De hecho, estoy empezando a escribir este diario a las 18:57 del día 23 de mayo, y creo que lo terminaré el 24 o el 25, si Dios quiere, como dicen aquí en Venezuela.
El tema del momento pudiera parecerles redundante, repetitivo, y aun aburridor, pero quiero mencionarlo otra vez porque es un tema que nos está matando de angustia, desespero, e impotencia, además de contribuir directamente a agravar nuestra pobreza, pero, de manera cada día más acelerada ya que esta situación no mejora, cada día hundiéndonos más y más dentro del fango de la miseria.
Este tema nos está matando, literalmente, y el Estado básicamente ignora o no le importa o no le conviene (ver más abajo) de resolver la gravedad de esta situación, tanto así, que cada día en el WhatsApp de nuestra calle, los vecinos repiten, "Nos están matando," o, "Quieren acabar con nosotros," o, "¿Vamos a seguir aceptando esta desgracia?" Esto es en serio, la gente está absolutamente desesperada, tiemblan, están aterradas de perder los últimos pocos aparatos eléctricos que tienen, aparatos que si fueran dañados, no podrían reemplazar, simplemente por falta de dinero (hablo de 80% de la población).
Recién hubo una gravísima fluctuación eléctrica (el 23), la tercera vez hoy, y se escuchaba los gritos de los vecinos, "CDM, nos van a matar," o, "HsDP, me van a joder mi nevera," o, "Me voy a quedar sin nevera, CdlgM," y cosas así, es que, la gente está aterrada, enfadada, se desesperan cada vez que hay fluctuaciones eléctricas o apagones, ¿por qué?, bueno, repito, porque a veces las fluctuaciones son tan fuertes y tan seguidas (como el día 22, ver más abajo) que dañan las neveras, los ventiladores, los televisores, las computadoras, los aire acondicionados, y casi cualquier otro equipo eléctrico que contenga capacitadores (condensadores). Si quieren leer un poco más sobre este fenómeno de los capacitadores, pueden ver lo siguiente, donde explico el fenómeno, o sea, el porqué:
https://www.aporrea.org/energia/a326507.html
Bueno, no se me daño nada hoy (el 23) con las fluctuaciones, pero ayer, sí, se me quemó un bombillo, por suerte, nada más.
Empecé a escribir este diario el 23 porque el día anterior, el 22, aquí en mi sector, hubo 19 apagones uno tras otro, y fuertes (con fluctuaciones fuertes) durante un periodo de alrededor de 16 horas, dejándonos sin luz durante un total de alrededor de 6 horas, por partes.
El terror reinó todo el día, repito, por temer que se nos quemaran los pocos aparatos eléctricos que todavía nos quedan a algunos, es que, hay mucha gente hoy que ya no tiene nevera, ni ventiladores, ni televisor, ni nada, porque, básicamente, cuando se nos quema algo, se nos hace imposible reemplazarlo (por falta de dinero).
Me voy a repetir otra vez, ay, ay, ay, en los últimos 10 años, debido precisamente a las feroces fluctuaciones eléctricas y los masivos y continuados apagones, he perdido 8 computadores, alrededor de 15 ventiladores, una nevera, dos licuadoras, y por lo menos 100 bombillos, todo esto por un valor de alrededor de $6000, y eso que mi pensión es de menos de $5 al mes y no tengo otro ingreso excepto cuando mendigo llamando a familiares y amigos en el extranjero para que me ayuden a sobrevivir.
Soy oficialmente un mendigo venezolano, así como lo son probablemente 80% de nuestra población.
Este fenómeno ocurre a nivel nacional y afecta directamente a toda nuestra población, acelerando cada día más la pobreza comunal hacia el abismo de la nada, por ende, y no sorprendentemente, hoy, el 25 de mayo, salió la siguiente noticia:
Inauguran en Caracas la tienda más grande de electrodomésticos de Latinoamérica
https://2001online.com/economia/caracas-tienda-grande-electrodomesticos-latinoamerica/#:~:text=En%20d%C3%ADas%20recientes%20fue%20inaugurada,al%20centro%20comercial%20City%20Market
Bueno …
Desde hace tiempo sospecho que existiría la colusión entre el Estado, los importadores de electrodoméstico, y las asociadas cámaras de comercio, y que, por ende, no existiría ninguna voluntad para mejorar el sistema de distribución eléctrico del país, exactamente así como ocurre en mi sector con el sistema de distribución del agua vía la tuberías, donde desde hace más de 7 años casi no nos llega el agua y no ha existido absolutamente ninguna voluntad por parte del Estado para arreglar el sistema para proveernos agua, mientras que las mafias del agua, en colusión con el Estado, nos venden el agua desde las fuente principales del Estado, vía cisterna, en dólares.
Con 19 apagones durante un solo día (el 22), en este sector que mide unos 10 kilómetros de costa y montañas, ¿Cuántos hogares perdieron sus electrodomésticos?
Esta situación es gravísima, las repercusiones son inmensas.
El terror reina, la pobreza reina.
Eso es todo por hoy.