- Uno de los libros más estremecedores que he leído es "El Corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad. Lo leí por primera vez cuando tenía 22 años. Se volvió uno de mis libros predilectos. Francis Ford Coppola cuando leyó "El Corazón de las tinieblas", quiso llevarlo al cine y lo convirtió en el argumento de su película "Apocalipsis Now". Fue tan exigente el trabajo que le produjo la idea de llevar al cine "El Corazón de las tinieblas", que enfermó y pasó varios días graves, teniendo que suspender su filmación por varios meses. Hubo momentos en que creyó totalmente fracasado este proyecto fílmico.
- "El Corazón de las tinieblas", me recordó mucho a mi hermano Alirio, quien luego de haber sido Capitán de aviación, huyó a las selvas de Guayana. Se puso a manejar aviones defectuosos, sufrió varios accidentes, hasta que finalmente se mató en uno de ellos.
- A partir de 2013, y con el fallecimiento de Chávez, el pueblo venezolano comenzó a vivir su propio "Corazón de las tinieblas". Así lo he visto y así lo he sentido, que comenzó primero con su horrible ausencia. Quedamos repentinamente huérfanos de todo, sin guía, sin aquel genio clarividente que todo lo desafiaba y resolvía. Fue la más grande pérdida para Venezuela desde la muerte de Bolívar en 1830.
- A partir de 2013, fue armándose la estrategia desde EE UU, para dejarnos otra vez gobernados por las huestes del pasado. Vino lo de la guerra económica, el bachaqueo, la espantosa inflación, el despojo de nuestras empresas en el exterior, los bloqueos y las sanciones, las guarimbas. Los anaqueles de los comercios se vaciaron adrede, fuimos quedando sin alimentos, sin medicinas, sin gasolina y sin gas. El cambur y los plátanos se convirtieron en nuestro principal alimento.
- No habíamos superado ni por lo mínimo la muerte lenta que nos estaba infligiendo EE UU y la Unión Europea, cuando llegó la pandemia del Coronavirus. Y con pandemia y todo trataron de matar al presidente Nicolás Maduro, luego en esa plena pandemia se intentó una invasión con mercenarios gringos por la costa del Estado Miranda.
- A dos años de esta horrenda pandemia, aislados, sobreviviendo como podíamos en medio de tantas escaseces, el gobierno tratando de sobreponerse a tanta asfixia al tiempo que al títere Juan Guaidó 56 países de Occidente le ofrecían su apoyo para derrocar al Presidente Maduro, en este mar de tragedias, digo, llega entonces el fenómeno la Niña.
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- El fenómeno la Niña ha sido tan devastador como la guerra económica, las guarimbas, la pandemia y los asedios de Occidentes, todos juntos. El fenómeno la Niña sepultó, por ejemplo, en ruinas, a casi todo el Estado Mérida: grandes extensiones de sembradíos arruinados; docenas de puentes derrumbados, carreteras y túneles destrozados, casi cuarenta mil viviendas destruidas, ciudades, aldeas y caseríos sin poder recibir gasolina ni gas. Sistemas eléctricos y de acueductos arrasados, y esto de manera pertinaz desde hace casi dos años. Horrores de horres durante diez años, un verdadero Corazón de las Tinieblas tal cual como lo narró en su libro Joseph Conrad…