Indudablemente que los efectos nocivos del mal gobierno madurista han causado a la República un incalculable daño material y moral que hasta en los cimientos socioculturales de la sociedad venezolana han destruido valores fundamentales en la familia, se puede persivir con facilidad la descomposición estructural de la economía en la precariedad del poder adquisitivo del pueblo trabajador y en la fortaleza económica dominante de la burguesía explotadora privilegiada con las garantías que le brinda el gobierno madurista.
Lo cierto es que estamos en presencia de un patético drama impuesto por la casta dirigente gobernante corrupta, hecha millonaria dedicada a hacer dinero fácil con fortunas que contrastan odiosamente con el empobrecimiento de los venezolanos que mayoritariamente reclaman un nuevo gobierno decente que devuelva el respeto, la dignidad y la moral pública, que propicie la paz y la convivencia pacífica, se desempeñe com eficacia y eficiencia, que tengamos un mejor gobierno que gobierne para todos los venezolanos.
Necesario es detener ahora el presente desastre de quienes quieren continuar engañando y traicionando al pueblo que votó por ellos, de quienes cometieron la mayor estafa política del siglo XXI contra un pueblo que se le agotó la paciencia y pide con suficiente autoridad moral y legítima razón un cambio en el poder con una transición pacífica a manos de los trabajadores para rescatar y reconstruir la verdadera V república iniciada por Chávez al final del siglo pasado, pero que ahora el gobierno de Nicolás Maduro la está regresando a la III república.
Por más de nueve años el trágico desempeño del gobierno madurista sólo le ha ofrecido sacrificio al pueblo a cambio de miseria, imponiendo un modelo de libre mercado y reducción del estado social (que evidentemente le quedó grande) entregando la soberanía nacional a la burguesía nacional y extranjera orientado bajo el esquema del fantasma liberal de Robert Nozick, abandonando su responsabilidad de gobernar para las mayorías sociales del país, habida cuenta de las exigencias socioeconómicas que por derecho reivindicativo le corresponden a éste sufrido pueblo, obligado ahora a luchar para evitar la regresividad o eliminación de reivicaciones históricas como el salario y las prestaciones.
Hoy los venezolanos que amamos nuestro hermoso e incomparable país y que seguiremos viviendo aquí en esta tierra de gracia pase lo que pase, nos toca luchar en un esfuerzo unitario y pleno hasta resolver a fondo la presente crisis estructural producida principalmente por el saqueo al tesoro público, el bloqueo del salario constitucional y el entreguismo apatrida de los recursos naturales, dónde la corrupción y la complicidad gobiernera alcanzaron el mayor nivel histórico, lo cuál todavía quieren seguir justificando con la fulana "guerra económica" cuyos promotores desde fedecámaras ahora son sus mejores aliados y los más beneficiados de la presente crisis económica, situación que debemos revertir los venezolanos todos tomando la decisión POLITICA correcta con amplitud y determinación.
Abogamos por un ambicioso plan político de lucha que sin abandonar lo reivindicativo valla más allá de lo electoral por el rescate de la República, a partir de la unidad programática de todos los factores políticos revolucionarios, movimientos sociales, los trabajadores y el movimiento popular; la actual coyuntura es una oportunidad histórica no sabiendo si habrá otra luego, por lo que no podemos improvisar y menos aún piratear en la prefiguracion de un liderazgo emergente que identifique la ruta común para el cambio transformador y convoque la unidad nacional del chavismo consciente como primer frente amplio y democrático.
Evitando caer erradamente en la trampa simplista de la aparente "amplitud democrática" premiando al oportunismo mediocre o ser víctimas del enanismo político del ego-personalismo irresponsable sin el compromiso clasista, pues este plan no debe ser una nueva simplicidad electoral, evitemos cometer nuevamente el error estratégico de Chávez al designar a Nicolás Maduro, quien resultó ser un pataruco traidor con miedo "afectuoso" a la oligarquía, se trata de construir una propuesta sólida y eficaz que no deje dudas del papel histórico a jugar frente al antagónico desafío para disputarle el poder a un gobierno neoliberal, desclasado, criminal y traidor que no respeta la constitución ni los principios democratios con tal de mantenerse en el poder aún en contra del pueblo trabajador.
Hablamos del liderazgo socipolitico emergente más completo, necesario para enfrentar con certeza y determinación la catastrófica "obra" del presidente Nicolás Maduro y su gobierno lumpemburgues opresivo que cada vez que acciona o reacciona hunde más al país. Desde una perspectiva crítica y autocrítica de la realidad política nacional proponemos al país, a la clase trabajadora y a todos los factores revolucionarios que confluyen en la magnífica idea de construir la unidad programática como opción de cambio transformador de la superestructura dominante del viejo estado burgués que actualmente priva en el país de Bolivar y demás libertadores.
El pésimo manejo de la situación de crisis extrema en todos los aspectos y la consiguiente división de la sociedad venezolana, situan al país ésta vez lejos de la normalidad electoral y exige la prefiguracion de un liderazgo emergente calificado y con suficiente claridad política en la lucha de clase y su relación con el poder, que sea capaz de ir más allá de lo electoral de ser necesario y si así lo exigiera hipotéticamente la patria tener que parir la nueva historia del país.
Políticamente proponemos que debe ser María Alejandra Díaz, ése nuevo liderazgo emergente que venezuela necesita, sin duda es un destacado cuadro orgánico revolucionario quien reúne las condiciones básicas que fortalecen su carismático liderazgo emergente, que viene levantando expectativas, está despertando admiración y esperanza en la mayoría de la gente y temor en las elites del poder político y económico; que más allá de su notable formación académica profesional, es una mujer trabajadora y luchadora militante de las causas nobles del pueblo, con intachable honestidad, de actitud proactiva y carismática con profundidad en el análisis crítico y autocrítico que le dan suficiente autoridad moral y la convierten en la figura portaestandarte de las mujeres guerreras libertadoras de nuestra historia bolivariana.
La camarada María Alejandra Díaz tiene un solido perfil político e ideológico de aceptable calidad revolucionaria que garantizan la verdadera LEALTAD a la patria y a la soberanía nacional, a la constitución, a la clase trabajadora, al legado de Chávez; con éstos haberes presentamos a una mujer valiente, que no conoce la cobardía ni la traición. Para que gane toda venezuela.
Chávez y el chavismo revolucionario són el verdadero camino!