Venezuela, viene de una crisis desde que se inició el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, pero hoy se le reconoce que se consolidó como uno de los países con mayor crecimiento económico en América Latina, en el año 2022, un logro que se materializó bajo el cerco de más de 900 sanciones que pesan en su contra. Bajo la dirección de los Gobiernos de los EE. UU, y la Unión Europea. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL), recientemente publicó sus proyecciones de crecimiento económico para América Latina y El Caribe durante los años 2022 y 2023, donde se prevé que la economía venezolana, crezca un 12 por ciento durante el año en curso. En el informe de proyecciones, se destaca que Venezuela, será el país de mayor crecimiento de la región de América del Sur en 2022, seguida de Colombia con un 7,7 por ciento, y de Uruguay con un ascenso del 5 por ciento de su economía. Asimismo, la CEPAL estima, por el momento, que para el año 2023 Venezuela podría crecer otro 5 por ciento.
Durante al menos cinco años, la población del pueblo venezolano ha padeció los rigores de una considerable contracción de los ingresos nacionales. También los expertos han publicado y difundido por medios de comunicación venezolanos, donde se precisa que el conflicto entre Rusia y Ucrania afectó negativamente el crecimiento global, acentuando presiones inflacionarias, volatilidad y costos financieros. Pese a las sanciones que Estados Unidos, ha impuesto a Venezuela, desde el 2014, en adelante y por encima de todas las dificultades propias de la pandemia de COVID-19, Venezuela, ha experimentado una recuperación en distintos sectores de su aparato económico.
Los Gobiernos de los Estados Unidos, el principal responsable con su aliado de la Unión Europea, de la crisis que vive el pueblo venezolano, por sus políticas agresiva de bloqueo y sanciones, con el objetivo de desestabilizar la economía venezolana, a los fines de cambiar el Gobierno Chavista, que dirige el Presidente Nicolás Maduro desde Miraflores. Ahora se observa, que el gobierno de Joe Biden, en Estados Unidos, intenta bajar la presión con Venezuela, tratando de ceder en algunas sanciones con el fin de captar petróleo. El manejo de la relación entre ambos países podría ser potenciado durante la contienda electoral norteamericana, dado que la fecha de las elecciones presidenciales en Estados Unidos coincide con la de Venezuela.
Igualmente se ha asegurado que la recuperación económica de Venezuela será sostenida y que la diversificación de la economía apunta hacia la superación del modelo económico basado en la renta petrolera y en las importaciones, lo que fue predominante en las últimas décadas.
A pesar que Venezuela, está bloqueada económica, financiera y comercialmente, en medio además de una pandemia, la voluntad del pueblo venezolano, han podido reconstruir las fuerzas productivas dándole paso a un nuevo modelo post rentista, el país caribeño cierra el año con un balance positivo, pese a que la gran mayoría de expertos y analistas económicos vislumbraban un escenario negativo para la nación. Este resurgir de la economía venezolana, obedece al conjunto de políticas que ha venido desarrollando el Gobierno de Nicolás Maduro. Las estimaciones de organismos internacionales en torno al crecimiento de la economía venezolana, van desde un 5% hasta un 20% para este año. De acuerdo con el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), este panorama acompañará a Venezuela, durante el 2023. El organismo estima que el país suramericano tendrá un aumento de su Producto Interno Bruto (PIB) del cinco por ciento.
