Guyana busca convertir sus decisiones en la identificación más clara de imperialismo impulsado en la región, todo su origen así lo ha determinado. Acercarse a Europa y Estados Unidos es más importante antes que hacerlo con América Latina y el Caribe.
Poco les importan sus estrategias contrarias a otros países. Su estructura de gobierno es lo más parecido a un Estado fallido impregnado de ilegitimidad la cual lo ha caracterizado por apartarse en los modelos de integración auspiciados por la región.
Guyana busca hacerse a la fuerza de importantes áreas contentivas de claros privilegios energéticos y territoriales, todos ricos en hidrocarburos ―petróleo y gas―. Ha ocupado estas regiones tras un silencio total al momento de recibir reclamos efectuados por Venezuela y Surinam.
En cuanto a su extensión territorial se ha hecho de doscientos catorce mil kilómetros cuadrados de los cuales unos ciento sesenta mil corresponden solo a Venezuela. Su población sobrepasa los ochocientos mil habitantes, pero un millón más de guyaneses han abandonado esta zona en las últimas décadas.
Su gobierno mantiene litigios territoriales con Surinam quien reclama su incomodidad al igual que lo hace Venezuela al presenciar como Guyana cierra todas las vías de diálogo para quedarse con territorios arrebatados a estas dos naciones. Esto la va convirtiendo en el único país del área que se ha tomado más de un noventa por ciento de tierra que no le corresponde.
La manera tosca los hace creer en políticas desacertadas llevándola a emprender proyectos ilegales sobre ricas extensiones que ni remotamente les pertenecen ni les corresponden al adueñarse mediante la explotación de recursos encontrados sobre litigios internacionales.
Pero como la defensa de la soberanía representa la profundidad de un Estado con múltiples estrategias como las lleva adelante Venezuela para recuperar su legítima soberanía, se hace necesario y estratégico en su seguridad nacional elegir a un número importante de Diputados a la Asamblea Nacional de Venezuela que vivan en Guyana.
Como la buena política significa la mejor base para reconocer y solucionar conflictos, es necesario organizar un proceso donde primero se inscriban en el CNE para que puedan ejercer su voto de manera digital todos aquellos ciudadanos que pasen a ser venezolanos una vez que Venezuela otorgue cédula tras la consulta del 3 de diciembre 2023.
Una vez identificados soberanamente con nuestro país, esta zona, mayoría venezolana manifestará ser reconocidos con todos sus derechos, incluso, muchos de ellos durante todo el siglo pasado y lo que va de este y ante el descuido de sus gobernantes se trasladan a trabajar y gozar de servicios en salud y educación dentro de territorio venezolano.
Por eso debe estudiarse la estrategia de crear un registro digital reconociendo su libertad para ejercer el derecho al voto con candidatos que vivan dentro del territorio guyanés. Esto sería inédito en cualquier proceso electoral ante cualquier nación del mundo.
Nos permitiría buscar soluciones para acercar esta región a nuestro país, y como lo hacen en diversos procesos electorales que a diario se desarrollan en el mundo entero, escoger mediante el voto electrónico un número de representantes que ocupen con todos sus derechos al igual que los tiene un diputado venezolano en la Asamblea Nacional.
Esto se consideraría frente a las resoluciones de conflictos por territorios que hay en el mundo como una fórmula democrática, civilizada, pura y le daría más soberanía a nuestro país, notándose en un empeño más en ser tomado por las instancias internacionales que conocen este caso para terminar de definir nuestro reclamo. Pero también comienzan a sentirse los primeros pasos para el traslado definitivo de nuestra soberanía sobre el territorio en reclamación. Muchas soluciones son más de hecho que de derecho.