Cáscara Amarga 841

Don Quijote y el bravío león enjaulado

Don Quijote y el bravío león enjaulado. Y, esto relátase en la Segunda Parte y en el Capítulo XVII. "Todo puede ser —dijo don Quijote… —Ahora, venga lo que viniere, que aquí estoy con ánimo de tomarme con el mesmo Satanás en persona…Llegó en esto el carro de las banderas, en el cual no venía otra gente que el carretero, en las mulas, y un hombre sentado en la delantera. Púsose don Quijote delante y dijo: — ¿Adónde vais, hermanos? ¿Qué carro es este, qué lleváis en él y qué banderas son aquestas? A lo que respondió el carretero: —El carro es mío; lo que va en él son dos bravos leones enjaulados, que el general de Orán envía a la corte, presentados a Su Majestad; las banderas son del rey nuestro Señor, en señal que aquí va cosa suya. — ¿Y son grandes los leones? —preguntó don Quijote. —Tan grandes —respondió el hombre que iba a la puerta del carro—, que no han pasado mayores, ni tan grandes, de África a España jamás; y yo soy el leonero y he pasado otros, pero como estos, ninguno. Son hembra y macho: el macho va en esta jaula primera, y la hembra en la de atrás, y ahora van hambrientos porque no han comido hoy; y, así, vuesa merced se desvíe, que es menester llegar presto donde les demos de comer…A lo que dijo don Quijote, sonriéndose un poco: — ¿Leoncitos a mí? ¿A mí leoncitos, y a tales horas? Pues ¡por Dios que han de ver esos señores que acá los envían si soy yo hombre que se espanta de leones! Apeaos, buen hombre, y pues sois el leonero, abrid esas jaulas y echadme esas bestias fuera, que en mitad desta campaña les daré a conocer quién es don Quijote de la Mancha, a despecho y pesar de los encantadores que a mí los envían...En el espacio que tardó el leonero en abrir la jaula primera estuvo considerando don Quijote si sería bien hacer la batalla antes a pie que a caballo, y, en fin, se determinó de hacerla a pie, temiendo que Rocinante se espantaría con la vista de los leones. Por esto saltó del caballo, arrojó la lanza y embrazó el escudo; y desenvainando la espada, paso ante paso, con maravilloso denuedo y corazón valiente, se fue a poner delante del carro encomendándose a Dios de todo corazón y luego a su señora Dulcinea…Y es de saber que llegando a este paso el autor de esta verdadera historia exclama y dice: «¡Oh fuerte y sobre todo encarecimiento animoso don Quijote de la Mancha, espejo donde se pueden mirar todos los valientes del mundo, segundo y nuevo don Manuel de León, que fue gloria y honra de los españoles caballeros! ¿Con qué palabras contaré esta tan espantosa hazaña, o con qué razones la haré creíble a los siglos venideros, o qué alabanzas habrá que no te convengan y cuadren, aunque sean hipérboles sobre todos los hipérboles? Tú a pie, tú solo, tú intrépido, tú magnánimo, con sola una espada, y no de las del perrillo cortadoras, con un escudo no de muy luciente y limpio acero, estás aguardando y atendiendo los dos más fieros leones que jamás criaron las africanas selvas. Tus mismos hechos sean los que te alaben, valeroso manchego, que yo los dejo aquí en su punto, por faltarme palabras con que encarecerlos». Aquí cesó la referida exclamación del autor, y pasó adelante, anudando el hilo de la historia, diciendo que visto el leonero ya puesto en postura a don Quijote, y que no podía dejar de soltar al león macho, so pena de caer en la desgracia del indignado y atrevido caballero, abrió de par en par la primera jaula, donde estaba, como se ha dicho, el león, el cual pareció de grandeza extraordinaria y de espantable y fea catadura. Lo primero que hizo fue revolverse en la jaula donde venía echado y tender la garra y desperezarse todo; abrió luego la boca y bostezó muy despacio, y con casi dos palmos de lengua que sacó fuera se despolvoreó los ojos y se lavó el rostro. Hecho esto, sacó la cabeza fuera de la jaula y miró a todas partes con los ojos hechos brasas, vista y ademán para poner espanto a la misma temeridad. Solo don Quijote lo miraba atentamente, deseando que saltase ya del carro y viniese con él a las manos, entre las cuales pensaba hacerle pedazos…Hasta aquí llegó el estremo de su jamás vista locura. Pero el generoso león, más comedido que arrogante, no haciendo caso de niñerías ni de bravatas, después de haber mirado a una y otra parte, como se ha dicho, volvió las espaldas y enseñó sus traseras partes a don Quijote, y con gran flema y remanso se volvió a echar en la jaula. Viendo lo cual don Quijote, mandó al leonero que le diese de palos y le irritase para echarle fuera. —Eso no haré yo —respondió el leonero—, porque si yo le instigo, el primero a quien hará pedazos será a mí mismo. Vuesa merced, señor caballero, se contente con lo hecho, que es todo lo que puede decirse en género de valentía, y no quiera tentar segunda fortuna. El león tiene abierta la puerta: en su mano está salir o no salir; pero pues no ha salido hasta ahora, no saldrá en todo el día. La grandeza del corazón de vuesa merced ya está bien declarada; ningún bravo peleante, según a mí se me alcanza, está obligado a más que a desafiar a su enemigo y esperarle en campaña; y si el contrario no acude, en él se queda la infamia y el esperante gana la corona del vencimiento. —Así es verdad —respondió don Quijote—. Cierra, amigo, la puerta, y dame por testimonio en la mejor forma que pudieres lo que aquí me has visto hacer, conviene a saber: como tú abriste al león, yo le esperé, él no salió, volvíle a esperar, volvió a no salir y volvióse a acostar. No debo más, y encantos afuera, y Dios ayude a la razón y a la verdad y a la verdadera caballería, y cierra, como he dicho, en tanto que hago señas a los huidos y ausentes, para que sepan de tu boca esta hazaña." Agora ahora hogaño, lo que no cuenta Cide Hamete Benengeli, en la traducción del Quijote del árabe al español, es que don Quijote tenía tanto una facultad tan grande mental superior natural como a las de los védicos faquires hindúes. Y, fuera asina como don Quijote, el valor de un hombre, para sin mover la espada, y, echando cuarto a espada, entrara en una conversación con el distraído resignado animal feroz. Y, lo mas y lo más grande fuera que, el valor de un hombre, porque y para que mandara a Morfeo, al portento león enjaulado liberto, ante la sorpresa inaudita impresionante del carretero leonero cuidador, que conocía del animal. Y, Don Quijote, con tan grande envidiable facultad mental superior natural faquiriana. Y, esa grande condición pura, muy pocas personas las han tenido. Y, si a ver y contar vamos, solo y sólo, el Libertador Simón Bolívar, la poseía. Y, la comparación viene desde el callo en el culo, por culpa de Palomo y por culpa de Rocinante. Y, al punto que el Libertador dijera que Jesucristo, Don Quijote y yo, fueran los mas y los más grandes majaderos de la historia. Y, cuantas de las veces leería el Libertador Simón Bolívar, lo de Don Quijote y el bravío león enjaulado

Con digresión y sin digresión, Don Quijote y el bravío león enjaulado. Y, en verdad, el Libertador Simón Bolívar, hubo de haber leído al Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, unas cien veces, sobre la topológica silla de montar a Palomo, solo y solo, superado por William Faulkner, el padre abanderado del fantástico realismo mágico en la América y por Juan Carlos Onetti, quien decía, asina, que cuando tenga el poder que nunca tendré, decretaría la lectura obligatoria del Quijote. Y, agora ahora hogaño, esta pandora panda parodia perola perorata paraulata cojedeña cantarina que se orina de entre nube con agua y nube sin agua, en mi rancho que se moja llueve llora, en que espero a Maleo a venga y vuelva a toda hora. Y, fuera la perola perorata paraulata que viniera el día de Buenaventura, de la consideración y la aventura, de Albert Einstein. Y, fuera el 26 de septiembre de 2023, que dejárase ver en la página web de Rusia Today, https://actualidad.rt.com/viral/481222-pastor-nigeriano-fosa-leones "Pastor nigeriano recrea una historia bíblica y se mete en una celda con leones (VIDEO). El hombre, que salió ileso de su hazaña, aseguró que quería demostrarles a los miembros de la iglesia que "nada puede pasarle a un hombre de Dios". Este lunes se ha compartido en las redes sociales un video donde se ve a un pastor nigeriano en una jaula jugando con leones tras presuntamente invitar a los miembros de la iglesia a que lo observaran, informan medios locales. Según las fuentes, el pastor, quien no ha sido identificado todavía, había llevado a sus feligreses hasta el sitio para demostrar que "nada puede pasarle a un hombre de Dios". En el video, se puede observar al hombre acariciando dos de las leonas que se encuentran en la jaula, las cuales no parecen perturbarse con su presencia, mientras las personas observan desde el otro lado de la reja metálica. Al parecer, el pastor intentaba recrear la popular historia de la Biblia en la que el profeta Daniel, quien fue arrojado a una fosa con leones, salió ileso gracias a la intervención divina." Mientras que muchas personas condenaron las acciones del pastor, calificándolas como vergonzosas, otros internautas hicieron bromas al respecto, asegurando que el pastor sobrevivió ya que las leonas habían sido domadas previamente." Agora ahora hogaño, uno nunca sabe, si el señor pastor nigeriano, estuviera imitando al profeta Daniel. Quien, él, Daniel, y, el foso de los leones, oraba a Dios. Y, cualquiera que orara a Dios sería arrojado a un foso de leones. Y, era Darío, rey de Babilonia, cuando Daniel fuera, endenates, echado en el foso de los leones. Y, endespués, el rey permaneció despierto toda la noche. Temprano a la mañana siguiente, el rey corrió al foso de los leones. Llamó a Daniel para ver si aún estaba vivo. ¡Daniel le respondió! Le dijo al rey que Dios envió un ángel para que cerrara la boca de los leones. Los leones no le hicieron daño. El rey Darío, estaba contento de que Daniel estuviera a salvo. El rey Darío, castigó a los sabios, jalabolas a la sazón, que lo engañaron y puso fin a la ley. El rey Darío, enseñó a su reino en cuanto al poder y la bondad de Dios. Asina las cosas de Daniel y Don Quijote. Y, a buen seguro, que si los leones del pastor nigeriano, fueran domesticados, se ha de seguir que el pastor nigeriano fuera un grande farsante bellaco redomado como tantos que andan por ahí, por ahí, predicando en falso. Y, que fuera como tiénese dicho y deténtase mentado, que en el acentuado y asentado valor de un hombre faquir natural como Don Quijote, pusiera puesto a prueba en doméstica probanza bravía su heroísmo, en que la historia contara en dos puntos. Don Quijote y el bravío león enjaulado.

Si Don Quijote y el bravío león enjaulado, lo contara el manco de Lepanto, y, lo mal reprodujera el renco de San Carlos, y, que ambos estarían cumpliendo años de nacidos, el día de San Miguel, el 29 de septiembre. Entonces sea dicho que Don Quijote y el bravío león enjaulado y el profeta Daniel y el bravío león en el foso, tienen tanta similaricadencia leonina platónica, que en verdad son creíbles y tiénense por cierto lo contado de Daniel y Don Quijote. Ergo vergo sea dicho que, lo del pastor nigeriano hasta que no se demuestre lo contrario se ha de tener por falso. Que lo Don Quijote estaba lleno de cultura faquir natural. Que lo de Daniel estaba llena de cultura testamentaria antigua. Que lo del pastor nigeriano estaba llena de cultura inmediata instagramiana. Que en acentuado y asentado valor de un hombre faquir natural como Don Quijote, pusiera puesto a prueba en doméstica probanza bravía su heroísmo, en que la historia contara en dos puntos: Don Quijote y el bravío león enjaulado.





 



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Miguel Homero Balza Lima


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