I
Estas navidades de 2023 en Venezuela se han percibido como de las más alegres de los últimos años, aunque muy desiguales: luces en plazas estratégicas de ciudades capitales, así como en poblaciones grandes de la geografía interiorana de la república, entidades federales y municipios, también en oficinas gubernamentales. Conciertos en espacios abiertos con asistencia multitudinaria, según lo visto por VTV en Caracas y Maturín. En todo fue un derroche, eso es indudable, ¿estará regresando la Gran Venezuela?
Tampoco se puede negar que hubo alegría por la liberación de Alex Saab, sobre todo en el en alto gobierno, que ahora negocia person to person con representantes de la Casa Blanca; los revolucionarios y chavistas más identificados con el oficialismo también fue motivo de alegría, lo digo porque personalmente esa tarde regresábamos de una sesión solemne del municipio Urdaneta, estado Lara, en un vehículo facilitado por la gobernación y lo comentamos al menos con los profesores Camilo Nicola y Dalí Álvarez, como un tremendo éxito de la "Diplomacia Bolivariana de Paz", el triunfo de un país pequeño, pero que se sabe plantar firme frente al coloso del norte. Alex Saab fue sometido a un caso extremadamente difícil, pero en lo diplomático el presidente Maduro se sabe mover, gracias a Dios; por lo que también somos optimistas con respecto al asunto del Esequibo, si bien la cosa en uno y otro caso el proceso ha sido lento, ahí también Venezuela saldrá airosa.
II
Donde el gobierno no da pie con bola es en la cuestión salarial, que desde que "aplanaron" las tablas y salieron los ya famosos bonos, todo ha sido una fuente de graves desigualdades sociales y descontento, que hasta pone en peligro la reelección de Maduro en 2023, nos parece. ¿Qué va a hacer este gobierno al respecto? "Alumbra, alumbra Niño, alúmbrale el camino", dice un villancico a lo divino.
Pero, en fin, 2023 también fue grandes contrastes, como en toda sociedad desajustada, terreno fértil para muchos movimientos sociales y anomia, por ejemplo: los fraudes en conciertos privados, caso de un tal Romeo Santos, corrupción en PDVSA y un sinfín de cosas más, lo cual dio mucho qué pensar sobre la calidad de algunos "revolucionarios"; en ese sentido, el regreso a Venezuela del polémico empresario y agente diplomático del gobierno nacional en importantes gestiones comerciales, Sr. Saab, también ha estado envuelto en campañas de desprestigio, medias verdades y mentiras abiertas: detenido aviesamente por Estados Unidos y canjeado por unos peligrosos terroristas de la llamada "Operación Gedeón".
Acción violenta abortada por la inteligencia venezolana y la unión cívico militar y policial, mediante la cual unos opositores verdaderamente temerarios y muy tarambanas pretendieron derrocar y sustituir el actuar gobierno. Igualmente, me cuentan que liberaron junto a aquellos a unos sindicalistas detenidos aquí en Venezuela por cuerpos policiales y acusados de alterar el orden público y/o conspiración cuando exigían, precisamente, la firma de la contratación colectiva de sectores públicos. Por lo que este gobierno es un mar de contradicciones, aunque ya se van aclarando las cosas, ¿será como ha dicho Juan Barreto que ya Maduro tiene la pintada derrota en las presidenciales de 2024?
III
Tal vez convenga aclarar que ese diplomático, si bien no es de nuestra clase social, porque es un individuo muy adinerado y debe vivir como Pachá en una gran mansión, al menos tomó un gran riesgo en operaciones comerciales extraordinarias, según la versión oficial; tratando de evadir el bloqueo comercial impuesto a nuestro país. Y eso debe tener su mérito. Más allá de que fuera un negocio muy lucrativo. El que no arriesga, ni gana ni pierde, dicen. Uno pensaba que nunca lo liberarían, pero, así será el nivel de los acuerdos que la "Diplomacia de paz" que impulsa el gobierno bolivariano en eso se ha anotado un éxito rotundo. Negarlo sería necio. Aunque seguramente habrá cosas que no se puedan hacer públicas. Top secret …
IV
Otra cosa es que este sea uno de los peores gobiernos que ha padecido Venezuela en toda su historia, con sus grandes corruptos fugados o puestos en fuga con una ayudadita, que decía María Bolívar y ejecutorias irresponsables, a veces peor que los gobiernos adeco/copeyanos y sus cooperadores de la izquierda borbónica, como el MAS y otros mini partidos, PCV incluido; hoy casi todos opositores democráticos al "gobierno de Maduro", que en cuanto a ajustes económicos se parece bastante a lo que hace Díaz Canell en Cuba y según la lengua de algunos, al paquetazo liberal del recién electo presidente de la Argentina Gabriel Milei, a cuya toma de posesión o jura del cargo asistió ese bicho raro políticamente que es Gabriel Boric, liberales medio anarquistas y muy dependientes de Estados Unidos.
La desigualdad presente en esta Navidad en Venezuela tiene que ver con los ataques recibidos por la república en los últimos años, cuyas consecuencias han sido brutales, como oímos decir hace poco a una autoridad académica de UNEARTE: nos puso a pasar hambre. Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea, a instancias de un grupo de traidores de la patria, con Julio Borges a la cabeza, María Corina Machado y una larga lista de sus adláteres son los responsables de tal cosa, que no tiene precedentes en Venezuela, pretender someterlos por hambre, que además no se han detenido en artículos de moralidad y buenas prácticas democráticas, como dice un amigo: son todos una punta becerros de inmorales, todos deberían ser inhabilitados para ser elegidos para cualquier cargo popular de representatividad, no solo la Machado; aunque, de hecho, ya lo están, ya que ahora viven en el exterior como unos reyes de la baraja y que no merecen ni ser nombrados aquí.
V
Por eso se ha notado esta Navidad en Venezuela 2023, como muy desigual. Esto último por la circunstancia de que los empleados de la administración pública en general y principalmente el personal docente y de investigación de las universidades, continúan siendo los trabajadores peor pagados en toda Latinoamérica y el caribe. Eso a parte del bloqueo económico contra el país, el gobierno ha cometido graves errores, como su negativa de firmar convenciones colectivas en 2023, ¿irá a cambiar eso en 2024?, mucho funcionario corrupto, sin identidad revolucionaria y bolivariana continúa haciendo daño.
Consideramos que 2024 el gobierno debe apoyar más ampliamente al trabajador público, aunque supuestamente en la Ley de presupuesto de este próximo año, según el diputado Rondero (AD), contempla apenas un aumento por el orden del diez por ciento del salario mínimo y continuarían los bonos en un setenta por ciento de tales emolumentos, si no entendimos mal lo señalado por ese personaje en Unión Radio y que seguramente tal declaración estará por ahí en las redes sociales; es decir, que el gobierno de Maduro continuará su actual política salarial. ¿Eso lo la hará ganar o perder las elecciones? En núcleo universitario no hay un docente o trabajador administrativo que se identifique con el gobierno de Maduro, ¿será por eso el mal trato a que es sometida la universidad?
En cambio, el sector privado mantiene y mantendrá una mejor remuneración salarial, que incluye también a algunas universidades privadas, por eso dizque uno ve la calle del comercio de Barquisimeto llena de compradores en esta Navidad, con todo lo anterior queremos decir que ya no somos una sociedad tradicional y estable, el petróleo y el intercambio comercial y cultural con los valores norteamericanos contemporáneos, pone de manifiesta que no hemos dejado de ser una sociedad extremadamente consumista; que en 23 años de "Revolución Bolivariana" hemos cambiado muy poco, seguimos con los mismos patrones de vida norteamericanos y europeos, con la idea de que quien más tiene es quien más vale; y así vamos tirando según la visión colonial, además los más altos líderes reales y supuestos tampoco dan el ejemplo, sino que visten ostentosamente; o dan signos de enriquecimiento sorprendente.