Socialismo o nada

El andamiaje que se ha estructurado para desmontar los movimientos socialistas carece de una fundamentación objetiva, es una patraña cargada de malicia y de una enorme manipulación. Una de las tesis más utilizadas es la que emplean para infundir miedo tras argumentar que el socialismo es un sistema privativo de libertades, que es un dogma contrario a la suprema felicidad.

Esta habilidad para engañar es tan artificiosa, y sin argumentos posibles que devela que es al revés el asunto, es decir, la criminalidad está del lado del capitalismo salvaje.

El socialismo es inspiración, su fuerza está en el propio pueblo, en la clase trabajadora, en las mujeres y los hombres humildes, el sistema sustentable socialista está en aras de la liberación de los pueblos, acompaña a las mentes creativas, y es opuesto a todo lo indigno y contrario al capitalismo salvaje en todas sus manifestaciones, pues el criminal capitalismo salvaje ha sido su enemigo durante toda la historia universal.

El socialismo va hacia la búsqueda de una sociedad integrada, donde cada sujeto esté dotado de su propia individualidad y sea responsable socialmente, preparado para el trabajo creador y una vida con sentido, desprovisto del martirio del egoísmo y de la explotación y de toda clase de irracionalidad individualista.

Carlos Marx y Federico Engels sintetizaron el socialismo, así:

"…en la que el desarrollo libre de cada uno es la condición para el desarrollo libre de todos", es una asociación.

De la misma manera, Ernesto "Che" Guevara, precisó que:

"La Revolución no es, como pretenden algunos, una estandarizadora de la voluntad colectiva, de la iniciativa colectiva, sino todo lo contrario, es una liberadora de la capacidad individual del hombre", tras afirmar que "la nueva sociedad en formación tiene que competir ferozmente con el pasado".

La legendaria revolucionaria, Rosa Luxemburgo, asesinada cuando apenas tenía 27 años, acerca del socialismo concretó:

"La suerte del movimiento socialista no depende de la democracia burguesa, sino que es la suerte de la democracia la que depende del movimiento socialista".

Esto es, la democracia no es más viable en la medida en que la clase obrera abandona la lucha por su emancipación, sino en la medida en que el movimiento socialista se robustece lo suficiente para hacer frente a las consecuencias reaccionarias de la política mundial y del abandono burgués de la democracia.

Por tanto, quien desee el fortalecimiento de la democracia también debe querer el fortalecimiento del movimiento socialista, y no su debilitamiento; quien abandona la lucha por el socialismo, abandona también el movimiento obrero y la democracia.

La dirección sobre esta transición debe estar sujeta a la autocrítica bien equilibrada. Se trata de la emancipación de los hombres y mujeres, la felicidad social y del amor de cada mañana, de cada noche y todo día.

El Che escribió que el revolucionario está "motivado por grandes sentimientos de amor" aunque esto pueda "parecer ridículo" en la política burguesa.

Es la necesidad de un "nuevo hombre" creado mediante la participación responsable en una sociedad incluyente.

El Libertador Simon Bolívar dijo:

"El gran poder existe en la fuerza irresistible del amor"; también puntualizó: "El amor a la libertad me ha forzado a seguir un oficio contrario a todos mis sentimientos". En estas citas y afirmaciones, está conformado el pensamiento político de todas y todos los revolucionarios.

Paradójicamente quien se aparte de estas consideraciones que encarnan un compromiso con la historia, está desfasado históricamente, muerto en vida; precisamente, esto es lo que personifica el actual proceso que se ventila en la Patria Grande de Bolívar.

En consecuencia, la criminal derecha fascista, que es la representación de la canalla que están sufriendo nuestro pueblo por culpa de estos disociados sicóticos apátridas, que con su manipulación chauvinista, buscan desviar al pueblo de quienes son sus verdaderos enemigos histórico: la oligarquía, la burguesía y el imperio.

Tras la malicia y la desinformación deliberada de los medios de comunicación social privados utilizan la miseria humana que ellos mismo han sembrado con fines inescrupulosos; ellos son los fascistas lo que están asesinando al pueblo, y están generando escasez, boicot, acaparamiento, entre otras aberraciones, para ir contra la fuerza del socialismo que sembró Hugo Chávez .

Hay que entender, digerir, concientizar, de una vez por todas que los revolucionarios de esta Patria estamos en el camino verdadero y que la historia está de nuestro lado.

La ruta está ahí y bajo ninguna circunstancia hay que desaprovecharla y quiénes se desvíen en el camino, por esas incidencias, este proceso no va a dejar de continuar, pues está soportado y avalado por la potencia de la historia.



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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