- Ha nuestro Centro de Investigación Política nos han llegado una serie de documentos sobre las convulsas horas que vive la oposición, cuando están tratando de dar pasos para iniciar una nueva etapa en la dirección política nacional. Nos llegan informes de las enormes presiones que en este momento está ejerciendo en ala más más radical de la oposición concentrada en la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV). En medio de su agónica situación, don Juan Guaidó ha apelado desesperadamente a los auxilios, consejos e influencia arrolladora de la CEV, el partido opositor más activo de nuestro país, desde 1998. Don Juan Guaidó ha estado comunicándose con cada uno de estos purpurados de la política, versados y conocedores de nuestra situación, con amplias y profundas conexiones con el PP y VOX de España, con Álvaro Uribe y el Departamento de Estado Norteamericano. Ha sido por intermedio de estos clamores de la CEV en sus movilizaciones internacionales, por lo que el Departamento del Tesoro estadounidense determinó que para ellos el presidente legítimo de Venezuela sigue siendo don Juan Guaidó, y que sólo a él le permitirán entregar las cuentas de nuestros activos retenidos en el exterior.
- El Interino no puede creer que sus pupilos más queridos, en esta terrible hora, le estén dando tan vil puñalada, y así se lo ha hecho saber a los purpurados de la CEV. Largas han sido estas llamadas de Guaidó a la CEV, para plantearles su última recursiva estrategia, que es solicitar el plazo de un año para recomponer las fuerzas de la oposición. A su vez, los purpurados y ungidos por la bendición de los esperpentos del Norte, no dejan de pedirle comprensión y perdones a Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Movimiento Progresista de Venezuela, para que impidan esa decisión de disolver el sublime Interinato. Baltazar Porras ha sido tajante ante ellos: "Debemos dar paso a una nueva estrategia que facilite una transición política evitando en todo lo posible las pasiones y la fractura definitiva del Interinato".
- Así y todo, hay que decirlo, de nada le han valido todos los rezos de la CEV para evitar el colapso definitivo de la oposición. "Son muy pocos los huesos para tantos perros", ha dicho en su último informe el propio Antony John Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos. Los análisis revelan que las tensiones acumuladas entre algunos sectores de la oposición "han provocado una áspera pugna que ha abonado aún más en el desencanto colectivo mientras las diferencias de criterio y el cruce de señalamientos en redes sociales han alcanzado a sectores académicos y de la sociedad civil".
- Gracias a la influencia de la CEV, la sesión legislativa del parlamento elegido en 2015 prevista para este 29 de diciembre para formalizar el descabezamiento de don Juan Guaidó, ha quedado pospuesta. La CEV y los leguleyos de la UCAB están tratando de darle oxígeno a su Interino.
- Refiere la propia prensa de la derecha, que los equilibrios internos quedaron, en todo caso, establecidos en una discusión, hace tres días, sobre la reforma del llamado Estatuto de Transición. Que tal procedimiento que puso en marcha el fin del rol de Guaidó fue aprobado con 72 votos a favor, 23 en contra y 9 abstenciones. "El gobierno interino no es la razón de ser de la lucha democrática", dijo Alfonso Marquina, quien en una rueda de prensa argumentó que el tiempo político de esta iniciativa ya había pasado. "Fue un instrumento necesario en su momento. Hoy estamos en otra realidad. Nombraremos una comisión para la protección de todos los activos de la nación en el exterior".
- Cuando se esperaba que esta decisión liderada por Marquina tomara fuerza, los lloros y pedidos de auxilios a la CEV, comenzaron a hacer efecto. Levantaron el ánimo de Voluntad Popular, de formaciones como Causa Radical y la Fracción 16 de julio, para impedir el "golpe de estado" contra el Interino. La CEV llamó a Juan Pablo Guanipa, de Primero Justicia, y a Delsa Solórzano, de Encuentro Ciudadano, para que por lo menos se defiriera la convocatoria de la sesión parlamentaria para descabezar a Guaidó, por lo que éste ni corto ni perezoso de inmediato tomó como buena la propuesta y decretó el aplazamiento de las sesiones parlamentarias.
- Pero la cosa sigue muy candente, pese a los rezos en coro de la CEV, ya que los partidos del llamado G3 que fomentan la iniciativa bajo cuerda se han estado negando a posponer el debate. Lo que debilita a la CEV es que el Papa Francisco no cree en ellos, y sabe lo redomadamente insidiosos que han sido en la injerencia opositora venezolana. La verdad es que, en el fondo de todos los fondos, la CEV ha ido perdiendo mucho poder entre sus propios beatos (de la ultraderecha). No obstante, hay que recalcar que a los primeros grandes bandazos contra Guaidó dentro de sus propios aliados, la intervención de la CEV amainó un poco las aguas. Apenas se movilizó la CEV, el interino comenzó a recibir importantes apoyos del Bloque Constitucional, plataforma cívica a la cual pertenecen los leguleyos más destacados del país, quien emitió un comunicado en el cual alerta "sobre las graves consecuencias institucionales, políticas, económicas y sociales" que traería consigo esta medida".
- Producto de la movilización de la CEV, el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello salió a partir lanzas en favor de la continuidad de Guaidó, diciendo: "Si bien el gobierno interino no logró los objetivos planteados, su desaparición resta posibilidades a las negociaciones en México y debilita el proceso de elecciones primarias. Si las primarias se resquebrajan, se estaría promoviendo la definición de un candidato camino a 2024 por la vía del consenso, opción que tendrá menos apoyo de los electores".
- Hay que tener bien claro que el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica es un mero apéndice de la CEV y en el comunicado se refleja la misma posición de los purpurados de la política nacional: "la propuesta impulsada por partidos de oposición no sólo pretende la derogación de la figura del presidente encargado (artículo 233 de la Constitución), sino que la función de gobierno recaiga completamente sobre la Asamblea Nacional, es decir, se instaure un gobierno parlamentario, que no responde a nuestra tradición republicana y que se estaría atribuyendo poderes fuera de los límites de la Constitución."
- Para el jurista don Allan Brewer Carías, quien avaló y estructuró la legalidad del golpe del 2002, imponiendo en Miraflores a Pedro Carmona Estanga: "si la Asamblea Nacional aprueba la reforma y asume inconstitucionalmente las funciones del Gobierno Interino, aparte de originar un monumental caos gerencial con una supuesta administración colegiada paralela e inconstitucional, dicha usurpación no afecta el estatus de presidente encargado y, como tal usurpación, podría resultar sin tener efecto jurídico alguno, especialmente en el ámbito internacional."
