Del Evangelio de Sant Roz

Soy agnóstico de pura cepa, lo que no es óbice para yo desentenderme de la hermenéutica; una cuestión es que usted no permita que le metan pajaritos en la cabeza y otra muy distinta es ser antirreligioso, el dogma restringe las capacidades mentales pero se dan casos de hombres de férrea disciplina en la fe pero que son unos tacos de conocimiento y de la acción revolucionaria, que conjugan magistralmente la teoría, el conocimiento con la acción, y he ahí a Chávez.

Sant Luis (Britto García), además de Sant Roz, es otro Sant de mis afectos evangelistas y aunque el inexorable tiempo transfigura todo a su paso, rezo para que ambos se mantengan firmes sobre el cuadrilátero donde se dirime la razón y la verdad, siempre enfocados, sustantivos y sin esguinces.

Unos ahí en esa arena –son pocos los que pueden brillar sobre esa lona –, otros de nosotros doblando una cabilla, cepillando una madera, ordeñando la mar o empreñando la tierra, los sudabolas, eso somos, sudabolas porque trabajamos como burros, con nuestras manos callosas, llevando a cuestas nuestras desgastadas huellas dactilares como si fuesen una medalla, aunque, ni para echar gasolina o pasarlas por el biopago nos sirvan pero eso sí, al menos para uno limpiarse el culo.

Mas, volviendo al hueso, hay otra clase de Santos como San Rafael de Tobi y San Antonio del Golfo (o el Golfo de Antonio, adorador de San Rafael R) que son despiadados con Maduro pero más que contra Maduro lo son contra Chávez, sólo que hay que escarbar entre líneas, lo que es tema aparte, pero lo cierto es que hay que ser bien golfo para ir contra el Consejo Nacional Electoral y contra el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela por estos poderes del Estado haber avalado la recuperación del Estado Esequibo Bolivariano y para siempre.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1963 veces.



Guillermo Guzmán


Visite el perfil de Guillermo Guzmán para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: