Los negocios de los Cisneros resultaron la tragedia más espantosa del siglo XX para Venezuela…

  1. Llegaron de Cuba con una mano adelante y otra atrás, pero traían el gen de los negocios oscuros y pronto en pocos años levantaron un mediano capital. Pero sobre la marcha hicieron importantes conexiones políticas, y empezando los sesenta apostaron a los adecos, haciéndose dueños del más importante canal televisivo del estado. Ese canal se lo entregó Rómulo Betancourt para tratar de contener a los comunistas y a las protestas populares. Luego habrían de imponer los refrescos gringos de la coca-cola y la pepsicola.

  2. Cuando estalla el CARACAZO, el 27 de febrero de 1989, Gustavo Cisneros sale a llorarle al gobierno, y cuenta que le saquearon cuatro CADA’s. Y este monstruo que no asumió su responsabilidad con la matanza ocurrida en la Monumental de Valencia, dice entonces que se llegó a un acuerdo entre la policía y los saqueadores para que pudieran llevarse de allí lo que quisieran. Y otra vez, como si nada tuviera que ver con lo pasaba en su país, razona que Venezuela se estaba polarizando entre una clase media cada vez más debilitada y una masa empobrecida, pero que él quería una Nación próspera, donde los ciudadanos tuviesen un alto poder adquisitivo y de consumo en sus supermercados y tiendas por departamentos.

  3. Aquel estremecimiento del CARACAZO, puso en alerta a don Gustavo Cisneros, y comenzó a recoger sus bártulos más valiosos para dejar el país. Ya le había extraído al país todo lo que le interesaba y en el futuro, aquella Venezuela saqueada y extenuada por multitud de empresarios ladrones, ya no le iba a poder proporcionarle más nada. Dejaría en el país lo de más bajo valor. Tenía que deshacerse de los CADA’s, de O’Caña, de la Pepsi Cola y Spalding & Evenflo e internacionalizarse definitivamente.

  4. Deja entonces en Venezuela la caja chica de sus minucias, pensando seriamente que en pocos años podía hacerse con CITGO y hasta con la misma Pdvsa. Cisneros para esto tenía un serio contendor, al pavoroso ladrón de Marcel Granier que por todos sus medios le atacaba. En estos trajines de la década de los noventa, don Gustavo solamente deja en el grupo las operaciones que se pudiesen proyectar hacia EE UU y España. Le dijo a sus gerentes: «Ustedes están acostumbrados a manejar empresas que generan bolívares, ahora aprenderemos a generar dólares». Adiós helados Tío Rico, adiós Atlantis, adiós fabricantes de mostaza y condimentos, adiós Yukery y multitud de productos de cocina.

  5. En cambio, este Pirata Global de don Gustavo, afiló sus lanzas para meternos Telcel y Direct TV. Es decir, tensó las cuerdas de la dependencia en grados demenciales, hasta que llegamos a la Rebelión del 4 de febrero de 1992. Por defender a la "democracia" del Pacto de Punto Fijo, la audiencia de Venevisión se fue al foso, y dos años le iba a costar, a fuerza del Campeonato Mundial de Fútbol levantar de nuevo la cabeza. Pero insistimos: en Venezuela no le quedaba sino el desperdicio de sus negocios que desde cualquier parte podía manejar como producto de sus paquetes globales, ya que las principales, estaban en el área de las telecomunicaciones y el entretenimiento.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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