Cáscara Amarga 817

Si hay una conjunción J hay una vocal J

Si hay una conjunción J hay una vocal J. Si hay una conjunción J hay una vocal J de entre la I y la O. Y, se ha de decir, que la conjunción J, ha de revolucionar el mundo de las vocales y el mundo de las conjunciones. Y, tanto que no tonto, asina también, al mundo de las contradicciones. Y, mas y más, pero y empero, la conjunción J, ha de ser de equilibrio dinámico dialéctico difuso de entre la conjunción exclusiva excluyente exclusa aristotélica O de Aristóteles 353 antes de Cristo y la conjunción inclusiva incluyente inclusa maleoiana I de Maleo 2001 después de Cristo. Y, al tiempo en que dijérame una amiga, que acercóseme a lo que estaba escribiendo, aquí, en mi rancho que se llueve que se moja que se llora en Cantaclaro de San Carlos de Cojedes, en mi rincón de mis palabras que mi salvación labra. Y, díjome, asina ¡Ya está poeta! ¡Ya la montaste! ¡A ella, a la Cáscara Amarga el día de San Ramón! ¡Y, ahora échale pichón, como solía decir el doctor Caldera! Y, en verdad, tuve que echarle pichón. Pues, antes había consultado con un grande experimentado amigo de las letras. Y, preguntéle sobre este mundo de las conjunciones y de las vocales. Y, mi fraterno amigo de las letras no dióme la información que pretendía sobre el universo mundo desconocido por mí y desconocido por todos del universo mundo de las conjunciones y de las vocales. Y, bueno echéle pichón, y, saliera la conjunción J. La conjunción del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético pelético peletancudo. O sea y es decir, decir, y, como tiénese dicho, si hay una conjunción J hay una vocal J.

Con digresión y sin digresión, si hay una conjunción J hay una vocal J. Ahora agora hogaño, ya no han de ser cinco las vocales, ahora han de ser seis las vocales, con la nueva vocal J. Y, una nueva conjunción, la conjunción J. La conjunción J, que no es exclusiva ni es inclusiva. La conjunción J del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético pelético peletancudo. O sea y es decir, decir la conjunción J de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001 que con justeza reclamaban tanto como en la noche de los tiempos de Homero. La conjunción J, que ha de ser, una conjunción significativa maleoiana medular equilibrada profunda. Y, que decir la conjunción J maleoiana de Maleo 2001, es decir, o sea y decir, la figura significativa media estable penetrante de Maleo 2001 en la perogrullada primera vez de Perogrullo. Y, si a ver vamos, supongamos que se ha de tener por cierto, la perogrullada primera vez en que la aguja de Penélope, en el tejer y el destejer, pasara por el punto impretermitible inevitable un medio del exceso y el defecto de la Moral de Aristóteles en el tejer y destejer la manta ofrecida a su suegro. En tanto Ulises, regresaba a Ítaca en después de veinte años de ausencia de casi de la muerte en que terminara la guerra de Troya. Y, en ese tejer y destejer la manta, en que pasar por el impretermitible punto medio aristotélico y de Perogrullo, estuviera mareando a todos sus pretendiente, que la procuraban y derrochaban en el palacio de Ulises, en la creencia que este había perecido en el combate de la lejana Ítaca. Y, resulta que a todos los pretendientes, saliérales criada respondona. Y, Aquiles, en después de los veinte años, llegara a palacio, envuelto en tiempo preterido desconocido por todos los que en palacio estaban e incluso por la misma Penélope. Y, en la competencia diaria de la toma de la mano de Penélope, Ulises, envuelto en viejo harapiento sarnoso, les sorprendiera y los venciera en todas las eventualidades dentro de palacio. Y, sin percatarse los pretendientes de Penélope de la presencia Aquiles el contendor, que en esa novela rosa de Homero, atravesara con su mágica flecha, de la cornucopia reflexiva complementaria, en de por medio por la calle de en medio a la manzana que colgaba y se paseaba del techo trecho estrecho arrecho de difícil acceso del palacio. Y, que por una de las caras de la roja manzana redonda se leía matrimonio cierto y por la otra cara matrimonio incierto, como si fuera lo del gigantesco cuadrángulo rectángulo cartón que guindara del techo del botiquín de Miguelito en San Carlos de Cojedes, en que se leía por una de las cara la frase de la otra cara es falsa y por la otra la frase de la otra cara es verdadera. Y, de entre las posibilidades de la manzana, por la calle de en medio de la manzana, había que meter la flecha. Y, esto lo logró Ulises. O sea y es decir, decir justamente en la línea de la conjunción J. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, en una las caras de la manzana la conjunción O y por la otra cara de la manzana la conjunción I. Y, en de por medio y por la calle de en medio de la flecha de Ulises, representando la flecha a la conjunción J. Se sigue que si hay una conjunción J hay una vocal J de entre la I y la O.

Con divagancia y sin divagancia, si hay una conjunción J hay una vocal J. Lo que hubo de salir del amor a Penélope, de la novela rosa roja encantadora de Homero, que endespués de su muerte, fuera disputada territorialidad diputada por varias ciudades grecas, entre las cuales estaban Esmirna, Pilos, Colofón, Quios, Argos y Atenas. Y, en la República de Platón estaba constituida la pragmática de expulsar a los poetas que plagiaran al poeta Homero. Y, el autor de la traducción del Quijote del árabe al español, pues es sabido por todos que el Quijote fuera escrito primeramente en lengua árabe, y, asina fuera, Cide Hamete Benengeli, el traductor. Y, Cide Hamete Benengeli, fuera expulsado de la República de Platón, por la similaricadencia tautológica repetitiva paradigmática platónica, de copia de Homero, por lo de la disputa territorial diputada por varias ciudades y pueblos del universo mundo espacio tiempo a mas y a más, del lugar del nacimiento del Ingenioso Hidalgo don Quijote. Y, en el texto traducido, por Cide Hamete Benengeli, han de aparecer y figurar todas las villas y lugares de la Mancha de ahijarse el lugar de la muerte del Quijote. Y, que no otra suerte corriera Cide Hamete Benengeli, el traductor del Quijote del árabe al español. Y, la misma suerte de Cide Hamete Benengeli, pudo haberla corrido el poeta Jorge Luis Borges, por aquello de que a él le gustaba y prefería lectura del Quijote de la traducción del español al inglés. Y, a según el Premio Noble de Literatura Campestre Cojedeña, el disputado diputado cojedeño José Pineda, que a esta jugarreta de la lectura del Quijote del español al inglés del poeta Jorge Luis Borges, le costara en su oportunidad el Premio Nobel de Literatura. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, la conjunción J, aparece en la disputa en palacio por la diputada Penélope, que por la calle de en medio del tejer y del destejer la manta, burlaba a sus pretendientes de entre su confuso pensamiento y condición mudable. Y, asina en de por medio de la figura significativa conmovedora figurativa flecha de Ulises, representando a la conjunción J. Y, se sigue que si hay una conjunción J hay una vocal J.

Si hay una conjunción J hay una vocal J. Entonces sea dicho que de una disputa competitiva por la mano de Penélope surgiera de la sombría penumbra whitmaniana de Walt Whitman iguales pedazos de la roja manzana redonda con una cara de matrimonio cierto y la otra cara de matrimonio incierto. Ergo vergo sea dicho que en de por medio y por la calle de en medio la mágica flecha de Ulises. Que decir la mágica flecha de Ulises es decir la conjunción J. Que la manzana colgaba del techo trecho estrecho arrecho de difícil acceso del palacio Ulises. Que la flecha de Ulises, representa a la conjunción J. Que de entre la I y la O si hay una conjunción J hay una vocal J.

 



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Miguel Homero Balza Lima


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