No fue poco lo que pasó en el mundo durante la Semana Santa 2007. En el escenario internacional destacó la captura de 15 marines británicos, quienes confesaron haber violado el espacio territorial de Irán. Los tipos navegaban “distraídamente” en aguas extranjeras, sin permiso.
También desde allá se supo que un finado Papa, Juan Pablo II, puede ser declarado beato próximamente, primer paso hacia la santificación. Y su principal “testigo” es nada más y nada menos que una colega suya, una monja.
Más acá, ya en las postrimerías de la Semana Mayor, nos enteramos de la libertad bajo fianza concedida Luis Posada Carriles. El terrorista debe cancelar la bicoca de $ 300 mil para ser juzgado en libertad. Pero los gringos no lo detienen por terrorista, sino por ilegal. Más acaita, en Venezuela, nos sorprende la nada santa evasión o fuga del ex gobernador de Yaracuy, Eduardo Lapi.
Mientras todo eso pasaba, un diario venezolano abrió en un día santo, con este título: “Con mi caña no te metas”. En una sorpresiva defensa de los bebedores de aguardiente, cierto sector de la política venezolana se desgañitó argumentando contra la Ley Seca, ignorando, hechos los curdos, que el Estado tiene la obligación de velar por la vida de los ciudadanos.
Y es que una cosa es la queja de administraciones hoteleras y de organizadores de rumbas playeras y otra incluir en la Habilitante, una Ley Orgánica Contra los Bebedores de Aguardiente y Afines. En Los Roques, por ejemplo, no parecía necesaria la Ley Seca, porque ni carros hay en el archipiélago. Mientras, los resultados del Operativo Semana Santa 2007 fueron un tanto extraños: aumentaron los accidentes de la gente sobria. Es decir aumentaron los accidentes por exceso de velocidad y bajaron las muertes a causa de la ingesta de alcohol. En un juego de palabras macabro diríamos: Los borrachos se matan menos y los sobrios chocan burda.
Vale la pena preguntarse si es suficiente con la Ley Seca. Atrás, bien lejos, quedaron los controles de máximas velocidades, las revisiones de los carros, la educación a los conductores. No sólo bebiendo caña se mata la gente. No sólo, pero también, sí. ¿Será tan difícil que coincidamos en esto?
*Periodista
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