La otra campaña

La frase "La otra campaña" proviene de aquella movilización realizada por los zapatistas a través de 31 estados de México, a partir de junio del año 2005. Como declaró en aquella oportunidad el legendario Subcomandante Marcos, se trataba de una iniciativa del EZLN para "escuchar al pueblo, a todos aquellos desde debajo de a la izquierda, buscando cambiar la sociedad con principios como el anticapitalismo, la horizontalidad y la equidad". En el transcurso de aquel recorrido de los zapatistas, se produjeron muchas reuniones y concentraciones con cientos de organizaciones populares, culturales, indígenas, obreras, campesinas y núcleos políticos de las diferentes tendencias de la izquierda. El 20 de noviembre de 2005 se anunció públicamente la disolución del FZLN , para convertirse en una nueva organización política zapatista, civil y pacífica, anticapitalista y de izquierda. La idea era confederar más de mil organizaciones populares, indígenas, ONG, grupos y colectivos adherentes. Durante el recorrido de "La otra campaña" se produjeron varias agresiones oficiales y la represión del gobierno de Vicente Fox, del PAN, tuvo su balance de asesinatos, incluidos importantes dirigentes de los zapatistas.

Ya habían transcurrido cinco años desde el 2 de julio de 2000, cuando por fin se había acabado la "dictadura perfecta" del PRI, que había durado demasiado: 70 años. Se desarrollaba entonces en 2005 una campaña electoral donde se enfrentaban Carlos Salinas de Gortari (PAN, neolibera) y Andrés Manuel López Obrador (izquierda). Los zapatistas declararon que López Obrador era el espejo de Salinas de Gortari y lo acusaron de un "doble discurso". Por fin, después de un largo impasse plagado de irregularidades se declaró como ganador a Felipe Calderón, por una ventaja mínima sobre AMLO (233.831 votos). No pocos comentaristas atribuyeron la derrota a la actitud de los zapatistas. De todos modos, continuaron las luchas por la libertad de los presos políticos, contra la represión y la suerte de dirigentes indígenas, magisteriales y obreros.

Fue muy importante la Influencia de los zapatistas en el Foro de Sao Paulo, desde el levantamiento del primero de enero de 1994, con la famosa "Declaración de la selva Lacandona" y la toma de la ciudad sureña de San Cristóbal de las Casas, el mismo día que el gobierno de México firmaba el Tratado de Libre Comercio de Norte América, con Estados Unidos y Canadá. Muchos interpretaron que era la primera reacción (popular y armada) frente al neoliberalismo que se venía imponiendo desde los ochenta. Incluso, muchos señalaron que se trataba del renacimiento de la izquierda en el nuevo siglo, justo después del barranco del derrumbamiento del socialismo real soviético. Se planteó entonces la tesis, inspirada directamente por los zapatistas, de que era posible "cambiar el mundo sin tomar el poder", como se titulaba un libro de John Halloway que circuló en el primer lustro del XXI. Se trataba de algo tan reñido con el leninismo, con las tradiciones leninistas de la izquierda, que no fue asimilado muy bien por los nuevos gobiernos "neopopulistas" o "progresistas" que anunciaban una nueva ola izquierdizante en toda América Latina, con Chávez, Lula y Evo a la cabeza. La nueva consigna, que aplacó el furor zapatista, fue "socialismo del siglo XXI". Había que luchar por ser gobierno y no andar "comiendo flores".

En Venezuela, el antecedente del lema "La otra campaña", es muy diferente. Tal vez hay muchas versiones, pero recuerdo una serie de reuniones, iniciadas en noviembre de 2022, que se propuso un balance descarnado del chavismo, en sus tres dimensiones: período histórico, realización de gobierno y movimiento político. Resalto los análisis de las políticas económicas de todo el período por parte de Oly Millán, Jorge Giordani, Víctor Álvarez, así como las precisiones de Edgardo Lander, los aportes en la caracterización del chavismo como "bonapartismo" rescatando un concepto del Marx analista político, la descripción de la cooptación y frustración del Poder Popular hecha por Reinaldo Iturriza, y los aportes de gente como Roberto López, María Alejandra Díaz, Antonio González Plessman y muchos otros. Ya en 2024, como colofón de esas discusiones, donde se manifestaron posiciones muy diferentes, se produjo la reunión donde se abordó el tema de cómo reconstruir el país y la izquierda, como lo planteó el amigo Oscar Feo. De allí salieron los borradores de los documentos fundacionales de "La otra campaña".

No se trataba de simples discusiones académicas desconectadas de lo que ocurría en la calle, en los diferentes contextos de militancia. Pienso que esas reflexiones, donde se evidenciaron las diferencias (recalco esto) y las coincidencias, fueron parte de un proceso más amplio de redefinición de la izquierda en este país, en el cual el alejamiento, la separación y hasta el deslinde del gobierno de Maduro y del PSUV eran pasos lógicos y muy justificados. Es el mismo proceso en el cual irrumpieron los maestros, los pensionados y otras fracciones de los trabajadores como fuerza en las calles, en reclamo de salarios y restitución del derecho laboral, erradicados por la política de aliento neoliberal, orientada hacia la bonificación y aniquilación del salario, persecución del sindicalismo independiente, anulación de la contratación colectiva y violación de las libertades democráticas, todas líneas cada vez más pronunciadas en un gobierno que ya no podía ser definido como de izquierda. En ese tiempo, se ha manifestado un "chavismo crítico", "antimadurista" o "popular". En tiempos de descaro, es excelente que muchos estén dando la cara. Por ejemplo, la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución contra el Arco Minero, la Ley Antibloqueo, el giro neoliberal del gobierno. El Grupo Pensamiento Crítico, aparte de compartir esas críticas, rompió definitivamente con el gobierno desde la írrita Constituyente de 2017. Igualmente, se formó el frente por la defensa del salario, FREPODES, con activistas, en su mayoría provenientes del PSUV. También ha habido iniciativas para cuestionar la política del gobierno por parte de cuadros chavistas, incluso diputados. En Carabobo, surgió la organización UNIOS. Y muchas más iniciativas.

El manifiesto inicial de "La otra campaña" (LOC) dice muchas verdades en las cuales concordamos, aunque ellas debieran complementarse. Por ejemplo, dice "Esta situación desesperada a la que han condenado a nuestro pueblo es consecuencia de la crisis estructural del capitalismo venezolano, las políticas neoliberales y del bloqueo de EE. UU." Esto es cierto, pero falta mencionar la inmunda y descomunal corrupción de altas figuras del gobierno. También habría que agregar la represión y la violación de los derechos humanos. De hecho, los amigos de LOC ya han hecho manifestaciones exigiendo la liberación de los trabajadores sidoristas presos.

Otra afirmación, en la que coincidimos en términos generales, es que "Ninguno de los candidatos presidenciales expresa los anhelos e intereses de los trabajadores". Aquí, habría que ir más allá, Una gran proporción de trabajadores desean un cambio de gobierno por la vía electoral. Si "el pueblo es sabio", como se dice en el mismo manifiesto, la necesidad de un cambio de gobierno por la vía electoral, hay que tomarlo en cuenta. Por supuesto, ninguno es "revolucionario". Ya hemos dicho que la izquierda no tiene expresión electoral por tres razones: a) porque el gobierno lo impidió, b) porque el gobierno no es de izquierda y c) porque la izquierda tiene pendiente revisar las razones de su fracaso histórico de casi dos siglos.

Otra afirmación puede tomarse como acertada: "Pase lo que pase este 28 de julio, la situación de los trabajadores y de los desposeídos no cambiará sustantivamente, porque aunque los principales candidatos parecen odiarse, realmente comparten una misma política económica que favorece a los privilegiados". Esto es cierto, aunque puede complementarse con la necesidad de una reactivación de la economía que pueda ser condición necesaria para la reanimación del movimiento de los trabajadores y reivindicativo en general.

Los amigos de LOC dicen "Por eso proponemos esta otra campaña, la campaña necesaria. La campaña de los de a pie, de los silenciados, de los que no cuentan para ninguno de los candidatos: los empobrecidos y empobrecidas de todos colores, de los trabajadores, pensionados, jubilados, comuneros, de las mujeres, de los millones de trabajadores por cuenta propia, los jóvenes que no encuentran un trabajo digno y que son perseguidos y maltratados por los cuerpos de seguridad, de todos los sectores discriminados, oprimidos y excluidos. La otra campaña es una campaña desde abajo. Desde las luchas, desde los anhelos, desde las esperanzas que los traficantes del desánimo y del conformismo (esos cuya mejor oferta es decir que los otros son peores que ellos) no podrán matar". Se nota la inspiración zapatista de este párrafo, que está en sintonía con una propuesta de "despolarizar" la sociedad.

Los amigos de LOC han aclarado que no promueven la abstención. Más bien afirman que en su seno caben, desde los que van a votar por Maduro como "mal menor", hasta los abstencionistas trotskistas, e incluso los que van a votar por EGU o por Ecarri. Se plantea hacer un frente contra el "consenso neoliberal", organizar desde las bases, desde las luchas en "territorio" (lo que antes se decía con la frase "desde abajo"). Con estos enunciados muy generales, se cobijan muy diferentes prospecciones de los participantes: los que no quieren romper con el PSUV, los que buscan resguardar su identidad frente a la derecha, los que encuentran al fin su espacio luego de un período a la intemperie, los trotskistas, otros grupos (LGBT). El PCV auténtico, no el de los agentes del gobierno, fue invitado. Incluso, sé que el grupo UNIOS de Carabobo apoyó la candidatura de Ecarri.

Pienso que, efectivamente, el 28 de julio no se producirá una revolución, pero su desenlace es muy importante, pues afecta toda la lucha social y política posterior. Por ejemplo, si se desconocen los resultados, si hay dudas, si hay demasiadas irregularidades, si dan el "zarpazo", etc. En ese sentido, que haya elecciones pulcras es parte de la lucha por los derechos democráticos. También respaldar la posibilidad de un cambio político.

En todo caso, me anoto en la lucha por la vigencia de las garantías constitucionales, las libertades democráticas y la recuperación de las instituciones, incluidas las del derecho laboral (sindicalización, contratación colectiva, seguridad social, salarios, etc.). También me sumo en la lucha por la autonomía de los movimientos sociales y reivindicativos (sindicatos y movimientos sociales) respecto a los partidos y el gobierno, cualquier que este sea, neoliberal o no. Por eso saludo, solidario, a los compañeros de la LOC.

 



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Jesús Puerta


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