Turquía, viene estructurando su campo político para ser el gran motor del movimiento ideológico que liderará toda la vieja Mesopotamia y, el poder del pueblo sería expresado por un principio político ulterior que será dado por las fuerzas de las milicias populares. Es un nuevo momento histórico. No se viene luchando por la inclusión, sino por la transformación de un nuevo aparato ideológico. El presidente de Turquía, viene preparándose para gobernar todo un territorio y el principio de un novedoso material político busca imponerse hasta el extremo de llegar a generaciones futuras.
El capitalismo, también se impone en países del ala comunista y Inglaterra como Francia ya no encontrarán el camino de esclavismo y coloniaje para neutralizar el avance de la sociedad burguesa en el Este asiático y las zonas que van desde el Cairo, Damasco y las principales ciudades de Siria. Lo cierto que las generaciones futuras árabes, no rendirán cuenta y, se abrirán nuevas propuestas estratégicas y los escritores internacionales nos describirán esta nueva forma de vida.
Nos encontramos en una zona de arreglo de los conflictos. Las guerras son injustas e inútiles que reivindica la razón discursiva como la encargada de llegar a acuerdos, es lo propio en la legitimidad democrática, Entonces, hay una Nueva Izquierda que nos dibuja una Revolución Burguesa y la violencia desatada en zonas de conflictos tienen un nombre para la Paz y es Erdhogan. Que desea postularse como heredero de Carlos Magno para imponer su autoridad en la región.
Es una voluntad constituyente y, es estarse en un poder nuevo, que esta bajo la praxis de liberación en un bloque coyuntural que es dominación y transformación de las instituciones.
Estamos ante una comunidad futura que es real.
Es un poder fetichizado, se desliza hacia la dominación de lo subalterno. De allí, el regodeo del ejercicio del poder y la acumulación de bienes de riqueza que se entrecruzan en una confusión subjetiva de los modelos de legitimidad y el capital de valor en el reconocimiento político y eclesial da derecho a acrecentar poderes políticos originarios en la sociedad que son metropolitanos e imperiales.
Los conflictos se acrecentarán por los déspotas religiosos en todo el expansivo territorio santo, es una guerra de vientos, tormentas espirituales que darán paso a los juicios de Dios y luego de haber una extracción de los creyentes en Jesús, habrá un dominio del mal en estas tierras y el Vaticano gobernará tres años y medio y el anticristo que saldrá del Kurdistán, otros tres años y medio
El terrorismo estará presente en esa zona y atraerá el mensaje de la muerte. Todo se irán organizando en comunas, en comunidad política, voluntariados consensuales de una disposición ideológica en base a un progresismo de izquierda. Es el campo político en sentido estricto y, se debe ser autorreflexivo por la acción izquierdista.