Bolívar fue un genio de la propaganda y por ello creó el "Correo del Orinoco" que cumplió un papel estratégico clave contra la "Gaceta de Caracas" dirigida por el (traidor) José Domingo Díaz Argote. La PROPAGANDA revolucionaria, entonces, en manos de Bolívar, funcionó a la perfección y creó verdadero pánico entre los realistas. Fue así como sus acciones e ideas se expandieron por la América toda y Europa. Pero una vez que se triunfa en Boyacá y Carabobo, la PROPAGANDA queda básicamente en manos de Francisco de Paula Santander, vicepresidente (Vice) de Colombia, y he aquí como entonces toda aquella idea genial de Bolívar con el "Correo del Orinoco" viene y se trastoca.

A partir de 1822, comenzaron a proliferar en la Nueva Granada docenas de pasquines y otros medios, casi todos controlados por Santander, con el fin de ir desconceptuando la labor del Libertador a la vez que impulsar la figura del Vice. Estos medios neogranadinos dirigidos por secuaces de Santander, entre ellos Vicente Azuero, Francisco Soto y Fernando González, se dedicaron a destrozar a los venezolanos, sobre todo a Páez, a Antonio Guzmán Blanco, a Miguel Peña, quienes le hacían sombra al proyecto personalista del Vice. Estos medios, a la postre, acabaron provocando el atentado del 28 de Septiembre de 1828 contra Bolívar, el sabotaje contra la Convención de Ocaña, la sublevación del Sur (de Obando y López), el asesinato de Sucre y la desintegración de la Gran Colombia.

La PROPAGANDA mal dirigida y organizada, lamentablemente, viene a constituir una especie de guarida de muchos incapaces e ineptos. Por ahí se cuelan los traidores, se convierte en el pretexto para no estudiar ni prepararse, como tampoco para trabajar. Por allí se impusieron en la Revolución Bolivariana, con lo del "ROJO ROJITO", Rafael Ramírez y multitud de vagos, LADRONES y DIENTES ROTOS, como el Hugbel Roa, el Pedro Maldonado, Ysmel Serrano, Cristian Zerpa, Hugo Cabezas,…, de la última camada…

La propaganda en una revolución es vital para sostenerse, pero a la vez debe evitarse que ella sólo se mantenga a fuerza de consignas, de leitmotiv desprovisto de conciencia revolucionaria, de frases automáticas que no nacen del conocimiento, de la experiencia y de la lucha popular.

A la par, debemos decir que la INVESTIGACIÓN y el CONOCIMIENTO deben cada día reforzarse en una revolución tan amenazada como la nuestra. Investigar no es inventar, no es echar cuentos de camino. La investigación exige una seriedad y unos sacrificios tremendos y en eso el Estado REVOLUCIONARIO debe siempre hacer todos los esfuerzos para que se profundice y se proteja a sus investigadores. Un investigador no puede estar dedicado a la PROPAGANDA DE PARTIDO, más aún, ésta en ocasiones podría llegar a perturbar su trabajo, ser muy contraproducente. Un investigador suele ver con mayor claridad, más que muchos dirigentes políticos, los problemas que aquejan al pueblo, a la revolución y debe oírsele sus críticas.

INSISITMOS: Al INVESTIGADOR, al hombre estudioso, cuando critica debe oírsele no apartársele, no aislarlo y abandonarlo, Y HASTA LLEGAR A CONSIDERARLO UN ENEMIGO. En eso Cuba ha sido muy cuidadosa en el trato a sus investigadores, y por eso el nivel de sus trabajos en el mundo es tan respetado.

Estimados compatriotas, es necesario tener conciencia de esta realidad tan necesaria en este momento de bloqueos y de sanciones gringas y europeas. Mucha más atención, respeto y ayuda merecen los que se queman las cejas en bibliotecas y laboratorios. Sin ellos nunca saldremos de abajo, sin ellos seguiremos asfixiados y aplastados por la bota de los imperialistas. Así, pues, ¡PUERTA FRANCA! al talento, como lo proclamaran Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Hugo Chávez…

Con solo gritos y proclamas no saldremos de abajo. Preparación, mil veces PREPARACIÓN, ESTUDIO, ANÁLISIS, DISCIPLINA, ORDEN, TRABAJO, PACIENCIA Y CONCIENCIA SOCIAL, las verdaderas armas que nos darán la victoria…