En Absoluto

20 años después

Indubitablemente, el proyecto de Hugo Chávez, ha sido el sueño de un país quebrantado emocionalmente, de un país que buscaba liberarse del yugo imperial, aunque suene retorico y, de los desgobiernos anteriores, pero es que el pacto de punto fijo, hizo tanto daño, que nuestro pueblo sentía la urgencia de algo diferente, de un proyecto de país humanista, incluyente, formador, que atendiera y que mejorara las condiciones de vida de todo aquel. A cada quien según sus necesidades y de cada quien, según sus capacidades.

Fueron los más pobres, los excluidos de siempre, los Rupertos de Ali, aquellos a los que adecos y copeyanos soslayaron su dignidad, los llamados a acompañar al comandante en cada momento de este hermoso proceso. Fueron ellos quienes decidieron acompañar la revolución y que hoy, 20 años después, pese a situaciones, sorprenden con su lealtad y compromiso.

Comento esto, porque por mi madre, que me preocupa, hoy 20 años después y con todo lo que esta revolución ha hecho por nuestro pueblo, llegar al territorio y encontrar militantes nuestros pasando necesidades, encontrar líderes de calle, de comunidad y de Ubch durmiendo mal y a veces medio comiendo, da mucha tristeza encontrar cuadros del Frente Francisco de Miranda pasando calamidades, con la moral alta, muy alta, pero igual con calamidades. Evaluar que cada vez que ocurre una desgracia natural, es gente políticamente nuestra (aunque no le deseamos eso a nadie) que un miembro de los equipos parroquiales, municipales o estadal, a veces tiene que andar de mendigo por un bocao, eso no puede seguir ocurriendo y menos después de 20 años de este hermoso proceso.

Ahora bien, todo lo antes expuesto tiene que ver con la conciencia política y colectiva adquirida por nuestras estructuras, prefieren entregarlo todo al vecino, o al otro compatratriota, aplicar el Ubuntu y deslastrarse de todo para que el otro esté bien o escasamente mejor que él o ella, así es nuestra gente, así es nuestra militancia, desprendida, solidaria y llena de afecto, atributos que seguramente se convertirán en votos, pero que como quiera que sea, es nuestro cuadro el afectado, 20 años después.

Nos corresponde, atender a nuestras estructuras. Ya está bueno que vivan en ranchos, sin camas dignas, sin nevera, sin cocina y a veces, solo con la bolsa que llega por la vía del Clap.

2023 debe ser un año para dignificar a nuestras estructuras, remoralizarlas y que sientan la atención directa de la revolución, así como ellos se la hacen sentir al vecino, al del territorio y al otro militante. Son 20 y pico de años de un proyecto que nació para todos y pareciera, que nuestros equipos, necesitan lentes ante el astigmatismo social. Ellos son la revolución, nosotros somos la revolución y seguiremos con Nicolás para el 2024, porque lo que sí es insoslayable, es la lealtad y el compromiso a Chávez. .

A LO INTERNO: El que tenga miedo, que se compre un gato negro. Pancha Lara.



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Horacio Alarcón Basabe

Dirigente del PSUV

 alarconbasabe@gmail.com

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