Tomo prestado el nombre de una nueva coalición política electoral, que busca el consenso de la nación para lograr la unidad que nos lleve a ganar las elecciones presidenciales de 2024. Su proposición fue presentada al país públicamente el pasado 24 de enero, por un grupo conocido de ciudadanos venezolanos. Busca articular fuerzas, impulsar la comunicación entre todos los involucrados y generar consensos, para llegar a tener y respaldar a un candidato presidencial victorioso en 2024, con quien se iniciaría el laborioso proceso de la reconstrucción nacional, que nuestro país reclama y urgentemente necesita. Fue el conocido dirigente político Rafael Simón Jiménez, a quien le tocó efectuar la presentación y delimitar el alcance de la iniciativa.
"Convergemos individualidades, sectores políticos y sociales generadores de opinión (..) que tenemos en común la voluntad y decisión de luchar, trabajar y crear una hoja de ruta que conduzca a la unidad del pueblo venezolano, con el propósito de salir de la terrible crisis que hoy vive Venezuela", señaló Rafael Simón, para luego continuar enfatizando que los proponentes han colocado por encima de sus convicciones, ideologías y militancias partidistas, los intereses de la nación. "No es la unidad pequeña de los políticos, es la unidad del país, cosa absolutamente posible porque todos los venezolanos estamos hermanados en la terrible crisis que nos sacude", enfatizó el presentador.
"Creemos que el mecanismo de elecciones primarias, que hoy convoca un sector de la oposición partidista venezolana, no es el más conveniente, idóneo, ni oportuno para crear una ruta unitaria", dijo Jiménez, por lo que hizo un emotivo llamado a la dirección político partidista nacional al desprendimiento, la sensatez y la responsabilidad, para pensar en Venezuela. Los impulsores de esta política afirman que el candidato ideal para 2024 debe ser producto de un inmenso apoyo popular y debe incluso nacer de las entrañas mismas de la población. El consenso que se busca no es entre grupos, partidos o dirigentes políticos, sino entre todos los ciudadanos del país, pues son todos quienes deben incorporarse en la titánica labor de enfrentar la gravedad de la situación existente, dada la destrucción hecha durante estos 23 años de gobierno.
Todo el mundo conoce la existencia de numerosos partidos opositores con posiciones diferentes, algunas diametralmente opuestas. A estos se suman grupos, individualidades y organizaciones de distinto tipo, también con sus diferencias y sus ambiciones particulares. La mayor división existe entre quienes apoyaron a un gobierno interino de fantasías y quienes lo adversaron desde sus mismos inicios y se mostraron partidarios de no abandonar la lucha electoral, pese al ventajismo oficial. Pero en el trabajo por lograr la unidad, nadie debería ser dejado fuera a menos que simplemente no quiera abandonar las políticas suicidas. Es necesario, entonces, un reencuentro con muchos de quienes han lucido hasta ahora como irreconciliables.
Esta realidad y necesidad fue presentada por Rafael Simón Jiménez, en su exposición sobre la coalición política "Pongámonos de acuerdo por Venezuela", con la advertencia de que con seguridad "muchos nos vamos a encontrar en ese camino" hacia la unidad necesaria, incluso con fuerzas políticas no opositoras al gobierno. La alianza que se requiere, para salir de la catástrofe actual e iniciar un proceso de reconstrucción nacional, debe ser muy amplia. No se puede caer en los errores de todos estos más de 20 años, en los que se pretendió hacer política y gobernar en forma polarizada, dividiendo al país en dos sectores antagónicos, cada uno pretendiendo, sin tener las fuerzas suficientes, acabar políticamente con el otro. Esta alianza presentará un candidato que tenga el consenso de la población y un programa factible de reconstrucción nacional.