Chiva que se devuelve se’snú K pero, ¡coge jabón pa’que laves!

Dicen los que saben que la política suele ser a veces como un juego de ajedrez pero de ese juego es poco lo que puedo decir, excepto que al final de cada partida la Reina y el peón, por ejemplo, para no citar otras piezas, van a parar a la misma caja.

También estoy en antecedente de que durante una partida de ajedrez tanto la Reina como el mismísimo Rey eventualmente retroceden para luego entrompar y ganar sin atenuantes. Se trata realmente como de un juego de guerra tal como si el enemigo le hiciese a usted por el norte una morisqueta, enseguida usted, jefe de tropas --- y moscapil--- ordena que una patrulla se movilice hacia el sur a explorar porque la guayaqueta pudo haber sido un pote de humo para distraer y siquiera un aparentemente insignificante grano de trigo puede echarle una vaina a cualquiera que no sepa del juego de guerra.

Ahora bien, el quid de la cuestión en el caso que ocupa y que no es otro que la lucha de los venezolanos para no dejar que la chiva, o mejor dicho, la chivata María Machado siga faltándole el respeto a los venezolanos, a todos, inclusive a los demás escuálidos, reside en que ella proclama a los cuatro vientos que va a llegar hasta el final, final que no parece ser otro que la cima del fascismo para arrodillar a Venezuela; pero no obstante ella parece ignorar un aforismo muy de acá nuestro y es que "aunque se pare en la cima de una montaña o en el fondo de un valle, un pigmeo/a es un pigmeo/a y un gigante/a es un gigante/a".

La lengua popular es bien buena, por ejemplo dice que "chivo que se devuelve se’snú k" y lo que vale para el chivo, por extensión vale para la chiva.

Cuando la chiva se las da de faramallera el pueblo le dice "la chiva que más mea" y esa parece ser la obsesión de María Machado, ser jefa, pisotear a los demás, se siente superior.

Pero, la práctica rompe la gramática, siempre lo digo, respeto el lenguaje culto pero prefiero el lenguaje popular y en momentos de guerra nadie es fístico sino que dice las vainas a la machimberga. Por ejemplo yo no imagino a Páez ni a Britto García dirigiendo una batalla y diciendo ¡Eh, vuelvan caras!

Imagino sí al Maestro Britto García dirigiendo una batalla y gritándo a todo gañote "...x5w#+ vuélvanse carajo, coño..*#°wk .…".

En la guerra ---y estamos en guerra--- las estructuras formales del lenguaje se estremecen, la mente nunca se llena ni mucho menos se rebosa, la mente es como la mar a donde confluyen todos los ríos y esa mar nunca se llena, cabe toda basura, basura que jode, como la que circula por las redes, ese diluvio de odios que emana del fascismo inunda las mentes y provoca retrucar pero, la sindéresis prevalece en nosotros a pesar de todo.

Es sintomático de los y de las fascistas una predisposición psicológica hacia el autoritarismo, hacia el racismo y demás conductas que los hacen desembocar en un culto a la destrucción y María Machado, la chiva de marras es un ejemplo vivo, pero ¡que coja jabón pa’que lave!



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Guillermo Guzmán


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