En fecha reciente el Gobierno Bolivariano informó y proyectó que la economía venezolana, cerrará el año 2022, con un crecimiento según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), se precisó que la tendencia alcista se mantendrá en 2023. Las estadísticas del FMI, donde se proyecta a Venezuela como uno de los países que más crecerá y tendrá mayor superávit. Allí proyectan para Venezuela en el año 2023 un 6,5 %» de crecimiento, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calcula que el incremento será de 5 %, voceros autorizados consideran que la recuperación económica podría ser todavía mayor. Eso quiere decir que si el FMI para el año 2023 está proyectando un 6,5 %, se aproxima un poco a nuestras proyecciones, que da con seguridad entre uno y dos dígitos para 2023. El éxito se debe a un esfuerzo nacional, donde el sector privado ha tenido un peso importante.
El éxito del crecimiento económico actual no está relacionado con el diálogo que se adelanta entre el Gobierno Chavista y la Casa Blanca, las concesiones de Washington si es que ocurren, sus resultados se medirán después, por ahora no neguemos nada. Solo mantengamos la máxima, que nada puede estar por encima de los intereses y los derechos del pueblo. No puede, ni debe, en consecuencia, haber espacio alguno para la ambigüedad ideológica y el idealismo discursivo si de verdad se quiere concretar y profundizar, realmente, un proyecto revolucionario, como el impulsado por el comandante Hugo Chávez; cosa que exige una nueva dinámica transformadora, clasista y alternativa de su principal soporte: la democracia participativa y protagónica, convirtiéndola en una democracia directa. Frente a estas deficiencias, los sectores populares revolucionarios organizados tienen ante sí el reto de construir un amplio tejido organizativo y de liderazgo social, cuyos rasgos visibles sean la pluralidad, la formación teórica y la autonomía de aquellos movimientos y sectores que las integren.
La Revolución Bolivariana, presentó éxito a futuro inmediato, el argumento es el siguiente: está sentada en una mesa de diálogo con el Gobierno de los Estados Unidos, que hoy presentan muchas debilidades entre ellas en el sector energético. Y en materia para el crecimiento económico es real para terminar el año 2022, y también el año 2023.
La Revolución Bolivariana, es una realidad que se expresa en el escenario político mundial en el pueblo venezolano, bajo la dirección del Gobierno Chavista, el PSUV y sus aliados, que enfrenta al imperio estadounidense, no por voluntad propia, lo hace para defenderse de la agresión de la Casa Blanca, expresada en bloqueo, sanciones, golpe de estado, invasiones y acciones terroristas denominadas guarimbas. La Revolución Bolivariana, solo busca un espacio a las aspiraciones y a las expectativas de cambio de esa mayoritaria base social que es nuestro pueblo y como efecto de ello, como lo aspira el gobierno y el Psuv, la marea electoral a favor de las candidaturas del chavismo. El delito de la persecución del pueblo venezolano. Lo dijo Hugo Chávez: Para avanzar hacia el socialismo necesitamos de un poder popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en contra de la sociedad venezolana,
La Revolución Bolivariana, que este año tiene asegurado el crecimiento productivo real para el país será de 20 por ciento, y que Venezuela se encuentra entre los cinco países con mayor incremento económico, a nivel mundial. La empresa petroquímica venezolana Pequiven se ha convertido en uno de los bastiones de este crecimiento, gracias a los avances que ha obtenido en materia científica y tecnológica, abasteciendo el cien por ciento de la demanda del mercado nacional; además, para el año 2023 nuestro país se prepara para la exportación de fertilizantes formulados con patente totalmente venezolano.
