Corre de costa a costa, la información que se apertura, se reactiva el proceso de diálogo entre el Gobierno de Venezuela, y la Casa Blanca, representada está última en la mesa de diálogo, por un sector de la oposición venezolana, vasalla de los Gobiernos de los Estados Unidos. Incluso se dan fechas: el inicio del diálogo tendrá lugar a partir del 25 de noviembre de este año 2022. Recordemos que el pasado 12 de noviembre el jefe de la delegación del Gobierno, Jorge Rodríguez, y el representante de la Plataforma Unitaria, Gerardo Blyde, sostuvieron un encuentro, en el marco del Foro por la Paz de París. En dicha reunión participaron los presidentes Emmanuel Macron (Francia), Gustavo Petro (Colombia) y Alberto Fernández (Argentina). Recordemos que el mandatario neogranadino, informó en dicha oportunidad sus tres propuestas para reanimar las conversaciones: el levantamiento de todas las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, una amnistía general que sería aplicable a todos los que han sido encarcelados, por una razón política y un pacto de convivencia» entre el Gobierno y la oposición, que se extienda más allá de las elecciones presidenciales de 2024.
El Gobierno y la oposición venezolana, volverán a dialogar en México, a partir de este fin de semana, según anunció el presidente de Colombia, Gustavo Petro. Las partes se reúnen de nuevo para tratar de encontrar una salida negociada a la crisis política en Venezuela, después de que hace un año el chavismo las dejara en suspenso tras la detención de un diplomático muy cercano al presidente Nicolás Maduro. De esa discusión debe surgir una fecha concreta para celebrar las elecciones presidenciales del año 2024, que no es el fondo del diálogo.
El Presidente de Colombia Gustavo Petro desde que llegó al Gobierno se constituyó en una pieza determinante a los fines que se retome el diálogo. Entre Venezuela, y la Casa Blanca, como afirmamos se ha restablecido relaciones con el Gobierno chavista, rotas desde hacía tres años, ha insistido en que el Presidente Nicolás Maduro se reincorpore a los organismos regionales, como el sistema interamericano de derechos humanos, y ha puesto mucha voluntad para que el diálogo se reanude.
Colombia pretende tener un papel de liderazgo en el restablecimiento de las conversaciones, cuentan desde la Casa de Nariño. En realidad, ya lo ha tenido. En un encuentro en París, hace una semana, Petro se alió con el presidente francés Emmanuel Macron y con el argentino Alberto Fernández para lograr que este diálogo comenzase lo antes posible. Los tres mandatarios mantuvieron un encuentro clave con Jorge Rodríguez, mano derecha de Maduro, y con el opositor Gerardo Blyde. Ahí quedó listo un acuerdo de mínimos para reanudar las conversaciones.
El chavismo y la oposición dividirán en dos el diálogo. Por un lado, debatirán sobre las necesidades sociales de los venezolanos; para solucionar ese problema hay previsto un fondo de la ONU de 3.000 millones de dólares. Por otro, deberán concretar con el calendario en la mano cuándo se celebrarán las presidenciales, previstas para 2024. Sin embargo, en algunas ocasiones el chavismo ha insinuado que podrían celebrarse antes, en 2023. La comunidad internacional, identificada con la oposición terrorista y ladrona desea que sean unos comicios limpios, verificables y que gane el candidato que postule a la Casa Blanca. La oposición tiene previsto celebrar unas primarias de las que surja un candidato único que pueda disputar el poder al presidente Nicolás Maduro. Deseo poco probable.
Brian Nichols, subsecretario de Estado de los Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, reaccionó con el reinicio del diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición terrorista venezolana.
