Tania, Nolia y Palmar

Los dos primeros excelentes periodistas, apegados a la ética, a la denuncia, a la verdad. Ambos son figuras identificadas con el pueblo. Escucharlos en sus diarias opiniones en el espacio “Dando y Dando” por el canal de todos los venezolanos, era reconfortante, porque se entendía que sus opiniones iban con el formato de la verdad, la sinceridad y la razón. Extraordinario cuando colocaban las opiniones, en video, de la oposición y luego se dedicaban a desglosar minuciosamente lo emitido por ésta. Tania es una profesional en todas las de la ley. Y lo es, porque se apega al propósito de todo periodista que se respete, como es tratar la noticia con objetividad, sin pantallerismo, sin caer en el protagonismo, utilizando la dicción sencilla y no el rebuscado y enredado trabalenguas, de esos noveles de pacotilla que pululan por ahí…”Mami yo quiero estudiar comunicación social para salir en la tele”

¿Qué escribir de Alberto Nolia? Avezado hombre del periodismo, editor, luchador, claro y raspao en sus exposiciones. Humorista sin espaviento, personaje que capta con la medida justa de sus comentarios, llenos de jocosidades, repletos de costumbrismo, que es lo que le gusta al pueblo. Las expresiones “bacalao y medio pollo” son utilizadas por Nolia, para darle a sus comentarios el sabor necesario que el lector o el televidente deglute con avidez, y para identificar a los perjuros que intentan desequilibrar balanzas, robar, tener rabos de paja y llevar miedos a las comunidades. Alberto pertenece a una casta de periodistas que se ha ido extinguiendo por culpa de “reguetton técnico” utilizado por la nueva escuela. Un sobreviviente de la crónica sana, del buen decir, del exuberante comentario, lleno de picardía y sinceridad. ¿Será eso lo que ha hecho que su programa “Los papeles de Mandinga” por una estación de radio y “Dando y Dando” donde comparte con Tania el set televisivo, se encuentren en este momento lejanos de la audiencia? ¡Carajo! Eso sería muy peligroso para la Revolución y ganancia para la oposición.

Y es que Alberto va de frente y sin miedo. Lo hemos escuchado decir algo negativo de la Fiscalía, de otros entes, que no están funcionando como debe ser, y, ¿eso es malo para la Revolución? Quienes contesten afirmativamente, son sin lugar a dudas, anti revolucionarios, porque las cosas malas se deben denunciar desde adentro. Resulta infantil y a la vez peligroso, para el proceso, que sólo se le de publicidad a lo positivo. No creo que se esté dictando la pauta del Presidente Chávez, al colocarle bozal a quien siendo revolucionario, observa lo negativo y lo denuncia. Sí así fuera, sería un error de proporciones incalculables. ¿Acaso todo lo que pasa en Venezuela tiene olor a rosa?

Ojalá que la postura de Alberto Nolia se siguiera en ministerios, institutos, liceos, hospitales, misiones, cooperativas, universidades. En todas partes, porque con ello se podría desenmascarar al inepto, al que no cumple, al corrupto, al que cabalga horarios, al indecente que se lleva los utensilios de las oficinas, el truhán y desalmado sin conciencia, que no respeta y que se niega a dejar el oscurantismo.

No creemos que el señor Jesús Romero Anselmi, periodista de amplia trayectoria en pro de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN, e igualmente de gratos recuerdos desde aquel 12 de abril de 2002, quien es el director del CANAL 8, esté desinflando este medio de difusión, al eliminar un programa de gran audiencia a esa hora de la tarde, cuando regresamos del trabajo y nos sentamos frente al televisor a recibir las buenas y malas noticias de la Revolución. Quien gobierna el país venezolano es Hugo Rafael Chávez Frías y al menos que él lo permita, nadie puede cerrar o abrir tal o cual puerta. Menos en este momento cuando Marcel Granier y su combo desesperado, por el inminente término del arrendamiento de la concesión a RCTV anda recorriendo el mundo, gritando que en Venezuela se cierran programas y se le pone candado a la información. Un gran mal se le estaría dando al extranjero y al pueblo venezolano, si es verdad que a dichos programas se los llevó el viento de la censura.

Al padre Palmar le envío el grito que me sale desde el esófago, para decirle: “Señor, la mayoría no te acompañará en tu burdo pedimento”

aenpelota@gmail.com



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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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