El diario de Oscar Heck – 14 de mayo del 2024

Aquí donde vivo en la costa caribeña de Venezuela, frente al mar, donde abunda el agua frente a nuestras propias narices, donde podrían fácilmente existir decenas de plantas de desalinización para proveernos agua potable vía las tuberías de manera regular, no hemos recibido agua desde hace unos 7 años, excepto esporádicamente una o dos veces al año durante un día o dos, o dos o tres veces mensuales durante los meses justo antes de cualquier elección, como ahora. Después, chao, chao agua y las mafias del agua vía cisternas retoman el control de la distribución del agua potable que viene desde las fuentes del Estado para vendérnosla a $40 o $50 por cada 8.000 a 10.000 litros, lo cual normalmente nos dura menos de un mes. Hay que saber que esa agua es intencionalmente desviada desde las fuentes del Estado por funcionarios públicos corruptos y sus mafias, agua que debería estar alimentando el sistema de tuberías, tuberías que, por desuso, se están pudriendo por todos lados, y por eso, cuando llega el agua vía las tuberías, el agua se bota por todos lados en las calles. Este deterioro del sistema de la distribución de agua ha estado sucediendo progresivamente desde hace unos 10 años, empeorando cada día.

Las repercusiones son muy costosas, y contribuye de manera directa a la pérdida de productividad, o sea, a la pérdida de dinero en todos sus sentidos.

Por ejemplo, yo tengo que llenar (muy lentamente) mi tanque de agua y dos pipotes grandes (un total de unos 300 litros) cada semana con agua del tanque de un vecino, una tarea manual que se demora alrededor de 8 a 10 horas (digamos un día) ya que aprovecho al mismo tiempo de lavar ropa, platos, piso, la poceta, y bañarme libremente como si el agua abundaría (aquí hay que cuidar mucho el agua entonces uno se baña normalmente con poca agua, y el agua usada se usa para bajar la poceta, otra tarea manual).

O sea, cada mes, solo debido a la falta de agua vía las tuberías, gasto digamos 40 horas haciendo algo que no debería tener que hacer, o sea, durante esas 40 horas mensuales, podría estar trabajando, produciendo, y ganándome plata, pero no, en esencia lanzo 40 horas de trabajo al viento, 40 horas de ingresos mensuales, una cosa muy triste, especialmente en estos tiempos modernos cuando eso no debería ocurrir. Este fenómeno forma parte de la vida cotidiana de millones de familias venezolanas a nivel casi nacional, generando pérdidas millonarias de los ingresos familiares.

Ayer llegó el agua vía las tuberías durante unas pocas horas en las partes bajas de mi sector (casi no llega agua a las partes altas), y las calles estaban llenas de agua debido a las tuberías rotas (podridas), es más, algunas de las tuberías de aguas negras, probablemente debido al incremento en el flujo de agua, se desbordaron más de lo normal y tuve que dar la vuelta de esas aguas negras llenas de infección cruzando la calle varia veces mientras caminaba (lo mismo ocurre después de lluvias intensas).

Saben, cada vez que viene el agua vía las tuberías, la gente tiene que quedarse en casa para abrir las llaves de paso y llenar sus tanques, a menudo usando bombas de agua conectadas a tuberías rotas, y cosas así, o sea, no pueden ir a trabajar, no pueden ir a la escuela, etc., pierden tiempo y dinero.

Ayer, también, cuando fui a buscar unos zapatos que mandé a reparar, el tipo, un alcohólico como tantos otros hoy en día, y hay más y más cada día debido al desespero de cómo sobrevivir, me cobró $4 en vez de los $3 que me había dicho que me iba a cobrar, rebuscando para probablemente comprarse carne o tal vez para comprarse más de una botella de ron barato ($3 la botella), o tal vez para comprarse una botella de ron de mayor calidad ($5 a $7), no sé, pero esa práctica de abusar de la confianza, no me gusta, y se lo dije. El desespero está creando una sociedad de mendigos y oportunistas, de abusos hacia el prójimo, así lo veo, tanto así que mis propios vecinos me robaron mis tuberías de agua y desviaron el agua de dos otros vecinos, los más pendejos, yo incluso. No me he metido con esos vecinos ladrones ya que no quiero meterme en ninguna pelea física, si no, por ser experto en arte marciales, tal vez los mataría accidentalmente. Es más, muchos de esos vecinos ladrones y abusadores son expolicías corruptos o son actualmente policías corruptos (criminales), o sea, andan armados y hacen lo que les dé la gana, entonces uno se calla.

Estas son algunas de las repercusiones reales de un sistema de distribución de agua que está al borde del colapso y de un sistema social-moral que ya está quebrado debido más que nada a la falta crónica de ingresos.




 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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