NOTA PRELIMINAR

Primero, aquí en mi región, Aporrea ahora está totalmente bloqueada, uno debe usar un proxy online.

Segundo, poco antes de mandar este artículo a Aporrea, leí, pero con monumental tristeza y con un indescriptible dolor dentro de mí, el más reciente artículo de Mario José Moreno Álvarez aquí en Aporrea, titulado, Las chamas venezolanas prostitutas en Perú.

No solo esta terrible desgracia y crimen social venezolano está ocurriendo fuera del país, sino que está ocurriendo aquí mismo en la Venezuela de Maduro, frente a nuestras propias narices, pero de manera seriamente agravada.

Una amiga mía del Táchira de 47 años de edad, con dos hijos y un montón de nietos, quién trabajó 18 años para una institución del Estado venezolano manejado exclusivamente por el PSUV y por sus aliados, donde jamás le pagaron sus prestaciones o indemnización al irse de su trabajo en el Táchira a Caracas en búsqueda de un trabajo digno, finalmente no pudo conseguir nada, se fue a la calle, y hoy se prostituye en Caracas. La estamos ayudando. Dos otras amigas mías hicieron lo mismo, una de unos 40 años de edad, y la otra de unos 25 años, quienes también hemos estado ayudando.

Varias otras mujeres que conozco de vistas donde vivo, lo hacen desde hace varios años ya, esto, para poder darles comida nutritiva a sus hijos y a sus familiares y ancianos.

Sí señor, así es.

Este es un crimen social de inmensas proporciones creado directamente por Maduro y por su gente, ¿y ustedes van a votar por esos miserables desalmados?

¿Ah?

¿Y ustedes escritores aquí en Aporrea van a seguir apoyando a Maduro y a su gente, y van a seguir obviando su obvia responsabilidad, o van a seguir inventando todos tipos de excusas para justificarlo o para exculparlo?

¿Ah?

Eso sería como la gente que sigue apoyando a Pablo Neruda, a ese miserable abusador, oportunista, y violador confieso (vean la página 103).

Este país me está arrancando el corazón, saben.

Hoy, otra amiga que gana solo $5 al mes trabajando para otra institución del Estado venezolano, y que es tratada como una esclava por la gente de Maduro y del PSUV, pero quien no se prostituye, me dijo que ella supo anoche que yo posiblemente me iba del país a visitar a mis familiares en Canadá, y yo le dije que no, que no es por eso que quiero irme, y que me iré cuando pueda, no, es que yo ya no puedo más seguir viviendo aquí en este país que me está matando, me voy para escaparme de aquí.

ARTÍCULO

Aquí, en este país, nada tiene sentido.

Un país petrolero que importa gasolina.

Un país que manda a su gente a votar en un referéndum "no vinculante."

Y ahora, un país donde el presidente (Maduro), acusa al nuevo presidente de Argentina de ser una amenaza ultra derechista y un neonazi, "con un proyecto colonial que pretende acabar con el Estado, con los derechos sociales e instaurar en el continente lo que fue el proyecto ultra neoliberal que se impuso años 70," cuando el mismo Maduro ha hecho exactamente lo mismo, y peor, aquí en Venezuela, y en contra de su propia gente (nosotros).

Maduro es un ultra derechista, entre los peores que yo jamás he visto.

Maduro destruyó y eliminó básicamente todas las misiones sociales de Chávez.

Maduro dolarizó nuestra economía y ha creado un montón de zonas económicas especiales que son 100% neoliberales.

Es más, vía sus decretos presidenciales, Maduro le quitó a su propia gente --- o sea, a nosotros --- 99% de nuestros salarios y pensiones que eran de casi $500 al mes en el comienzo del 2013, y que hoy son menos de $5 al mes (y generalmente menos de $20 al mes desde el 2014), básicamente reemplazándolos por bolsas de comida de muy baja calidad que en otros países solo le darían a los animales, como si fuéramos sus esclavos-animales personales.

O sea, no solo Maduro es igual al nuevo presidente de Argentina, un ultra derechista, un destructor de programas sociales, y un total neoliberal en lo económico, sino que Madura también es, de hecho, un esclavista.

Pero, lo peor es que, Maduro, quien es igual o peor que el nuevo presidente de Argentina, tiene la increíble audacia de acusarlo públicamente, de ser él el malo.

Eso no me entra en la cabeza.

Es más, Maduro lo acusa de ser un neonazi, cuando la verdad es que el nuevo presidente de Argentina está estudiando el Torá y está aún considerando convertirse al judaísmo.

Sí señor.

Jamás he visto tan profunda hipocresía y tan descerebrado descaro.

Nada se entiende en este país.

Nada tiene sentido aquí.