.

El regreso a España Colón lo emprende el día 16 de Enero de 1943. Partió con las dos naves restantes. En La Española quedaron 49 españoles en el Fuerte Natividad. A la vuelta de Colón la historia tendrá otro giro.



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Luis E. Villegas N.


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