El principio de exclusividad y el principio de borrosidad. La exclusividad hase de ubicar en los extremos de la una contradicción y la borrosidad hase de ubicar de entre los extremos de la contradicción. Y, ha de ser verdad, que si no hay contradicción no ha de haber borrosidad. La contradicción está en los extremos y la borrosidad de entre los extremos. Y, los extremos se tocan en el medio en el límite de la mayor borrosidad. Tanto como si dijéramos que el uno y el cero, han de tocarse en un medio, en el límite. Un medio, el límite, que afirmara Aristóteles en su Moral del exceso y el defecto. Un medio, el límite, que negara Aristóteles en su Lógica, en que no ha de caber un medio, el límite, de entre dos términos contradictorios, como por ejemplo de entre el cero y el uno, de entre el negro y el blanco. Y, asina asín así, surgiera el principio del tercio excluso. Y, asina ansí así surgiera el principio de exclusividad. Y, asina asín así, un medio, el límite, que lo afirmara Aristóteles en su Moral del exceso y el defecto. Y, un medio, el límite, que negara Aristóteles en su Lógica del principio del tercio excluso, o sea, el principio de la exclusividad. Y, un medio, el límite, de entre el cero y el uno, que ha de representar lo difuso, el límite, como si fuera de entre el negro y el blanco, que de antuvión ha de ser una mezcla complementaria, de donde ha de surgir el gris, el límite, lo borroso del principio de borrosidad en que ha de afirmarse que todo es cuestión de límite, a mas y a más, que todo es cuestión de grado. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, en el cero o en el uno, en el negro o en el blanco, ha de estar el principio de exclusividad. Y, en el límite, en un medio, de entre el cero y el uno, de entre el negro y el blanco, en el gris, ha de estar el principio de borrosidad. Asina asín así, síguese que hemos de hablar del principio de exclusividad y el principio de borrosidad.
Con digresión y sin digresión, el principio de exclusividad y el principio de borrosidad. La contradicción fíjase en los extremos de la contradicción y la borrosidad fluctúa de entre los extremos de la contradicción. El principio de exclusividad se fija en el número cero o en el número uno. Y el principio de borrosidad fluctúa de entre el número cero y el número uno, y, pasara siempre en armónica simultánea contradictoria por un medio, el límite, la perogrullada primera vez de Perogrullo, como si fuera la aguja dinámica dialéctica difusa del tejer y destejer de Penélope. El principio de la exclusividad fíjase en el color negro o en el color blanco. El principio de borrosidad fluctúa de entre el color negro y el color blanco, y, pasara siempre en armónica simultánea contradictoria por un medio, el límite, la perogrullada primera vez de Perogrullo, como si fuera la aguja dinámica dialéctica difusa del tejer y destejer de Penélope. Lo del principio de exclusividad determínase en los extremos y el principio de borrosidad difumínase de entre los extremos. El principio de exclusividad es estático y el principio de borrosidad es dinámico. El principio de exclusividad es determinante y el principio de borrosidad es flexible. El principio de exclusividad es imperativo categórico y el principio de borrosidad es imperativo hipotético. En el principio de exclusividad hay saltos cuánticos de talanquera y vuelos cuánticos de galleras y en el principio de borrosidad hay difuminación continua espectral en el límite que es el principio de la borrosidad de Maleo 2001 en todo es cuestión de límite. El principio de exclusividad no es operativo con el método del tiempo perdido que va de lo conocido a lo desconocido por su misma condición de saltos cuánticos de talanquera y vuelos cuánticos de gallera. El principio de borrosidad es operativo con el método del tiempo perdido que va de lo conocido a lo desconocido en difuminación continua espectral. El principio de exclusividad no es raciocinar del raciocinio humano. El principio de borrosidad es raciocinar del raciocinio humano de lo conocido a lo desconocido. El principio de exclusividad es de lo desarmónico determinante absoluto del sí o no, del estás conmigo o estás con mi enemigo de Aristóteles, de Maquiavelo y George W Bush. El principio de borrosidad es de la armónica flexibilidad difusa relativa simultánea contradictoria heraclitoiana de entre el sí y no, de entre el nihilismo y eternalismo, de Sun Tzu, Buda, Laozi, Heráclito, de entre la teoría amigo y enemigo, de Sun Tzu, del Libertador Simón Bolívar y del Comandante Chávez. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado la exclusividad hase de ubicar en los extremos de la contradicción y la borrosidad hase de ubicar de entre los extremos de la contradicción. O sea y es decir, decir el principio de exclusividad y el principio de borrosidad.
Con divagancia y sin divagancia, el principio de exclusividad y el principio de borrosidad. Todo es salto cuántico de talanquera y vuelos cuánticos de gallera en el principio de exclusividad de Aristóteles 353 años antes de Cristo y todo es cuestión de limite en el principio de borrosidad de Maleo 2001. En el concepto de límite matemático borroso de Maleo 2001 se tiende y se trasciende de un medio ético aristotélico, del límite, de la mayor grisura, en de por medio por la calle de en medio, de entre la geometría y el álgebra. Y, un medio, el límite llevado por la ingenua puntica putica compasiva del compás escolar, como que en verdad, y, a buen seguro, se estuviera hablando de la Moral aristotélica de Aristóteles de entre el exceso y el defecto, términos contradictorios, negados en la Lógica del filósofo de Estagira de las extremidades del principio de exclusividad, ya en el cero o ya en el uno, y, solo y sólo, de la tendencia al cero en la definición moderna de límite matemático de Isaac Newton y Gottfried Leibniz. Pero y empero, jamás nunca y nunca jamás, en un medio de la tendencia y de la trascendencia de la concepción postmoderna de límite matemático de Maleo 2001. Y, asina asín así, en la Filosofía de las 4E de Maleo 2001, de entre el entendimiento y la estética ética espiritual, en el indefectible impretermitible inevitable forzoso necesario un medio, el límite. La presencia presencial presidencial del límite matemático postmoderno borroso avanzado Maleo 2001, en el indefectible impretermitible forzoso necesario un un medio, al que se tiende y del que se trasciende con nuevas definiciones conceptuales trascendentes sinusoidales cíclicas circulares de la eterna noria notoria de la historia para el movimiento dialéctico y materialismo histórico ingenuo irónico defensivo ofensivo quijotesco cervantino de entre la razón y la sinrazón de don Quijote. El indefectible impretermitible forzoso necesario, un medio, el límite matemático borroso de la concepción posmoderna de límite de Maleo 2001. El principio de exclusividad y el principio de borrosidad. La exclusividad hase de ubicar en los extremos de una contradicción y la borrosidad hase de ubicar de entre los extremos de la contradicción. Y, ha de ser verdad que si no hay contradicción no ha de haber borrosidad. La contradicción está en los extremos y la borrosidad ha de estar de entre los extremos. Y, los extremos se tocan en el medio de la mayor borrosidad y en la mayor grisura caliginosa difusa. Tanto como si dijéramos que el uno y el cero, han de tocarse en un medio, como si dijéramos que el negro y el blanco han de tocarse en el gris caliginoso difuso de la mayor borrosidad. Y, como tiénese dicho, la exclusividad hase de ubicar en los extremos de la contradicción y la borrosidad hase de ubicar de entre los extremos de la contradicción. Y, como deténtase mentado, hemos de hablar que todo es cuestión de límite llevado por la ingenua puntica putica compasiva del compás escolar, como que en verdad, y, a buen seguro, se estuviera hablando de la Moral aristotélica de Aristóteles de entre el exceso y el defecto, casos correlativos límite contradictorios caliginosos. El exceso y el defecto, términos contradictorios caliginosos, negados en la Lógica del filósofo de Estagira, que ubicábase siempre, en las extremidades del principio de exclusividad, ya en el cero o ya en el uno, y, de la tendencia al cero con la definición moderna de límite matemático de Isaac Newton y Gottfried Leibniz. Y, mas y más, pero y empero, jamás nunca y nunca jamás, Isaac Newton y Gottfried Leibniz, hablaran en su concepción moderna de límite matemático en un medio ético aristotélico del exceso y del defecto, y, en de por medio, un medio, el límite, de la tendencia y de la trascendencia en la concepción postmoderna de límite matemático de Maleo 2001. O sea y es decir, decir el principio de exclusividad newtoniana y el principio de borrosidad maleoiano.
Si el principio de exclusividad y el principio de borrosidad, son casos correlativos límite contradictorios caliginosos, tanto como si fueran el exceso y el defecto del concepto ético aristotélico. Entonces sea dicho que el principio de la exclusividad y el principio de la borrosidad, han de ser aspectos de la de la Filosofía de las 4E de Maleo 2001, del entendimiento y la estética ética espiritual. Que han de tener al indefectible impretermitible inevitable forzoso necesario un medio límite aristotélico equilibrado dinámico dialéctico difuso de entre la exclusividad y la borrosidad. Ergo vergo sea dicho que la exclusividad hase de ubicar en los extremos de la contradicción y la borrosidad hase de ubicar de entre los extremos de la contradicción. Que el principio de exclusividad es de lo desarmónico determinante absoluto del sí o no del raciocinar raciocinio humano del estás conmigo o estás con mi enemigo de Aristóteles, de Maquiavelo y George W Bush. Que el principio de borrosidad es de la armónica flexibilidad relativa simultánea contradictoria difusa del sí y no del raciocinar raciocinio humano de entre el nihilismo y eternalismo de Buda, Laozi y Heráclito, de entre la teoría amigo y enemigo de Sun Tzu, del Libertador Simón Bolívar y del Comandante Chávez. Que el límite matemático de la tendencia de la definición moderna de Isaac Newton y Gottfried Leibniz ha de estar en las extremidades del principio de exclusividad aristotélico ya en el cero o ya en el uno. Que el límite matemático de la tendencia y la trascendencia en un medio límite ético aristotélico de entre el exceso y el defecto, es de la concepción postmoderna de límite matemático de Maleo 2001. Que Isaac Newton, Gottfried Leibniz y Maleo 2001 son contenidos que contiene el continente del principio de exclusividad y el principio de borrosidad.